Nadie podrá negar que las ausencias de la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, para realizar giras de trabajo en otras entidades del país o en los Estados Unidos se notan y que nadie de su equipo de trabajo tiene el talento y la capacidad para llenar ese espacio y dar la cara por una administración que, como todas, enfrenta momentos difíciles y complicados, como es el caso de dos fines de semana violentos.

 

 

La mandataria no se esconde ni evita los temas espinosos. Ayer aclaró en una entrevista colectiva que se encuentra bien de su estado de salud y negó tajantemente que enfrente alguna complicación o enfermedad.

 

Dejó claro que está trabajando con todas sus fuerzas y que tiene la vitalidad para continuar su encargo.

 

A diferencia de su equipo de colaboradores como el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández y el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Ramón Celaya Gamboa, que optaron por esconderse y no dar la cara por los hechos violentos de un segundo fin de semana con varios homicidios dolosos, Lorena Cuéllar aceptó que Tlaxcala no está ajeno a la ola delictiva que enfrenta el país y que se registraron hechos lamentables que las autoridades investigan para aclarar y llevar ante la justicia a los responsables.

 

Rechazó que la estrategia de seguridad esté fallando o requiera ser modificada, porque de acuerdo con la información disponible la entidad se ubicó en febrero en el primer lugar a nivel nacional con la menor incidencia delictiva.

 

El engreído Ramón Celaya debe dar la cara y asumir su responsabilidad. Él debe explicar por qué en marzo se dispararon los homicidios dolosos y tratar de justificar por qué la policía estatal no logró detener a ningún responsable.

 

También tendrá que aclarar por qué falló el protocolo para evitar linchamientos, pues es obvio que en San Pablo del Monte donde se cometió el último acto de barbarie contra un presunto delincuente falló, porque éste murió varias horas después de la severa golpiza que recibió por parte de ciudadanos encabronados.

 

Se habla que de enero a marzo de este año se han cometido 26 homicidios dolosos, de los cuales casi la mitad se ha llevado a cabo en marzo, lo que confirma que algo pasó en la entidad y que la Secretaría de Seguridad Ciudadana fracasó porque no detuvo a ningún responsable de esos hechos, pese a que algunos se cometieron en plena luz del día y ante ojos de los ciudadanos y las ciudadanas.

 

El secretario de Gobierno lejos de asumir su responsabilidad y dar la cara por la actual administración, optó por resguardarse y esperar la llegada de la gobernadora Lorena Cuéllar, quien salió a enfrentar los cuestionamientos y señalamientos sobre la inseguridad que ha vivido la entidad en los dos últimos fines de semana.

 

La gobernadora no rehúye a los temas complicados ni se engancha con provocaciones para generar malos ambientes en el estado. Aceptó la problemática que se vive y es obvio que giró instrucciones para evitar que se repitan los hechos violentos que generan preocupación a los tlaxcaltecas.

 

En algunas ocasiones le he comentado que la mayor parte del peso del actual gobierno lo carga la mandataria Lorena Cuéllar y que sus colaboradores ayudan muy poco en esa tarea, porque es obvio que los funcionarios prefieren su zona de confort en lugar de dar la cara a los ciudadanos que exigen resultados.

 

Ayer la gobernadora demostró que está trabajando y que su interés es alentar el desarrollo de la entidad, de ahí que dio a conocer el innovador proyecto del “Autotrén”, un moderno sistema de transporte que estará funcionando en la capital antes de que finalice el presente año.

 

Este tipo de transporte será automatizado y eléctrico, siendo único en el país, lo que posicionará a Tlaxcala a la vanguardia en movilidad y desarrollo. El proyecto es financiado al 100 por ciento con capital privado y contará con tres estaciones ubicadas en el IPN, en el Estadio Tlahuicole y el Jardín Botánico, con un trayecto de dos kilómetros.

 

No cabe duda que el trabajo mata grilla y eso es lo que estamos viendo.

 

************************************************************************************************************************