Muy poco le duro a la actual administración estatal su discurso de que Tlaxcala se ubica entre los estados más seguros del país y que los homicidios dolosos van a la baja, pues tras el sanguinario asesinato del ex diputado panista, Omar Miltón López Avendaño, la percepción entre los ciudadanos y las ciudadanas de la capital y del estado, es que los crímenes violentos están imparables y la operación de grupos criminales armados que roban casas, negocios, automóviles y transportes de carga es la constante.

 

 

Del asesinato del actual titular de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Apizaco, López Avendaño, que se hizo público el pasado viernes 24 de diciembre sólo se saben rumores y especulaciones, porque hasta el momento la Procuraduría General de Justicia en el Estado ha guardado silencio y ha dejado correr diferentes versiones que en nada ayudan a esclarecer ese lamentable suceso que empañó las festividades decembrinas.

 

Resulta preocupante que un ciudadano y funcionario desaparezca una tarde noche en la capital del estado y que al otro día sea hallado muerto con signos de marcada violencia en un terreno de la comunidad de Tizatlán, perteneciente al municipio de Tlaxcala, sin que nadie sepa o haya visto algo relacionado a ese cruel homicidio doloso.

 

Me queda muy claro que en Tlaxcala capital es un fracaso la seguridad y mucho más la disque “estrategia” que lleva a cabo el charlatán alcalde morenista Jorge Corichi Fragoso y su director Francisco Javier Carreto Gámez, quienes sencillamente se han escondido para evitar dar explicaciones de lo que está pasando en la ciudad.

 

Y si las autoridades capitalinas ya demostraron en casi cuatro meses que llevan en el poder que son un rotundo fracaso, la actual procuradora de Justicia de Tlaxcala, Ernestina Carro Roldán y el director de la Policía de Investigación de la PGJE, Víctor Enrique Montiel Ramos, no cantan mal las rancheras porque su trabajo y “experiencia” no se ve por ningún lado.

 

Fueron los medios de comunicación los que confirmaron que la persona muerta en Tizatlán era el ex diputado local del PAN, toda vez que la PGJE sólo se limitó a emitir un comunicado donde informó que personal de la Dirección de Servicios Periciales realizaba los trabajos científicos y de campo correspondientes para dar con la identidad del cadáver encontrado el pasado viernes en un paraje de la comunidad de Tizatlán del municipio de Tlaxcala.

 

Esa fue la única y limitada versión que emitió la dependencia encargada de investigar y dar con los responsables del asesinato de Omar Miltón López.

 

Ante tal actitud, la dirigencia del PAN envió un comunicado para exigir a las autoridades estatales esclarezcan los hechos a la brevedad, porque no se puede tolerar situaciones de esa naturaleza por las razones que sean, que sin duda afectan la tranquilidad de las familias de los tlaxcaltecas y familias panistas.

 

Pareciera que en Tlaxcala ser funcionario o ex servidor público es malo, porque sencillamente se vuelven personas de intereses para bandas criminales que se ensañan con ese tipo de tlaxcaltecas. A principios de noviembre un comando armado irrumpió en la casa de los papás del ex alcalde de Panotla, Eymard Grande Rodríguez, donde supuestamente se intentaba cometer un robo que terminó con el asesinato de Zenaido Grande, progenitor de ese político perredista.

 

Ese asesinato sigue impune y por lo que se sabe las autoridades de la PGJE no han podido dar con los responsables, lo cual sería lamentable que se replicara en el asesinato del ex legislador panista, quien también habría enfrentado un atraco en su casa hace unos 20 días.

 

Si este tipo de delitos quedan impunes en Tlaxcala, que se puede esperar de aquellos que se cometen casi todos los días en la entidad por parte de bandas cuyos integrantes andan armados y lo mismo roban automóviles particulares que camiones de carga o secuestran a pequeños empresarios.

 

Sin duda uno de los pendientes del nuevo gobierno es la seguridad.

 

Al gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros le urge dar resultados en esa materia, porque los logros que viene consiguiendo en otros rubros se pueden perder o pasar desapercibidos por el problema de la seguridad que este fin de semana volvió a ser tema de preocupación entre los tlaxcaltecas.