Los días, semanas y meses pasan sin que el PRI en Tlaxcala de color o alguna señal seria de que al menos se está recuperando o reviviendo.

 

En la historia del ex partidazo éste jamás había caído tanto en las preferencias electorales como cuando en 2021 perdió la gubernatura de la entidad y el entonces mandatario priista Marco Antonio Mena Rodríguez tuvo que entregar el poder a la morenista Lorena Cuéllar Cisneros.

 

Tras la derrota, el PRI se desplomó y no ha logrado superar la barrera de los dos dígitos en la intención del voto, es decir, durante los últimos meses del 2021 y prácticamente el 2022 ese partido apenas si contabiliza un respaldo ciudadano que va del 6 al 9 por ciento, cifra que en ocasiones ha sido superada por el PAN, instituto que hoy representa mayor competencia para Morena en Tlaxcala.

 

Cuando Anabell Ávalos Zempoalteca fue impuesta en noviembre pasado cómo dirigente estatal del PRI, se pensó que el partido ganaría de inmediato simpatías y que crecerían las simpatías hacia éste, sin embargo los impulsores de la ex alcaldesa capitalina se equivocaron porque la tendencia que ha prevalecido por meses se conserva.

 

Morena como partido político no sólo conserva en la entidad tlaxcalteca una enorme ventaja sobre sus adversarios, situación que se mantiene cuando se pregunta sobre posibles alianzas electorales rumbo a los comicios del 2024.

 

El partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene un respaldo ciudadano que va del 43 por ciento hasta el 51 por ciento cuando integra una coalición, mientras que el PRI como instituto político se ubica en el 8 por ciento de las preferencias y como miembro de una alianza donde también participe el PAN y el PRD apenas si suman el 13 por ciento, cifra que no les alcanza para entrar en una verdadera zona de competencia.

 

Lorena Cuéllar es una de las pocas gobernadoras del país que tiene garantizada la alta competitividad de Morena. En el resto de las 21 entidades donde ese partido también es gobierno, la alianza entre el PRI, el PAN y el PRD está teniendo un crecimiento que en algunos casos si bien es moderado en otros empieza a ser importante porque llegado el momento podrían disputar los cargos de elección popular que estarán en juego el próximo año.

 

La semana pasada la ex candidata perdedora al gobierno de Tlaxcala presentó con bombo y platillo su equipo de trabajo, que si bien al principio generó expectativas, lo cierto es que tras llevar un análisis se concluye que no hay nada relevante.

 

Si algo caracteriza a prácticamente la totalidad de todas estas personas que nombró Anabell Ávalos, es que son personajes que participaron muy activamente con ella como candidata a gobernadora en el 2021, ya que más del 80 por ciento integró su equipo de campaña como coordinadores municipales, distritales o responsables en el Comité General de Campaña.

 

Es gente muy allegada o incondicional a ella independientemente que pudieran tener algún otro origen o identificación con algún ex gobernador de Tlaxcala.

 

Lo anterior se confirma cuando integra a su dirigencia a políticos que estuvieron en su Comité de Campaña aunque también fueron militantes de otros partidos como el caso de Perla López Loyo, ex panista y ex orticista, Ciro Ríos que estuvo afiliado al PRD y después operó para el PAN cuando la ex priista Guadalupe Sánchez Santiago decidió romper con el tricolor y Enrique Zempoaltecatl Mejía que se le vincula al PAN y al ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz.

 

Los que saben de la vida interna del PRI, descartan que haya existido algún acuerdo directo con algún exgobernador, específicamente en el caso del rancio Mariano González Zarur o el castrado Marco Antonio Mena Rodríguez, de quien en varias ocasiones insinuó la traición de éste a su campaña y su proyecto, salvo el caso de Beatriz Paredes Rangel, a quien finalmente debe su llegada a la dirigencia del partido.

 

Muchos de los nombramientos realizados realmente son intrascendentes o inoperantes. Se diría que todas las designaciones fueron consideraciones netamente a título personal de Anabell Ávalos por las características de esos subordinados, ya que forman parte de su círculo de amigos que estuvieron con ella en la pasada campaña.

 

De las secretarías que se denominan importantes de acuerdo con los estatutos, éstas quedaron en manos de cuates.

 

Presidenta: Anabell Ávalos (con la bendición de Beatriz Paredes)

Secretaria General: Teodardo Muñoz Torres (posición que se entregó a la influyente diputada local Blanca Águila Lima)

Secretaría General Adjunta: Ernesto García Sarmiento (lugar que pertenece a Beatriz Paredes)

Secretaría de Organización: René Lima Solís (llega por recomendación del longevo político Fermín Sánchez Varela que estaría ligado también a Beatriz Paredes)

Secretaría de Acción Electoral: Pedro Molina Sánchez (Orticista pero propuesto por la soberbia ex marianista Anabel Alvarado Varela y no por el ex mandatario Marco Mena)

Secretaría de Administración y Finanzas: Guadalupe Torres Grande (Anabell Ávalos)

Secretaría de Gestión Social: Rosa Emma Castañón Nava (ligada al diputado Fabricio Mena Rodríguez, ya que él ocupaba esa secretaría pero no es propuesta de Marco Mena).

 

Así el Club de Tobi que ha creado la dirigente del PRI y con el cual pretende recuperar espacios y revivir un partido que sigue sin dar señales de vida.

 

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