Pese a contar un planta de tratamiento, vierte el agua negra de 500 casas a una propiedad particular y ha formada un foco de infección de 18 metros de profundidad.

e2128

El Juzgado Segundo de Distrito, amparó a un particular, cuya propiedad anexa a la Unidad Habitacional Cuarto Señorío, es utilizada desde hace aproximadamente nueve años para verter las aguas negras de alrededor de quinientas casas.

Las casas de dicho fraccionamiento fueron financiadas por Pensiones Civiles de Tlaxcala, dependencia que destinó varias hectáreas de su patrimonio a la edificación de cientos de viviendas; las financió y hasta obtuvo en comodato la planta de tratamiento de aguas residuales, como parte de la infraestructura de este importante desarrollo habitacional.

Hace años que esa planta no funciona. Y aunque así fuera, carece del entubamiento para llevar las aguas tratadas a su destino final, que sería la laguna de Acuitlapilco.

Lo más sencillo fue permitir la formación de una laguna de aguas negras, terrible foco de infección para los cientos de familias asentadas. Al grado que la contaminación ha formado un peligroso pantano, de 18 metros de profundidad.

No hay precedente de un riesgo sanitario de semejantes dimensiones, donde se materializa la irresponsabilidad de las autoridades.

Un adulto mayor, dueño de la fracción anexa ha sido la víctima.

Tendrán que pagarle sesenta millones de pesos. Me parece que su reclamo es justo porque sus hectáreas a lado del Cuarto Señorío difícilmente van a recuperarse… ¡18 metros de profundidad tiene su contaminación!

Hicimos nuestro propio pantano. Hay de aquél que se hunda en este fango.

Nos enteramos que el afectado denunció lo que era una incipiente catástrofe a la entonces alcaldesa Lorena Cuéllar Cisneros. Quien la sucedió en el cargo, Zenón Ramos, daría continuidad a la indiferencia oficial, pero tuvo la gentileza de informarlo por escrito. Desde entonces, el involuntario dueño de esa podredumbre pudo demostrar a instancias superiores el nivel de indolencia de las autoridades municipales de Tlaxcala.

Su calvario lo llevó a desentrañar a la instancia responsable: Pensiones Civiles de Tlaxcala.

Indemnizar al afectado es inevitable. Hoy, en el año de la consolidación sería sano que la Coeprist y sus gorilas llamasen la atención a quienes deberían estar en la cárcel. Pero ellos se dedican, según nos enteramos, a cerrar bares y otros negocios fuera de su jurisdicción bursátil.

PCT no es negocio, es el receptáculo de la indolencia oficial. Y su peor presión no es el capítulo de los pagos a los trabajadores del estado, no, es la irresponsabilidad de sus directivos… no está usted para saberlo, pero hoy se pasa por Pensiones para ser secretario de Gobierno.

Se trata de una catástrofe de grandes dimensiones, acaso fuera de contexto en esta administración estatal de las pequeñas obras (guarniciones y manchigrecas) y de los millones de pesos tirados a la basura en los viajes de helicóptero de la casta divina de petatiux.

Apetatitlán, calles espantosas

A propósito del secretario de Gobierno. Sus vecinos de San Pablo Apetatitlán, le formulan una sentida petición para que tenga a bien intervenir en el cambio de adoquín de su avenida principal… la que viene de la Aguanaja (cuidado, ahí matan), pasa por el Colegio de Tlaxcala, y va a dar a Chiautempan. Ah, también pasa por las oficinas del gobernador. ¡Está hecha un asco!

Condenado lobo, salió fino…

Nos llegó esta información: después de la primera quincena de marzo se dio la instrucción para que un tal Óscar Amador, alias Lobo, encargado de la oficina de giras y logística del mandatario Mariano González  Zarur, dejara su cargo a un ta…l teniente Daniel, pues sus excesos y la presunción de actos de corrupción simplemente no se podían seguir solapando.

Sin embargo, pese a la orden, en los hechos el mencionado funcionario se resiste a dejar su negocio, perdón su puesto, para lo cual ya solicitó el apoyo de los hijos del gobernador Mariano González Aguirre, Mariana González, así como del carnal probe, mejor conocido como Tonchis. También buscó al michoacano Mario Armando Mendoza y a la siempre dispuesta Maricela Cuapio.

Nadie sabe porque la orden del hacendado gobernador no se ha cumplido, pues en teoría el famoso Lobo debió estar trabajando al lado de Ricardo García Portilla, en la dirigencia estatal del PRI desde el 1 de abril.

Los motivos por los cuales González Zarur decidió cortarle la cabeza al funcionario, quizá tienen que ver con los negocios que tenía en la realización de las giras, pues en los últimos meses dicen que Óscar Amador pedía a cada dependencia involucrada en los eventos dos mil pesos para gasolina, los cuales eran adicionales a los 19 mil pesos que la oficina de giras y logística recibe cada mes por ese concepto.

Y quizá su mero nego sería con la alquiladora Álamos de Apizaco. Dicen que de ahí son las sillas, lonas, carpas y todo lo que rentan para los eventos del mandatario. Ah, pero también, cuentan, que los proveedores se mochan con el diezmo con el tal Amador.

Nadie puede negar que el Lobo se benefició de su cargo. Metió a la nómina a dos sobrinos – Eduardo y Mario- quienes sólo llega a la oficina a cobrar sus respectivas quincenas.

Además, no hay que olvidar que el sujeto estaría involucrado en el robo de computadoras de esa oficina, cuyos hechos nunca fueron castigados.

Dicen que era tanta la soberbia que embriagaba al aún funcionario, que cada que llega a Chiautempan  presume que él será el próximo alcalde y platica dónde y cómo sería su oficina, la cual debe estar a su nivel.

Y si no me cree pregúntele más detalles a cualquiera de sus subordinados, los cuales salen a relucir cuando Amador presume su amistad con el dios baco.

No más eventos rascuaches

Dicen que MGZ ya se cansó de eventos sin gente y que ahora los quiere multitudinarios, para lo cual recurrió a las buenos oficios de Maricela Cuapio, encargada del Instituto Estatal de la Mujer para acarrear a las personas, labor que es apoyada por las secretarías de Salud, Educación , Fomento Agropecuario  y el Cobat