La mayoría de los alcaldes optó por mantenerse discretos y alejados de reflectores en exceso… ¿cómo echarse flores sin perjudicar a la pasiva e ineficiente administración estatal?

Caricatura 1, Diputados PAN, Angelo Gutierrez, Julio Alvarez, Roberto Zamora Gracia, Junta Coordinacion, Tlaxcala Online

Sería injusto que el gobernador Mariano González Zarur, no viese la solidaridad de la mayoría de alcaldes de la entidad, quienes por iniciativa propia optaron por presentar informes bien discretos… novedosos dirían en el ayuntamiento de Tlaxcala –por ejemplo- donde los trípticos casa por casa, suplieron a los rimbombantes actos donde se echaba la casa por la ventana.

Alejandro Aguilar de Huamantla, otro ejemplo de moderación que, pese al desbordado parvulario de ninis albiazules comiéndose entre ellos en su administración, prefiere las declaraciones sin los habituales triunfalismos para no afectar el poco brillo mariano en el año de la consolidación. Y hasta aprovecha los reflectores para condicionar su participación en las urnas de 2015 a que se abstenga de ello el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya (de quien nos dicen, sería su suplente ni más ni menos que Luis Mariano Andalco López).

Ver los estilos de informar del alcalde apizaquense, Jorge Luis Vázquez Rodríguez, muestra cómo no todos caravanean con sombrero ajeno, pues si es justo reconocer que el centro histórico de plano va a cambiar a la Ciudad Rielera, desde La Maquinita en las alturas, hasta una 16 de Septiembre debidamente urbanizada, también lo es su reconocimiento de que esas obras no habrían sido posibles sin el concurso de un gobernador determinado a dejar huella en las calles donde hace más de medio siglo ya daba signos que al paso del tiempo sería un pinacate. (que se acuerde cómo se divertía tirando botes de leche, acompañado por José Antonio Sagasti, hoy también todo un vetarro)…

No llamemos mediocre a la administración estatal… digamos que es atípica. Y que los alcaldes vieron menos desgastante mantenerse en un bajo perfil, pese a que su trabajo generalmente superó al del ejecutivo.

En el Congreso

Tres panistas tres, cruzan sus aceros en pos de la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCCP): Ángelo Gutiérrez, Julio Cesar Álvarez y Roberto Zamora Gracia.

No han dado tregua, ni en su desempeño como en su actitud crítica.

Si bien Ángelo Gutiérrez, ha puesto el cascabel a un gato ejecutivo, autoritario y no menos turbio, también hay que decir que en cualquier momento se enlista como candidato a diputado federal por el segundo distrito.

Ello limitaría la pugna a Julio Cesar y Roberto. Y aquí, habría que reconocer que el más joven de los dos se ha conducido sin el protagonismo del émulo de Nico (el de los karatazos). No está lejos, creo, la unción de Álvarez García. Claro, esto es coyuntural, pero hay que darnos un poco de tiempo.

Dinero, maldito dinero…

En esta guerra por ganar posiciones, el Comité de Administración se convirtió en la manzana de la discordia entre priístas.

¿Cómo, pues no los priístas son obedientes incondicionales de lo que ordene su superioridad?

Ahí tienen… les llegó el espíritu democrático y, recordando que a la hora de votar, hacerlo en conciencia puede ser más productivo que las formas corporativas, han visto al cargo de firmar y firmar cheques el atractivo brillo de hacer uno que otro negocio… una que otra travesura; porque transparentes lo que se dice derechos, los priístas pues para nada.

Sus nombres son de sobra conocidos: Heriberto López Briones, Javier Vázquez Sánchez y Ángel Xochitiotzin Hernández. Ni a cuál irle de autoritario y ególatra. Pero cómo cada uno dice, si el PRD pudo con el paquete y hasta nos permitió tener nuestras sospechas, ¿nosotros por qué no?

Ni se ponen de acuerdo, y tampoco dan la necesaria tregua afectiva de fin de año.

Para mí, eso es el resultado de la ausencia de un liderazgo en el PRI, y se siente desde la misma dirigencia hasta esto que nos ocupa: el comportamiento de los tricolores a la hora de pedirle a Dios que no les dé, sino los ponga donde hay (de seguro se encargan de ver las condiciones de practicar el dos de bastos).

De una cosa estoy seguro. A los inquietos que quieren llegar no los mueve el interés por perfeccionar leyes y quedar bien con sus electores.

Se dejan guiar por un interés netamente económico. En la medida en que sangren más al presupuesto, podrán contar con más lana para financiar sus personales proyectos, pese a que en su mayoría andan por el sótano respecto al tema popularidad.