Tuvieron que pasar casi doce años y recorrer tres partidos políticos para que Lorena Cuéllar Cisneros cumpliera su sueño de ser gobernadora de Tlaxcala.
En el 2010 siendo priista le disputó a Mariano González Zarur la candidatura del PRI al gobierno del estado, posición que pudo haber alcanzado si Cuéllar Cisneros hubiera optado por impugnar la nominación del rancio político, sin embargo optó por la negociación que le permitió llegar por la vía plurinominal al Congreso del Estado y abrazar la promesa de que en el 2012 sería la abanderada priista al Senado, posición que nunca llegó al grado que termina en una ruptura con el Revolucionario Institucional.
En ese entonces, Pedro Joaquín Coldwell, líder nacional del PRI buscó convencer a Lorena Cuéllar de permanecer en el partidazo y le ofreció una diputación federal por vía de la representación proporcional, propuesta que la tlaxcalteca rechazó porque las negociaciones para competir bajo la bandera del PRD para el Senado estaban avanzadas y el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya ya había convencido al candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, de aceptara a la ex priista.
En el 2012 López Obrador no obtiene el triunfo electoral para la presidencia de México, pero su arrastre hace ganar a candidatos del PRD y PT, de ahí que Lorena Cuéllar y Martha Palafox Gutiérrez llegan al Senado representando al estado de Tlaxcala, mismas que en el 2016, casi al final de la administración del priista Mariano González, se convierten en candidatas a la gubernatura por los partidos del sol azteca y del trabajo y de Morena, respectivamente.
El PRI optó por la imposición de Marco Antonio Mena Rodríguez como candidato del entonces partidazo que con la operación, mañas y el uso indiscriminado de recursos públicos logró el triunfo como gobernador, hecho que Mariano González lo celebró intensamente porque era el primer mandatario que ponía sucesor y porque le arrebató a la entonces perredista Cuéllar Cisneros la posibilidad de hacerse de la administración estatal.
AMLO funda Morena y en el 2014 obtiene su registro como partido político. En su primera incursión electoral en Tlaxcala que se registró en el 2016 y llevando como candidata a la gubernatura a la senadora Martha Palafox no obtuvo los resultados esperados, toda vez que sólo logró una diputación local por la vía plurinominal.
En las elecciones presidenciales 2018 López Obrador arrasó en Tlaxcala y ganó no sólo el poder Ejecutivo federal, sino el Senado y las diputaciones federales y locales, efecto que contribuyó para que en los pasados comicios del 6 de junio de este año Lorena Cuéllar ganara con una votación histórica la gubernatura de Tlaxcala.
Hoy Lorena Cuéllar asume el poder e inicia su quehacer como gobernadora.
Seguramente en este día se conocerán cuáles serán sus objetivos y metas, así como el rumbo y destino que tiene planeado para la entidad.
Empezaremos a conocer su estilo y forma de gobernar.
Veremos si es una gobernadora cercana a la gente o pone barreras o vallas metálicas. Comprobaremos si ella gobernará o lo hará también su familia, tal y como ha pasado con los últimos mandatarios de Tlaxcala.
Con Marco Mena ejerció el poder su hermano Fabricio Mena Rodríguez que hoy despacha como diputado local, con el hacendado gobernador Mariano González Zarur sus hijos Mariana González Foullón y Mariano González Aguirre, así como su carnal José Antonio González Zarur, mejor conocido como “Tonchis”, tuvieron voz de mando y permiso para hacer negocios al amparo del poder.
En el gobierno del panista Héctor Ortiz Ortiz no sólo sus hermanos mandaban, sino también su esposa Guadalupe Lozano Tovar y sus cuñados que crearon sus cotos de influencia y negocios.
Sabremos si al menos en el discurso aparece Morena en la actual administración, porque ya quedó claro que los militantes de ese partido quedaron excluidos del gabinete estatal, aunque también hay dudas de que la parte ideológica de la Cuarta Transformación se plasme correctamente en el mensaje que hoy pronunciará Lorena Cuéllar, pues trascendió que el responsable de escribir esas líneas no es otro más que el trácala diputado local Rubén Terán, quien ayer no se cansaba de presumir en los pasillos del Congreso del Estado que estaba muy ocupado redactando el discurso de su jefa política.
Si escribe como negocia entonces ya valió madres, ya que aceptar que una fiel representante de la corrupción y de los negocios familiares como la diputada local del PAC, Alejandra Ramírez Ortiz, sea la que le tome protesta a Lorena Cuéllar como gobernadora, es no tener memoria y mostrar un enorme cinismo.
También se conocerá la capacidad e inteligencia de los nuevos funcionarios estatales. Ojalá brillen y destaquen, porque no sería extraño verlos este día uniformados, bañaditos y bien peinados siguiendo al pie de la letra las instrucciones de la maestra gobernadora que le encanta figurar en el cuadro de honor y poner estrellitas a aquellos subordinados que obedecen ciegamente sus órdenes.
Hoy se empezará a escribir una nueva historia y veremos si es diferente o se mantienen los mismos vicios y malas mañas que siempre han existido en el gobierno de Tlaxcala, como la simulación, la corrupción, el amiguismo, la indiferencia y otras prácticas más.
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