El 2020 fue un año más que complicado y el arranque del 2021 será igual porque los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19 serán más fuertes y evidentes, la escasez de recursos tanto en el sector público como el privado será la constante y en general las condiciones serán difíciles y de incertidumbre.

 

 

De entrada, el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez deberá llevar a cabo ajustes en su equipo de trabajo y buscar a colaboradores eficientes que le ayuden a cerrar sin problemas su administración. Tendrá que designar a un nuevo secretario de Educación Pública y concretar otros nombramientos si es que se confirma la salida de algunos funcionarios para participar en los comicios locales del 6 de junio.

 

Se habla que podrían dejar su cargo los secretarios de Fomento Agropecuario y Desarrollo Económico, Arnulfo Arévalo Lara y Jorge Luis Vázquez Rodríguez, respectivamente, quienes tienen prendida su veladora para ser candidatos a diputados.

 

Como el PRI mantiene bajo siete llaves la lista de sus candidatos a alcaldes y diputados locales, no se descarta que más miembros del gabinete menista estén preparando maletas para dejar sus puestos, lo que sin duda implicará varios enroques y movimientos en la actual administración a la que le quedan ocho meses en el poder.

 

El gobierno menista le apuesta a seguir manteniendo el control sobre la pandemia a fin de evitar una crisis por el aumento de contagios de Covid-19 y la saturación de la capacidad hospitalaria para atender a estos pacientes, pues sabe que ese asunto le ha implicado puntos a favor y la aprobación ciudadana, además de que seguramente será un elemento que el PRI y sus aliados presumirán en las próximas campañas electorales para la gubernatura.

 

Marco Mena recorrerá los últimos meses de su gobierno con un presupuesto austero que deberá ser manejado con prudencia, sobre todo porque el próximo gobernador o gobernadora que asumirá el cargo a finales de agosto deberá ejercer recursos de septiembre a diciembre del 2021, por lo que sería muy arriesgado entregar malas cuentas que obliguen a iniciar investigaciones no sólo contra algunos funcionarios que les ha dado últimamente por adquirir autos de colección y casas, sino contra aquellos que se presume han abusado de su cargo y hoy en día tendrían problemas para justificar su repentina riqueza.

 

Por cierto, déjeme comentarle que los 25 diputados locales están por enfrentar un escándalo relacionado con la probable evasión de impuestos que se encuentra observado en una revisión contable y financiera que realizó un ente fiscalizable al Congreso del Estado.

 

El asunto tendría que ver con el manejo de la partida presupuestal del capítulo 4000 que se refiere a “transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas”. De ahí es donde sale el sobresueldo que cobran cada mes los diputados locales de Tlaxcala, pero con la salvedad de que ninguno pagó los impuestos por ese recurso recibido y que consta en las pólizas de cheques que fueron revisadas, mismas que están firmadas por esos representantes populares.

 

Se dice que esa observación fue acompañada de una recomendación en el sentido de que las diputadas y los diputados paguen los impuestos respectivos para evitarse problemas, pero al parecer todos ignoraron esa sugerencia, de ahí que ese asunto amenaza con convertirse en un escándalo en las siguientes semanas.

 

También tenga presente que serán varios presidentes municipales los que enfrentarán problemas y escándalos, ya que sus excesos y transas están más que documentados y es cuestión de días para que se empiecen a ventilar sus expedientes en los medios de comunicación.

 

Hoy concluye el 2020. Sin duda, un año para el olvido.

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