El tiempo terminó dándole la razón.

 

 

Lorena Cuéllar Cisneros, candidata de la coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala”, ganó la contienda electoral y su triunfo fue tan contundente que eliminó cualquier posibilidad de que se judicialice su victoria.

 

Los pronósticos de que la aspirante de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, Anabell Ávalos Zempoalteca, tenía posibilidades de lograr el triunfo y que los comicios de ayer serían muy competidos y que habría un final de fotografía fallaron.

 

El proyecto para detener el arribo de Lorena Cuéllar a la gubernatura fracasó vilmente. La rancia clase política de Tlaxcala se equivocó, al igual que los ex gobernadores como Mariano González Zarur, Héctor Ortiz Ortiz, José Antonio Álvarez Lima, Beatriz Paredes Rangel y Tulio Hernández Gómez.

 

De nada sirvió que Mariano y Héctor hayan olvidado agravios y rencores si terminaron haciendo el ridículo ante la futura gobernadora. Sus mejores tiempos como operadores y jefes políticos de sus respectivos clanes pasaron y ahora no les queda más que rumiar su derrota y recordar aquellos momentos cuando eran poderosos, bravíos, audaces y hasta inteligentes.

 

Nunca aceptarán que la estrategia de la priista Anabell Ávalos era una burbuja que creció pero que sencillamente no tenía la fuerza necesaria para derrotar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a Lorena Cuéllar y a Morena.

 

El fracaso será mayúsculo si se confirman los datos de los conteos rápidos del INE, ya que la futura gobernadora podría sumar casi 300 mil votos y lograr una diferencia de cerca de 100 mil sufragios sobre la priista Anabell Ávalos que apenas si superó la votación con la que el actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez consiguió su cargo, es decir, que su tan cacareada unidad, la suma de liderazgos y de candidatos de otras fuerza políticas, así como el invaluable el respaldo del PAN, PRD, PAC y el PS no representaron la montaña de sufragios que se esperaba de ellos porque su contribución fue mínima y pronto quedará evidenciada.

 

Aunque parezca increíble, el actual mandatario Marco Mena fue el que mostró mejor olfato e intuición política. Supo desligarse en tiempo y forma de Anabell Ávalos y de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, lo que le valió recuperar la confianza y recomponer su relación con el gobierno federal de López Obrador.

 

Habrá que esperar los resultados definitivos para conocer quienes también hicieron el ridículo como podría ser el avejentado Serafín Ortiz Ortiz, candidato del PAC a la presidencia municipal de Tlaxcala, quien ni siquiera tuvo la fuerza ni la capacidad de lograr una mejor posición que la traidora panista Claudia Pérez Rodríguez y la soberbia priista Anabel Alvarado Varela.

 

Esa triada de malos y embaucadores políticos fue vencida por el morenista Jorge Corichi Fragoso, quien también obtuvo en los comicios de ayer una victoria contundente en la capital del estado.

 

En el transcurso del día se tendrá más avance en los resultados y se podrá tener claridad cuál será la nueva realidad política en la entidad.

 

Morena puede presumir su hegemonía. Sus aliados el PT, PVEM, Nueva Alianza y el PEST son una carga que más que ayudar estorban, porque piden mucho y aportan muy poco al triunfo electoral.

En fin, a partir de hoy las cosas cambiarán y como dijo Lorena Cuéllar se empezará a escribir una nueva historia para Tlaxcala.

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