Los ex gobernadores priistas Mariano González Zarur y Marco Antonio Mena Rodríguez han de estar muertos de envidia porque no pudieron resolver un pleito legal por la cancelación del proyecto de construcción de la Central de Abastos de Xaltocan, el cual le tomó a la actual mandataria arreglarlo en cien días y con el pago de 250 millones de pesos y no los cientos de miles de pesos que inicialmente exigían las empresas Díaz Gayosso Construcciones y Proyectos, Orión Global Group y Alpha Central de Abastos Tlaxcala.

 

 

El mencionado centro de almacenamiento y distribución se planeó y se empezó a edificar en la administración del ex gobernador panista Héctor Ortiz Ortiz, pero éste es cancelado por el rencoroso y malhumorado Mariano González que de forma arbitraria y discrecional decidió no continuar con un proyecto de su enemigo político, de ahí que los empresarios involucrados demandaron no sólo para recuperar su inversión, sino para recibir con una buena compensación por los daños y perjuicios que estaban sufriendo.

 

Manchis tuvo el pretexto ideal para contratar a los cotizadísimos despachos jurídicos de sus amigos y mantuvo el litigio que fue heredado al castrado Marco Antonio Mena, quien decidió evadir ese pleito para darle largas y dejar que el problema y la deuda fueran responsabilidad de la próxima administración, sobre todo porque se estimaba que el pago sería cercano a los mil millones de pesos que el gobierno de Tlaxcala debía hacer a las empresas afectadas.

 

Mariano y Marco sabían que ese conflicto legal representaría una bomba para el gobierno de Lorena Cuéllar, pero subestimaron la capacidad de la morenista que enfrentó el reto y se puso a negociar un acuerdo que al final a todos dejó sorprendido, porque su administración sólo cubrirá 250 millones de pesos y se quedará con toda la obra y la propiedad que abarca una extensión de 14.8 hectáreas.

 

El asunto no es menor y créame que la gobernadora de Tlaxcala pudo librar un problema que de no haberse negociado sin duda hubiera representado un enorme hoyo financiero para las finanzas de su administración.

 

Fue un logro importante que poco se destacó y presumió.

 

El equipo de Coyotes una carga para las finanzas del gobierno

 

El futuro del equipo de fútbol Coyotes Tlaxcala FC que dizque financia el empresario textilero Rafa Torre Mendoza podría desaparecer en los próximos días o meses, debido a que el nuevo gobierno del estado no está dispuesto a destinar 18 millones de pesos al año para que siga jugando en el recién remodelado Estadio Tlahuicole.

 

Hasta ahora se desconoce con precisión cuántos millones de pesos ha gastado el gobierno de Tlaxcala para conservar un equipito de fútbol, porque la única información que se tiene son los 90 millones de pesos que se entregaron a Rafa Torre durante la administración del intermitente Marco Antonio Mena.

 

Cada año Mena Rodríguez autorizaba 18 millones de pesos a su aliado Rafa Torre, pero hoy las cosas han cambiado y la administración de Lorena Cuéllar al parecer sólo tiene la intención de aportar para el 2022 la cantidad de 8 millones de pesos, cifra que al empresario textilero no le gustó porque según él es limitada y no alcanza para mantener a flote el equipo, de ahí que ha empezado a filtrar que dejará la franquicia de Coyotes porque ya se cansó de impulsar sólo ese costoso proyecto, con la clara intención de presionar a las nuevas autoridades que no se han inmutado.

 

La cantidad de recursos públicos que recibe al año ese equipo de fútbol es superior a lo que se destina a algunas dependencias u organismos públicos descentralizados. Nadie sabe cómo y en qué se gastan esos fondos, porque hasta donde se sabe nadie fiscaliza esos 18 millones de pesos.

 

La postura de la gobernadora ha sido firme sobre el apoyo de 8 millones que dará en el 2022 a Coyotes, la cual difícilmente cambiará pese a que Rafa Torre está empeñado en conseguir más financiamiento y por eso envía cada día a un amigo suyo con Lorena Cuéllar para que intercedan por su equipo.

 

La decisión de la mandataria me parece acertada y correcta, pues creo que existen otras prioridades y necesidades más apremiantes por atender que invertir en un equipo de fútbol, cuyos jugadores se la pasan más borrachos que sobrios.

 

Aquí les comparto una publicación que usuarios de la red social de Facebook han empezado a compartir y que ya han percibido la intención del empresario Rafa Torre.

“#NoSeVale Esparcir un rumor como método para manipular a sociedad y gobierno

 

Como aficionado al fútbol, pero más que nada como habitante de este bello estado, me indigna la forma en que la directiva del club trata de ejercer presión para conseguir el apoyo económico del gobierno del estado.

 

Por supuesto que los beneficios colaterales de contar con un equipo profesional de fútbol son evidentes, desde la derrama económica, el turismo, la proyección etc. Pero existen prioridades y deben atenderse, además de que el reglamento de la federación de fútbol pone limitantes a la inversión que provenga del erario público, a excepción de los estadios que en la gran mayoría son construidos y pertenecen a los gobiernos estatales (Solo leones de UDG cuenta con estadio digámoslo propio) El vecino estadio de Puebla hace poco el gobierno le inyectó cerca de 700 millones para su remodelación, aquí más de 150 solo para una grada y como siempre, seguirán negociando en lo oscurito. #YoNoMeChupoElDedo y por supuesto que el equipo coyotes continuará…

Gabriel Billalobos

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