La sucesión en Tlaxcala no sólo se centra en la gubernatura del estado, sino en la disputa por el Congreso del Estado y diez presidencias municipales que resultan claves para lograr los votos que se requieren para obtener el triunfo en los comicios estatales.

 

Los partidos políticos trabajan en sus estrategias y mantienen las negociaciones para determinar en qué municipios irán juntos y en cuáles participarán solos.

 

Morena es quizá el partido que no se cansa de cometer errores rumbo a los comicios del próximo 6 de junio y ante la falta de cuadros competitivos no le ha quedado otra más que recurrir a la improvisación y a las ocurrencias para encontrar candidatos.

 

Un claro ejemplo de lo anterior es el caso de Jorge Corichi Fragoso que de la noche a la mañana se le metió la absurda idea de que podría convertirse en alcalde capitalino sólo por el simple hecho de ser amigo y operador de la virtual abanderada de Morena al gobierno de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, así como gozar de la recomendación del poderoso senador Ricardo Monreal Ávila.

 

Pero no crea que sólo esos dos importantes factores están impulsando a este gris personaje, pues resulta que también la delegada del CEN de su partido en la entidad, Martha Guerrero Sánchez, lo está apoyando.

 

Resulta que Jorge Corichi fue uno de los tlaxcaltecas que estuvo operando en las elecciones del Estado de México cuando la hoy secretaria de Educación Pública del gobierno federal, Delfina Gómez Álvarez, contendió por la gubernatura, lo que le permitió conocer a Martha Guerrero, quien es senadora y amiga cercana de la nueva funcionaria.

 

Si hoy se habla de Corichi Fragoso es porque lamentablemente Ricardo Amaro Ramírez falleció en noviembre pasado por consecuencia del Covid-19. Ese cercano colaborar de Lorena Cuéllar tenía en la bolsa la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Tlaxcala, pero la enfermedad se atravesó y los planes cambiaron radicalmente.

 

Fue entonces que se empezó a manejar la posibilidad de que el regidor morenista Víctor García Lozano pudiera obtener la nominación a la alcaldía capitalina, pero algo pasó en los últimos días que al iniciar esta semana los militantes de ese partido se encontraron con que Jorge Corichi es una “opción seria” cuando realmente no tiene ningún trabajo previo en el municipio y su abrupta aparición obedece más a una ocurrencia plagada de recomendaciones que puede llevar a Morena a no cumplir su objetivo de gobernar este ayuntamiento a partir de septiembre de este año.

 

Lo anterior puede dar una ventaja más a los partidos que integran la coalición “Unidos por Tlaxcala” que si bien no han llegado a un acuerdo para ir juntos por la alcaldía capitalina, si podrían encontrar los elementos que requieren para unirse y garantizar el triunfo en un municipio que representa el 20 por ciento de la votación que se requiere para ganar la gubernatura.

 

El PRI, PAN, PRD, PAC y el PES no han llegado a un pacto sobre la capital, porque el partido de la familia Ortiz pide para uno de los suyos esa importante posición, la cual el ex partidazo no pretende ceder, posición que también ya asumieron los panistas.

 

El PAC busca que se establezca una coalición y que el candidato sea el ex rector de la UATx, Serafín Ortiz Ortiz, propuesta que hasta ahora no ha logrado el consenso, pero que no se descarta porque es obvio que Morena les está dando elementos para reconsiderar su participación en un bloque que puede ser altamente competitivo en la ciudad de Tlaxcala.

 

Hasta ahora se especula que el PRI podría nominar a la presidencia municipal de Tlaxcala a la insoportable Anabel Alvarado Varela, quien estaría representando los intereses del grupo menista, aunque también se maneja que esa posición pudiera recaer en el junior de nombre Héctor Martínez Zamora, mejor conocido como “El Panu” y que no es otro más que el hijo del actual síndico capitalino, Héctor Martínez García.

 

El PAN jugaría con el actual diputado local Omar Milton López Avendaño. El PRD y el PS carecen de cartas fuertes para contender por esa posición.

 

El PVEM estaría impulsado las aspiraciones de la diputada federal morenista Claudia Pérez Rodríguez, quien tiene una marcada obsesión por convertirse en alcaldesa.

 

El PT llevaría como abanderado a Rodolfo Brito Jiménez, quien tiene meses trabajando a ras de tierra.

Las piezas en el tablero de la sucesión se siguen moviendo y aún es probable que se vean jugadas claves que terminen por cerrar la diferencia que existe por la gubernatura de Tlaxcala.

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