Será en las próximas semanas cuando se compruebe si el distanciamiento que tuvieron los diputados de la coalición integrada por Morena, el PT, el PES y el PRD es permanente con el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez o de simple coyuntura y de conveniencia al reasignar partidas en el presupuesto de egresos del siguiente año, cuyos fondos serán etiquetados por los legisladores.

Los intentos que emprendieron los operadores del gobernador para evitar la modificación al presupuesto de egresos del 2019 no prosperaron y sus esfuerzos por convencer con estímulos económicos a los legisladores casi prosperan, pero al final prevaleció la congruencia y avanzó el recorte a algunas partidas cuyos recursos públicos eran utilizados para mantener gastos superfluos o para financiar fiestas y festivales.

Víctor Manuel Báez López, el aún presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política fue un espectador más de ese proceso legislativo, al grado que ya comprendió que su liderazgo sólo existe en su mente como se le dejaron en claro sus compañeros de bancada y de otras fracciones parlamentarias.

Arnulfo Arévalo Lara, enlace del Ejecutivo con los diputados locales, no pudo con la tarea que le encargo su jefe, pues durante ese proceso comprobó que sólo goza de la lealtad ciega de su legisladora priista, de los dos diputados del PAN, así como de las representantes de Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano, número de legisladores que apenas si le alcanza para hacer algo de ruido en la tribuna con acusaciones estrambóticas.

Su estrategia de llevar al Congreso del Estado a los ridículos líderes de las secciones 31 y 55 del SNTE, Demetrio Rivas Corona e Ignacio Díaz Grande, respectivamente, junto con otro grupúsculo de maestros para protestar contra los recortes al presupuesto de egresos no tuvo ningún efecto, más que retrasar por algunas horas lo que era inevitable.

Aunque la reasignación alcanzó los 430 millones de pesos que implicó la reducción en las partidas que recibirán la Oficialía Mayor de Gobierno, Pensiones Civiles, el fondo de seguridad pública y los apoyos básicos de la educación, ésta no fue tan grave porque no tiene implicaciones financieras que pongan en riesgo la operatividad de la actual administración.

En Tlaxcala los legisladores de Morena, el PT, el PES y los convenencieros del PRD impulsaron la creación de un fondo para fortalecer la autonomía municipal que apenas si suma los 250 millones de pesos, cuando en otras entidades como el Estado de México esa misma coalición legislativa procedió a recortar al Ejecutivo más de 2 mil millones de pesos en su presupuesto, así como a bajar los recursos al Poder Legislativo y Judicial con 300 millones de pesos a cada uno y generar con otros ahorros una bolsa de 4 mil millones de pesos que serán distribuidos en 125 municipios que conforman ese estado.

En los últimos cuatro meses la relación entre el gobernador priista Marco Mena y el Congreso del Estado con mayoría de Morena, el PT y el PES ha tenido altibajos que les ha permitido transitar, sin embargo habrá que ver si a partir de enero retoman el acuerdo de sumisión que ofreció Báez López al Ejecutivo o se hace más grande la distancia al grado que en unas semanas más se hable de una ruptura.

Una prueba de la sumisión que el diputado morenista priista Víctor Manuel Báez tiene hacia el mandatario estatal, es que se dedicó a obstaculizar y evitar cualquier comparecencia de algún funcionario con relación a la glosa del Segundo Informe de Gobierno, pues el plazo legal para llevar a cabo ese procedimiento ya venció y ningún legislador tuvo la iniciativa de pedir la visita de un secretario al menos para cuestionar algún párrafo de ese documento oficial.

Hoy es el último día del presente año y aprovecho para desearle a los lectores de e-consulta Tlaxcala y de este espacio de opinión lo mejor para el 2019. Felicidades.