García Portilla no despunta… seguramente lo pusieron en el sitio equivocado… cuidando el menaje no era tan malo, pero ni su discurso ni sus dichos intimidatorios le responden.

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Advierto desviado el análisis del impuesto dirigente priísta de Tlaxcala, Ricardo García Portilla, respecto a lo que graciosamente considera el temor que le tienen los panistas, tras el ventaneo que el legislador Julio Cesar Álvarez García –quien arrebató el triunfo a Noé Rodríguez Roldán, en aquél cochinero electoral- acusándolo de inaugurar obras en la comunidad de Calvario, enclavada en ese distrito, el 15o supongo.

Porque hay de panistas a panistas. Este que le ha reclamado andar caravaneando con el sombrero de la administración González, creo que ataca franco desde que ha salido por la puerta de toriles, lo que no pasa con su coordinador parlamentario, a quien García Portilla debió ubicar en el team de subordinados y mañosos, esos que bailan al son que les toquen pero, aseguran obedecer a una conciencia a prueba de cañonazos… no creo.

Ese podría ser el fondo. Con todo y liderazgos pagados por adelantado, es evidente el aislamiento de un novel dirigente tricolor, cuya menuda presencia en el entorno de su partido –moralmente quebrado- ni siquiera con esas ventajas puede asirse a un puerto de seguro liderazgo, porque para eso se nace, mi amigo.

Permítame citar sin salir de Calpulalpan, el filo de Tulio Hernández Gómez, un indiscutible baluarte tricolor, dueño de un estilo propio basado en la humildad, y colocada esta sobre el interés material que suele mover a la mayoría de quienes buscan dirigir a un partido para saciar sus ansias de poder.

Tulio, el alter ego de Mariano, tendría después los tropiezos con su lenguaje y con las respetables jarras de pulque o de wisky, mas su discurso priísta, con rumbo y seriedad procuró no ceder a tentaciones como las del joven este, debatiendo aquello de carga maletas, y aun peor, ironizando sin pizca de gracia, su existencia en el subconsciente de los panistas.

En todo caso, que lo digan ellos, pero el nieto de Genaro Portilla Garrido (¿?), se atribuye derechos un poquito deschavetados, haciéndose pasar por quien les quita el sueño, cuando a lo mejor verdad, es quien les quita el aburrimiento pues hasta hoy, con datos duros puede ver que el PRI, en las urnas, ha sido el principal aliado de la oposición.

No es que el propietario de su factura de origen lo desaproveche, pero hay de mayordomos a mayordomos. Unos sirven para cuidar el menaje, y son tan hábiles que hasta le meten mano sin que el amo siquiera lo advierta, pero oiga usted, lo ha mandado al kiosco de la hacienda, a persuadir a los acasillados sin esa pizca de gracia… digamos tuliesca.

Y mire que una persona, con esta oportunidad pero con tales carencias, ha de sufrir. Y bastante.

Guardando proporciones, porque José Antonio Álvarez Lima y su purpúrea ideología, tuvieron la gracia de ver democracia  cuando tenía que devolver los favores al autoritarismo que lo impuso, y hasta echó anticipadamente a Beatriz, algo de su impopularidad tiene este joven dirigente que se esfuerza por retumbar en la conciencia de los militantes… pero es que su cara se olvida con facilidad.

Evoquemos aquél discurso frío y fuera de sitio de Álvarez Lima ante una raza deseosa de convivir con su líder. Desesperado por su falta de salero, el pelón y barbón preguntaba desesperadamente al público: ¡¿o no es así compañeros?!

Y la respuesta era un prolongado y desgarbado “ajjjjjá”.

Ahora, estamos hablando de todo un personaje. Que fue gobernador. Que ha hecho los grandes negocios con Radio Pirata (es que la vendió y luego la volvió a comprar bien bara), ¿qué será entonces si nos referimos a Ricardo García Portilla?

Pero aquí entre nos, deseamos que le vaya bien, porque miren ustedes, al PRI, ¡ya basta de madrearlo!

Lo han saqueado, no nada más en el capítulo de las prerrogativas, sino moralmente. Lo han defraudado, lo han robado, le han enjaretado a ese par de… individuos (sí, Teodardo y Silvestre) y hasta a la señora esta ex de la Caiptlax, no hay que ser.

Con todo y esas… finezas, no le pongan a alguien que de veras lo conmueva (mire que ahí quedaba bien Marquito Mena), bueno, eso sí es para pensar que ya avanzaron en su aniquilamiento.

Crispín, como gato panza pa’rriba

Así es. El orticismo no va a dejar sus posiciones sin dar la lucha. Pero eso sí, Crispín tendrá que reconfigurar el disco duro de su desempeño, dejar para otro momento eso que algunos llaman extorsión de cuello blanco, y aplicarse a fondo mandando a volar a la bola de auditores esos cuya ansia de dinerito a nadie le hace bien.

Que las cuentas realmente sean honestas.

Ya veremos qué hacemos con el chaparrito este perredista que, oiga usted se adhirió como un hongo a la Comisión de Fiscalización, y hasta hoy no ha habido antimicótico legal capaz de devolverlo a su pachanguero origen.

Eso es lo que nos hace daño. Esos subordinados con piel de perredistas, o de panistas, como el locutor que les platicaba al inicio, son los responsables del estado amoral entre poderes.

Es una pachanga donde cada quien se sirve lo que quiere pues al interés superior le conviene tenerlos a todos atarantados de tanto trago y panzones de tanta torta, mientras él seguirá entregando informes en blanco y organizando festines como su alcurnia se lo dicta.