No se sabe bien si es la novatez o la falta de experiencia entre los funcionarios estatales, pero a casi ocho meses de que llegaron al poder los colaboradores de la gobernadora de Tlaxcala Lorena Cuéllar Cisneros se siguen mostrando como inexpertos, soberbios y sin la capacidad política para atender y resolver problemas de su competencia, los cuales terminan evidenciando a una administración débil, sin liderazgo y blandengue.

 

 

El viernes pasado se dio la primera muestra de lo anterior en la comunidad de San Pedro Tlacuapan que pertenece al municipio de Chiautempan, donde a plena luz del día y casi en presencia de los policías y autoridades se llevó a cabo el linchamiento de un presunto ladrón a quien le rociaron gasolina y le prendieron fuego.

 

Hoy se cumple una semana de ese hecho de barbarie y no hay detenidos y ningún responsable dentro de la carpeta de investigación que inició la devaluada Procuraduría General de Justicia en el Estado en manos de la abogada Ernestina Carro Roldán, situación que le ha valido cientos de críticas a la actual administración estatal, porque entre el imaginario colectivo prevalece la percepción de que no se hizo nada para evitar ese acto tan vil.

 

Es obvio que la procuradora de Justicia Ernestina Carro está fallando, al igual que su inexperto equipo de trabajo con que llegó a una dependencia que sigue inmersa en la corrupción y en la ineficiencia.

 

Y qué mejor prueba lo sucedido ayer, cuando habitantes de Calpulalpan decidieron apoyar a una familia que reclamaba el cuerpo el cuerpo de una menor de 14 años, Cinthia Paola, quien falleció el pasado domingo en un accidente automovilístico registrado en la «Curva de San José» cuando un camión cargado con pastura aplastó varios vehículos.

 

El lunes los familiares de la adolecente empezaron a padecer el burocratismo y la insensibilidad del agente del Ministerio Público y el acoso de los policías de investigación, pues de forma prepotente evitaban dar explicaciones de las razones por las cuales no se procedía a cerrar el trámite legal para entregar el cadáver a sus padres a fin de que éstos pudieran llevar a cabo su sepelio.

 

Las protestas y las denuncias de los familiares empezaron y todos los funcionarios estatales que forman parte del gobierno de la Cuarta Transformación las ignoraron y minimizaron durante el martes, por lo que ayer cansados de la arrogancia e indiferencia de las autoridades tlaxcaltecas los familiares iniciaron una protesta en las oficinas del Ministerio Público ubicadas en Apizaco que después provocó el cierre a la circulación de la carretera federal México-Veracruz, a la altura de Calpulalpan.

 

Esa acción que provocó caos vial, pérdidas económicas y la molestia de cientos de automovilistas, sí llamó la atención de las autoridades estatales y de su ocupadísimo secretario de Gobierno, Sergio González Hernández y la ineficiente procuradora de Justicia, Ernestina Carro, quienes terminaron por “brincarse” los protocolos de la PGJE y entregar el cuerpo de la menor, que por cierto no se sabe con precisión cuáles eran los motivos por los que se encontraba retenido.

 

Normalmente cuando hay fallecidos en accidentes automovilísticos la Procuraduría General de Justicia en el Estado tarda entre 24 y 48 horas para liberar los cuerpos de las personas involucradas, sin embargo nadie se explica por qué en este caso el personal de la dependencia tardó más de lo normal en realizar su trabajo.

 

La ausencia de la gobernadora Lorena Cuéllar, quien viajó a los Estados Unidos para poner en marcha la Casa del Migrante Tlaxcalteca, se sintió y evidenció que cuando ella no se encuentra en la entidad se percibe de inmediato un vacío de poder.

 

Ayer varios funcionarios estatales pudieron ver a un irritado y disminuido secretario de Gobierno, quien tuvo que recurrir a los malos tratos y a la prepotencia para dejar sentir su poder y tratar de decir que él era el número dos, lo cual fragmentó aún más al divido gabinete, cuyos integrantes no dejan de filtrar estrategias y documentar las fallas y errores que se estarían cometiendo en diferentes áreas de la administración lorenista.

 

El equipo que acompaña a la gobernadora Lorena Cuéllar debe entender que el proceso de aprendizaje terminó hace casi dos meses y que ellos están para ayudar a resolver problemas y a gobernar dando resultados.

 

La mandataria no puede estar siempre y terminar por solucionar todos los problemas que generan o les surgen a sus funcionarios estatales, porque si es así sencillamente nos queda claro que esos colaboradores no funcionan y es urgente pensar en un relevo.

 

Las malas decisiones y el proceder de ciertos funcionarios están dañando la imagen del gobierno lorenista que para su mala suerte está siendo catalogado de débil y tibio.

 

La deslealtad de algunos funcionarios ya está detectada y pronto se empezarán a ver las consecuencias de sus actos.

 

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