La lista de presidentes municipales que se siente harto populares y queridos que sueña con brincar de su actual cargo a una diputación local sigue creciendo, lo que deja entrever que muy pocos se han parado a analizar si sus expectativas tienen fundamento o si esa ilusión sólo se trata de una chaqueta mental porque su imagen y trabajo es tan malo que ni su familia volvería a votar por ellos.

Como es el caso del alcalde perredista de San Pablo Apetatitlán, Eloy Reyes Juárez, quien pese a ser señalado de “cobrar” por adelantado el 20 por ciento de las obras que se realizan en el municipio, de tener un desorden financiero mayúsculo en su administración y de no poder arreglar la cuenta pública del 2018 que fue reprobada por los diputados locales al tener un presunto daño patrimonial de once millones de pesos, sigue pensando que su carrera política ira en ascenso y que en los comicios del 2021 aparecerá su nombre en las boletas electorales para ser legislador.

Antes, ese mediocre político adicto a los escándalos amorosos y a los recursos públicos debería poner orden en su administración y evitar que la cuenta pública del 2019 de su ayuntamiento sea reprobada como se menciona que podría pasar.

También debería justificar por qué incumplió su promesa y amplió el número de trabajadores sindicalizados en el ayuntamiento, así como aclarar por qué su hermana Araceli Reyes Juárez sin tener un cargo oficial es la que maneja y gasta los fondos del ayuntamiento y cuánto le ha costado a los habitantes el hecho de que su otro hermano Israel Reyes Juárez cobre en otro municipio como Subdirector de Desarrollo Económico.

Los resultados de un estudio reciente sobre las preferencias electorales en el municipio de Apetatitlán arrojó datos interesantes que reflejan claramente que el gobierno de Eloy Reyes no goza del respaldo ciudadano y que los habitantes lo aborrecen, al grado que sólo el 13 por ciento de las personas dijo que estaría a favor de que el PRD gobernara por un periodo más.

El 56 por ciento de los ciudadanos considera que el próximo alcalde debe ser de un partido diferente, es decir, que estarían apoyando que el PAN gobierne nuevamente ese municipio.

Entre los políticos que acumulan más posicionamiento para convertirse en alcalde de Apetatitlán se encuentra el panista Ángelo Gutiérrez Hernández con casi el 16 por ciento de las menciones. Prácticamente tienen una importante diferencia contra otros adversarios como la morenista María del Rayo Netzáhuatl Ilhuicatzi y el nefasto perredista Carlos David Robles Figueroa que cada uno registra un 6.25 por ciento de simpatías.

El gallo de Eloy Reyes que hasta hace unos días se desempeñaba como Secretario del Ayuntamiento, Ernesto Azaín Ávalos Marbán, apenas si llega al 3.13 por ciento de las preferencias, cifra muy similar a la que obtienen los priistas que se mencionan como probables candidatos a la presidencia municipal de Apetatitlán.

El alcalde amoroso políticamente está desahuciado y una vez terminado su periodo como alcalde deberá buscar un buen abogado porque seguramente será uno de los que enfrentará la justicia por las denuncias que se presentarán en su contra por el presunto desvío de recursos públicos.

Eloy Reyes sueña con convertirse en diputado local, pero la realidad indica que no tiene ninguna posibilidad de lograr esa hazaña y menos seguir manteniendo su lujoso nivel de vida desde el Congreso del Estado.

Alistan estudios para medir candidatos a diputados federales

En donde al parecer ya se dio luz verde para empezar a medir a los probables candidatos a diputados federales con miras a las elecciones del 2021 es en Morena, partido que tiene todas las intenciones de retener las tres posiciones que existen en Tlaxcala y que son fundamentales para que la Cuarta Transformación mantenga el control de la Cámara de Diputados en el Congreso de la Unión.

Se menciona que la lista de aspirantes a la diputación federal por el primer distrito con cabecera en Apizaco estaría conformada por Baldemar Cortés Meneses que funge como subdelegado de Bienestar del gobierno federal en esa demarcación, así como el ex diputado panista Alejandro Aguilar López y los legisladores locales Ramiro Vivanco Chedraui y Víctor Castro López, quienes han venido teniendo un papel decoroso en el Congreso de Estado.

José de la Luz Sosa Salinas, actual diputado federal que llegó por Morena para después brincar al grupo parlamentario del PES y finalmente terminar en la bancada del PT no figura en la lista ni es considerado como una opción para alentar su reelección, porque su imagen de chaquetero, transa y convenenciero es tan fuerte que nadie quiere saber de él.

La grilla política va subiendo de intensidad y los políticos han empezado a moverse pese a la pandemia de Covid-19.