Cuántas posturas fueron desechadas por una comisión de asuntos electorales que desde entonces se comportaba como vividora de la Izquierda
En bancarrota y con serios pendientes con la Ley acabaron los consejeros del Instituto Electoral de Tlaxcala (IET), en cuya cuestionada selección, ejecutivo y sus secuaces de entonces echaron la casa por la ventana, no sin antes rechazar a múltiples, ¿mejores o peores?, eso nunca se va a saber.
El malhumorado patrocinador de este puñado de fracasados los dejó solos, y hasta aprovechó la oportunidad para advertir a sus demás subordinados hasta dónde puede llegar la crueldad de un ente de poder al cual halaga el sufrimiento de los demás.
Los integrantes del Consejo General de dicho organismo dejaron hace tiempo de dormir, porque se la pasan pensando a quién sablear o qué bienes del IET malbaratar para cubrir los laudos que suman 2.2 millones, y al menos tener un poco de solvencia.
El escenario es inmejorable para el cruel hacendado a quien el hundimiento de sus otrora marionetas, hoy lo hace expresar: “no soy el presidente del IET ni soy consejero”.
Exhibe un gusto muy de él reclamando a ese Consejo por no haber contado con reflejos a tiempo: “Ya tendrían que haber liquidado al personal desde el año pasado… ya sabían que el instituto va a desaparecer… deberían de haber ahorrado… ya deberían de haber pagado los laudos”.
Fiel a su estilo gerencial busca culpables de los logros que no pudo tener.
Y aplica intereses leoninos a los sujetos cuya elección en su momento lo inquietó.
La grácil Eunice Orta no puede abrir más sus ojos y encoger los hombros cuando reconoce que el acuerdo del juez federal es remitir el expediente al Tribunal Colegiado para que este lo envíe a la Suprema Corte de Justicia de la Nación…
¿Qué raro verdad?… un frente más, abierto por el predecible marianismo, en contra de lo que hoy ya podemos considerar como un sector vulnerable.
¿Cuánto costó hacerlos consejeros?… y cómo acabaron.
La medalla Miguel N. Lira
Tal vez la otorguen a la periodista más antigua de Tlaxcala.
¿Con qué mérito contará?
Pues, al menos el de registrarse como parte del reducido grupo, expuesto a lidiar con los diputados que han llevado la entrega de la valiosa presea al límite de las decepciones anticipadas.
Y para eso se necesita valor.
Serios pendientes con el SAT
¿Será el ex alcalde de Apizaco, Orlando Santacruz Carreño, el único responsable de disponer de fondos, comprometidos para que ese ayuntamiento declarase ante Hacienda, pues se trataba de retenciones y otros impuestos que, nada más tenían que depositarse en la cuenta del organismo?
¿Apoco ninguno de los que tomaron la estafeta se dio cuenta?
En el PAN
¿No se le hacen muchos los cinco candidatos que disputan la dirigencia estatal de Acción Nacional?
De ellos, por lo menos dos –que han expresado sus deseos de participar en la elección a gobernador- están sufriendo el desgaste de su vida, pues si en este contexto tan comprometido no se hacen con la dirigencia, ¿qué convocatoria tendrían para buscar la candidatura?
Un añejo distanciamiento, provocado por unas viles prendas para caminar, decantó con el tiempo en la terrible división que hoy ese partido es incapaz de ocultar.