Si una cosa se debe reconocer al actual gobierno de estado, es la enorme voluntad y terquedad que muestra para mantener fallidas decisiones que tienen que ver con el desempeño de funcionarios estatales, quienes pese a los nulos resultados que han entregado, su jefe el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez se aferra a conservarlos y descarta cualquier posibilidad de cambio que le permitan mejorar su imagen entre el imaginario colectivo que desaprueba su gestión.
El gobernador Mena Rodríguez decidió dar continuidad a Eduardo Valiente Hernández como secretario de Seguridad Ciudadana tras manejar por casi nueve meses la extinta Comisión Estatal de Seguridad, cargo que llegó a ocupar el pasado 11 de septiembre cuando el mandatario decidió correr a Hervé Hurtado Ruiz, quien no puedo con el paquete.
Sin dejar atrás la demagogia y oportunismo al que suelen recurrir los gobierno priistas, ayer cuando el oriundo del Estado de México asumió el control de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se aventó la puntada de decir que con la nueva dependencia “se cumplen los compromisos plasmados en el Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021, para contar con una institución policial más fuerte, mejor organizada, con más compromiso y mejores medios para lograr los objetivos”.
Y agregó que ahora sí “se pondrá al centro de las labores de seguridad al ciudadano, se fortalecerán los trabajos de proximidad social y se trabajará de la mano con la población para obtener mayores resultados”.
También reiteró que se “reforzarán las áreas relacionadas con el combate al robo de vehículos de transporte, vinculación, inteligencia, policía cibernética, entre otras”.
Tales palabras y compromisos están más que desgastados pues esa cantaleta la han repetido desde que inició el gobierno de Marco Mena sin que hasta ahora se perciba un resultado favorable en ese rubro, al contrario los delitos de alto impacto van a la alza, así como los ilícitos comunes que todos los días se registran en Tlaxcala, según ellos, el segundo estado más seguro del país.
Con la desaparición de la Comisión Estatal de Seguridad y la entrada en funciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se esperaba un cambio en el responsable de esas labores, pero para sorpresa de los tlaxcaltecas el joven mandatario optó por seguir su esquema y dar continuidad a Eduardo Valiente, de ahí que la fallida estrategia en materia de seguridad se mantendrá sin importar que en ese rubro el gobierno del estado sea reprobado por parte de los ciudadanos y ciudadanas.
Vaya, estamos tan mal que el mañoso y vival Luis Miguel Álvarez Landa, oficial mayor de Gobierno y encargado de las compras en la administración menista, estaría llevando a cabo a cabo otra arreglada licitación para comprar patrullas, tal y como la que pretendió concretar el año pasado y que no puedo terminar porque se puso al descubierto el presunto negocio y favoritismo hacia el Grupo Comercial Vakart y la agencia poblana de autos Ford con razón social Rivera S.A de C.V.
Hoy el sigiloso concurso para adquirir 200 unidades está en marcha, pues dicho proceso inició el pasado 12 de junio y nuevamente estaría dirigido para beneficiar a dos empresas poblanas concesionarias de la marca Ford (Rivera S.A de C.V y Automotriz Jalbra) que serían las suertudas de vender 10 Pick Up 4×4, 25 camionetas Explorer XLT y 165 Pick Up 4X2 cuya operación podría superar los 110 millones de pesos.
Los detalles de ese amañado proceso de licitación pronto se harán públicos. El próximo lunes se llevará a cabo la presentación de las propuestas técnicas, según los tiempos y procedimientos establecidos en la convocatoria que se emitió a través del portal Compranet el pasado 12 de junio.
Habrá que ver quién de los participantes ofrece la mejor opción de compra y se queda con ese millonario negocio. Si no hay un arreglo de por medio tenga por seguro que las empresas poblanas favoritas de Álvarez Landa no ganarán.
Sin embargo, por lo que ha trascendido pareciera que hay un acuerdo entre las mencionadas agencias poblanas y el torpe funcionario estatal, de ahí que el lunes se tratará de descalificar al resto de las empresas que compiten por ese negocio para así estar en posibilidades de adjudicar ese contrato a las firmas antes mencionadas que desde el año pasado esperan concretar esa millonaria venta que pareciera está pactada y comprometida.
Esa licitación de 200 patrullas tiene un intenso tufo de corrupción que amenaza con impregnar al gobierno del estado y sobre todo al mandatario Marco Mena que podría empezar a despedir el aroma característico de los priistas.
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