Después de nueve años, por fin se resolvió el último recurso jurídico en contra de los Ortinotarios, quedando demostrado que todo lo que hizo el entonces gobernador Mariano González Zarur no fue más que un capricho alentado por su hijo Mariano González Aguirre para no sólo tratar de denostar a la administración de su enemigo el entonces panista Héctor Ortiz Ortiz, sino a los especialistas del derecho que obtuvieron una patente a finales del 2010.

Esta historia estuvo plagada de odios, engaños, rencores, envidias y corrupción por parte del hacendado gobernador Mariano González, quien nunca pudo ocultar sus enormes deseos de maltratar y perjudicar a un grupo político al que nunca pudo derrotar.

El Manchis hoy en día representa el mayor ridículo político y legal de la historia de Tlaxcala, por lo que debería rendir cuentas ante la justicia, ya que fueron millones de pesos los dilapidados por su gobierno para tratar de quitar a los notarios la patente.

Si bien esa inmensidad de recursos públicos y humanos utilizados para tal fin representan un enorme daño al erario que hoy en día es incuantificable, lo cierto es que en su momento la estúpida venganza de González Zarur sí logró la suspensión de las actividades de los fedatarios que al defenderse jurídicamente pudieron revertir esa decisión y regresaron a su labor, de ahí que hoy podrían iniciar un procedimiento para que el ex gobernador afronte con su propio patrimonio la reparación del daño que les causó.

Sin duda esta resolución traerá consecuencias mayores, primero porque el actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez ya no tendrá, ahora sí, problemas para cesar a Sergio Cuauhtémoc Lima López, director del Registro Público de la Propiedad y Notarías, pues fue el autor material de todos los juicios en contra de los Ortinotarios.

Segundo porque Lima López engañó a Mariano González y de la misma forma al actual mandatario estatal. Nada de lo que plasmó en las diversas demandas fue cierto y con el paso del tiempo el caso contra los notarios fue insostenible.

La ignorancia del ejecutivo sobre el tema legal de los Ortinotarios ha sido aprovechada por ese nefasto funcionario, al grado que sigue usufructuando a su antojo la Dirección del Registro Público y Notarias sin que nadie sea capaz de ponerle un alto.

Ojalá el gobierno menista y los notarios vuelvan a trabajar en armonía, porque la ciudadanía está necesitada de que sus actos gocen de certeza jurídica y de que los trámites estén al alcance de su bolsillo. Septiembre considerado como el mes del testamento está a la vuelta de la esquina y sería saludable ver que ahora si emprenden una acción conjunta que demuestre que pueden aplicarse de manera coordinada.

El gobierno de Mena Rodríguez está ante una oportunidad de oro de devolverle a Tlaxcala la paz que necesita. Con la resolución favorable que ayer obtuvieron los notarios se acaba la historia negra de Mariano y su hijo abusando de las arcas del Estado. Ya no hay pretexto para seguir manteniendo en el gobierno, el más mínimo vestigio del marianismo corruptor.

Las mentiras caen por su propio peso y hoy no ha sido la excepción, porque se cierra una de las páginas más trágicas de abusos y corrupción cometidas en Tlaxcala.

Para Mariano solo es el inicio de un largo peregrinar que le espera ante la justicia, y eso que no se ha hablado de su participación en la Caja La Libertad y el presunto lavado de dinero que habría cometió, pues existe la sospecha que algunos fondos manejados se obtuvieron de probables moches que recibieron él y su hijo durante su administración.

Hace unos meses, Mariano González y el abogado Juan Collado Mocelo –responsable de la Caja La Libertad- que fue detenido por la FGR por presuntamente estar involucrado en operaciones financieras ilegales, realizaron un viaje por España a fin de poner en orden las propiedades que el ex gobernador habría adquirido en los últimos años y que ahora pretende donar a sus hijos.

La resolución final del último recurso de revisión 322/2018 en contra de los fedatarios sacará a la luz el “Tlaxcaleaks” que contiene toda la información del millonario pleito que el frustrado ex gobernador emprendió para vengarse de los Ortinotarios. Hay contratos y correos electrónicos que demuestran cómo se planeó y ordenó esa estúpida venganza.