La mayoría legislativa que Morena y sus aliados como el PT, PVEM, Nueva Alianza y el PEST supuestamente tendrá en la próxima legislatura está en duda, porque no existe la certeza y la seguridad de que todos los diputados de esas fuerzas políticas se mantendrán en ese bloque y terminarán obedeciendo a la futura gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Las apariencias engañan, de ahí que el grupo cercano a la mandataria electa se ha dado a la tarea de comprobar si realmente se tendrán los votos necesarios y suficientes para aprobar sin problemas las reformas y leyes que requieren para imponer el sello de la Cuarta Transformación en Tlaxcala.
De entrada la virtual designación del pésimo operador Rubén Terán Águila como coordinador de la bancada de Morena en el Congreso local está generando divisiones y rechazo, no sólo en ese partido, sino en otras fracciones legislativas como en el PT que no aceptarán someterse a la influencia de poder de ese ex perredista con corazón marianista.
Ese personaje intentó controlar a los actuales legisladores de Morena y nunca pudo hacerlo. Intentó intervenir en las decisiones y siempre fue ignorado, de ahí que es probable que siga acumulando fracasos.
Se dice que Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, el diputado que logró la reelección y que forma parte de la bancada del Partido del Trabajo que nuevamente tendrá cuatro legisladores, sencillamente no soporta a Rubén Terán y la posibilidad de que jalen para un mismo lado es imposible.
En los últimos días ha trascendido que el mañoso Miguel Ángel Covarrubias lleva a cabo una operación fina para controlar en la futura legislatura posiciones importantes que limitarían el poder a Morena y a sus aliados, por lo que no sería raro que ese político terminará haciendo equipo con el grupo que seguramente integrará el PRI, PRD, PAN y el PAC que hasta ahora suman siete diputados que, en el papel, se ven más preparados y con mayor capacidad no sólo en el discurso, sino operativamente hablando.
El PRI tendrá como legisladores al hermano del actual gobernador, Fabricio Mena Rodríguez, la bisoña política Diana Torrejón Rodríguez y la belicosa líder del Sindicato de Trabajadores del Sector Salud, Blanca Águila Lima. A este grupo habrá que agregar al ex líder del PRD y maestro de Rubén Terán, Juan Manuel Cambrón Soria, quien también llevará el respaldo de un legislador más.
A ellos se sumará el ex dirigente estatal del PAN y ex diputado local, José Gilberto Temoltzin Martínez, quien seguramente jalará a la nueva líder del disminuido orticismo Alejandra Ramírez Ortiz.
La duda sobre la mayoría que Morena y sus aliados dicen tener en el papel, radica en que hay personajes de dudosa calidad, su proclividad al dinero público y su pasado que está vinculado al PRI y a sus gobiernos.
Lenin Calva Pérez que se asume ya como coordinador de la bancada de Nueva Alianza y su chalán Bladimir Zainos Flores se consideran aliados del actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.
Ambos trabajaron para el PRI en los comicios del 2016 y fueron partícipes de las transas que el ex mandatario hacendado Mariano González Zarur hizo para ganar por la mala la gubernatura para su pupilo Marco Mena y evitar que Lorena Cuéllar se hiciera del control de la administración estatal.
El Partido Verde Ecologista de México tendrá dos legisladores, Jaciel González Herrera, ex presidente municipal de Lázaro Cárdenas y Maribel León Cruz, quien también logró la reelección en el cargo. Los dos tienen marcados vínculos con el PRI y no se descarta que una vez en el cargo opten por mantener los privilegios que disfrutan y tienen los legisladores locales, los cuales el mediocre Rubén Terán pretende desaparecer para, según él, hacer realidad los principios y valores de la Cuarta Transformación.
Algo de lo que se habla muy poco, es que los actuales diputados locales que en teoría representan a la Cuarta Transformación, se aumentaron su dotación de gasolina, se autorizaron un fondo anual de casi 500 millones de pesos para etiquetar obras en los municipios y cambiaron la fórmula para obtener más recursos de los ajustes trimestrales.
Lo anterior lo hicieron porque pudieron doblegar al actual gobernador priista Marco Antonio Mena Rodríguez que siempre rechazó la confrontación con los diputados de Morena y sus aliados el PT y el PEST.
En Tlaxcala ser diputado local es sacarse la lotería. Aunque parezca irónico, la reducción de legisladores de 32 a 25 no representó ningún ahorro, al contrario si se revisan los número se llegará a la conclusión que hoy en día el Congreso del Estado maneja y dispone de más recursos públicos.
El dinero sin duda será un factor que puede romper la supuesta mayoría de Morena y sus aliados. La pelea por el control del Comité de Administración de la próxima legislatura será encarnizada.
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