En Tlaxcala la oposición a Morena y a su proyecto prácticamente no existe, de ahí que los partidos políticos que hoy si consideran adversarios a Morena y a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros están desesperados porque a dos años de las elecciones del 2024 enfrentan un alto riesgo de perder su registro y por lo tanto el presupuesto público con el que se mantienen.

 

 

El PRI en la entidad está en un franco proceso de inanición, el PAN carece de estrategia, liderazgo, personalidad y de cuadros que despierten simpatías entre los ciudadanos y el PRD le está apostando a los escándalos mediáticos y a desgastar a la mandataria Lorena Cuéllar y su administración con ayuda de los funcionarios estatales que no dejan de cometer errores para tratar de ganar adeptos.

 

El Partido del Trabajo nada de muertito y espera las condiciones para negociar y aprovechar las circunstancias para lograr posiciones que no se merece porque su fuerza electoral es casi inexistente en Tlaxcala. Movimiento Ciudadano es un partido inoperante que sólo sobrevive por los logros que ha obtenido en otras entidades del país.

 

El PAC, el partido local de la familia Ortiz, busca reaparecer y conseguir el apapacho de su hoy aliada Lorena Cuéllar, con el propósito de garantizar su registro en el 2024 y seguir obteniendo posiciones para que políticos desgastados como el ex gobernador Héctor Ortiz o su hermano Serafín Ortiz o la artificial sobrina Alejandra Ramírez lleguen a despachar como diputados cuando acumulan un importante rechazo social.

 

Fuerza por México Tlaxcala es otro instituto político local que viene operando a ras de tierra y que será un aliado importante de la gobernadora, quien sabe que el PVEM y Nueva Alianza no suman simpatías entre los ciudadanos y las ciudadanas.

 

En los más recientes comicios celebrados hace unos días en seis entidades del país, el PT perdió el registro en cuatro de ellas, mientras que el PVEM se desmoronó, al igual que el PRD y el PRI. Éste último partido no alcanzó la votación mínima requerida en Quintana Roo y por esa razón ese instituto dejará de tener representatividad oficial en ese estado.

 

El mes pasado le comentaba que en Tlaxcala los partidos opositores a Morena acumulaban bajos porcentajes de respaldo ciudadano, lo cual hoy nuevamente se confirma a través de un estudio que realizó el Buró de Estrategias y Análisis del Poder, S.C., una empresa poblana con credibilidad que dirige Rodolfo Rivera Pacheco.

 

Según esa encuesta elaborada en los primeros días del junio, a una muestra representativa de habitantes de todo el estado de Tlaxcala (1,200 entrevistas cara a cara en la Capital y principales Municipios de Tlaxcala), Morena ganaría las elecciones si hoy se celebraran los comicios al acaparar el 42.2 por ciento de las menciones.

 

El PRI apenas si sumaría el 6.4 por ciento de las simpatías mientras que el PAN captaría el 4.9 por ciento. Por el PT votaría el 1.4 por ciento. Por el PRD y el PVEM lo haría el 0.7 por ciento, respectivamente. Y por Movimiento Ciudadano el 0.1 por ciento.

 

“No sabe” acumuló el 18.5 por ciento de las respuestas, por “Ninguno” 13.1 por ciento de los ciudadanos y “Depende del candidato” el 11.8 por ciento de los entrevistados.

 

Al parecer el PRD es el único partido que ha entendido su realidad y quizá por esa circunstancia ha decidido asumir el papel de opositor a Morena y al proyecto de la gobernadora Cuéllar. Su diputado local Juan Manuel Cambrón Soria y su dirigencia encabezada por Julio César Pérez González aprovechan cualquier asunto y error para criticar y cuestionar a las nuevas autoridades estatales.

 

Saben que todos los asuntos legales y políticos están perdidos, pero hay que reconocer que sus señalamientos y posiciones marcan en algunos momentos la agenda mediática que al final terminan afectando la imagen de Lorena Cuéllar.

 

Por ejemplo, los más recientes estudios de opinión sobre el desempeño de la mandataria refieren que ella sale bien evaluada y calificada, pero no así su gabinete y colaboradores que son catalogados como inexpertos, cerrados, poco eficientes y sin capacidad para resolver problemas.

 

Lo que más debería preocupar en estos momentos a la gobernadora Lorena Cuéllar es que la percepción de los ciudadanos y las ciudadanas en torno a la corrupción está creciendo, pues en ese rubro los porcentajes se han movido hacia arriba al grado que cada vez se generaliza la idea de que en el actual gobierno hay malas prácticas en el manejo de los recursos públicos.

 

Por lo pronto la gobernadora debería agradecer que en Tlaxcala la oposición es casi inexistente.

 

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