Una vez más se confirma que la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros sigue cargando y arrastrando a su administración, pues los ciudadanos y las ciudadanas son los que otorgan una evaluación positiva a su desempeño que le ha permitido ubicarse entre los mejores mandatarios calificados en el país.

 

 

Con un 56.9% de aprobación según el ranking Mitofsky, Lorena Cuéllar se coloca por encima de María del Pilar Ávila que gobierna Baja California (54.5%), Claudia Sheinbaum, la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México (51.3%), Layda Sánsores la mandataria de Campeche (49.5%) y Evelyn Salgado que controla la administración estatal de Guerrero (48.9%). Todas ellas emanadas del partido Morena.

 

La gobernadora tlaxcalteca sin duda es vista por sus gobernados como una mandataria trabajadora, dedicada, preocupada y ocupada en resolver la problemática del estado y concentrada en alentar su desarrollo, actitud que no es vista en sus funcionarios que salvo excepciones le han podido aguantar y seguir el paso y el ritmo a su jefa.

 

Hablamos de un asunto de percepción y de evaluación a su desempeño como gobernadora de Tlaxcala, lo cual no quiere decir que su administración sean cien por ciento eficiente y eficaz, porque sería mentir si se asegura que no existen problemas en materia de seguridad, en el área de la salud, en infraestructura y en otros aspectos del quehacer público, pero también sería injusto no reconocer que se perciben los esfuerzos y las políticas para tratar de mejorar las condiciones y el nivel de vida de los tlaxcaltecas.

 

No faltarán quienes demeriten el trabajo y el lugar que ha logrado Lorena Cuéllar en las evaluaciones que se hacen a nivel nacional para conocer el nivel de aceptación o rechazo de los gobernadores.

 

Hoy les guste o no la mandataria de Tlaxcala se ubica entre los mejores gobernadores del país y ha logrado superar las posiciones que en su momento alcanzaron los mandatarios priistas como el hacendado Mariano González Zarur y el intermitente Marco Antonio Mena Rodríguez.

 

Me parece que es un logro que Lorena Cuéllar salga bien evaluada al cumplir su primer año como gobernadora, sin embargo creo que su administración pudiera ir mejor y estar en otro nivel si algunos funcionarios se concentrarán más en trabajar y en dar resultados que estar pensando en su futuro político o en buscar la forma de hacer negocios al amparo del poder.

 

Por ejemplo, resulta preocupante que en menos de 15 días se tengan dos incidentes en los dos centros penitenciarios que funcionan en la entidad y que dependen del ex soldadito metido a secretario de Seguridad Ciudadana, Raúl Ruiz García. Hace unos días unos internos del penal de Tlaxcala presuntamente dedicados a la extorsión golpearon a un recluso hasta dejarlo en coma y ayer se supo que otro recluso del Cereso de Apizaco se había “suicidado” al colgarse en su celda.

 

Esos descuidos o hechos lamentables confirman que algo está pasando en los centros penitenciarios del estado y que alguien no está llevando a cabo correctamente su trabajo, lo cual al trascender a la opinión pública termina por afectar la imagen y la percepción que tienen los ciudadanos y las ciudadanas en torno al desempeño de las autoridades estatales.

 

O también está el hecho que haya resultado una auténtica vacilada el anuncio de que para el presente ciclo escolar sólo habría un uniforme para los estudiantes, porque si bien hubo algunas escuelas que sí acataron “la instrucción” del lenguaraz secretario de Educación Pública, Homero Meneses Hernández, lo cierto es que un número importante de instituciones y sus directivos se pasaron por el arco de triunfo tal medida y mantuvieron el negocio de imponer la compra de dos o tres uniformes escolares como se observó en varias secundarias y en otras escuelas de la entidad.

 

Entre los padres de familia existe molestia porque los directores de los planteles se impusieron y porque comprobaron que Homero Meneses resultó un hablador y chafa funcionario que mintió con el asunto del uso del uniforme único escolar.

 

Y así pudiéramos ir mencionando errores y pendientes que tienen los funcionarios estatales que trabajan al lado de la gobernadora Lorena Cuéllar, quienes realmente necesitan ponerse las pilas y concentrarse en su labor para que dejen de representar una carga a la mandataria que realmente tiene muy poca ayuda y respaldo de sus colaboradores.

 

Hasta ahora es una incógnita deducir si habrá cambios o ajustes en el gabinete.

 

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