Los expedientes negros que existen de la actual administración y que por meses permanecieron ocultos han empezado a salir a la luz para evidenciar que el tufo de corrupción que emana de las dependencias estatales es cada vez más desagradable, especialmente donde se ubican funcionarios ligados a Fabricio Mena Rodríguez, el poderoso hermano incómodo del gobernador priísta Marco Antonio Mena Rodríguez.
Los casos que poco a poco se irán conociendo y que están siendo compartidos a diferentes periodistas de Tlaxcala a través de correo electrónico fueron armados por personal de las dependencias estatales que no sólo conocen a detalle el manejo de las áreas del gobierno estatal, sino que tienen acceso a las evidencias documentales que demostrarían presuntos actos de corrupción y la grotesca malversación de recursos públicos.
Uno de esos expedientes involucra al actual Director de Pensiones Civiles del Estado, el poblano Roberto Carlos Morán Pérez, quien además se dice que es esposo de la prima del gobernador y de Fabricio Mena. Dicho funcionario se sumó a la gobernanza moderna el 12 de julio del 2018.
En menos de dos años su ritmo de vida cambió a tal grado que tendría problemas para explicar su enriquecimiento, el cual obviamente estaría ligado a presuntos malos manejos que habría en Pensiones Civiles del Estado, cuyas finanzas no sólo están desfondadas al arrastrar un déficit de 60 millones de pesos, sino que están a punto de llegar a la quiebra como sucedió en la administración del hacendado gobernador, Mariano González Zarur, quien se vio obligado a intervenir y rescatar ese sistema antes de que colapsara.
La alarmante situación que vive esa área del gobierno que debe pagar y cubrir los salarios y prestaciones de los trabajadores pensionados y jubilados, es solapada y ocultada por los consejeros de los sindicatos que prefieren mantener sus dádivas antes que dar a conocer las irregularidades que prevalecen.
En Pensiones Civiles del Estado y específicamente en el área de farmacias (Servicios Farmacéuticos de Pensiones Civiles) existen varios aviadores como el supuesto Jurídico Armando Galindo Palacios, quien sólo acudiría a firmar y tiene la fortuna de ganar la cantidad de 23,830 pesos libres de impuestos. Otro destacado miembro de esa fuerza aérea sería el secretario de Organización del Comité Directivo Estatal del PRI Óscar Amador que se llevaría sin esfuerzo 10,348 pesos.
Pero lo que más sorprendente es que el Director Roberto Carlos Morán contrató a un despacho poblano, a quien se le pagaría una iguala mensual de 131,818 pesos como se comprueba con las facturas que cobra dicho Grupo Consultor Legal y Contable RH, el cual en sólo un año se presume que se llevaría 1,581,816.04 pesos.
Lo absurdo es que ese grupo de abogados poblanos no resuelve nada y tampoco ayuda en algo porque sólo se dedica a sangrar las finanzas de Pensiones Civiles del Estado.
Pero por si fuera poco en la próxima sesión del Consejo de Servicios Farmacéuticos se tratará de imponer en un cargo más importante a Laura Flor Santiago Rodríguez (actual Coordinadora de la Clínica de Especialidades en Tizatlán), cuyo mérito principal es ser amiga muy, pero muy cercana de Morán Pérez.
Los detalles de las anomalías financieras y gastos excesivos que prevalecen en la Clínica de Especialidades en Tizatlán en breve se darán a conocer, así como los detalles del viaje al extranjero que realizó Fabricio Mena y el Director Roberto Carlos Morán. También se documentarán las inconsistencias de las compras de medicinas a laboratorios que se encuentran vetados por el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
El gobierno de Marco Mena ya enfrenta una guerra interna y las gargantas profundas junto con los quintacolumnas serán un fuerte dolor de cabeza. Al tiempo.
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