A casi tres semanas de iniciadas las campañas, las tendencias electorales han empezado a registrar variaciones que hacen suponer que el PRI y sus aliados integrados en la coalición “Todos por México” darán la pelea por el Senado y en el distrito electoral federal uno con cabecera en Apizaco, mientras que en los distritos dos y tres el panorama es desalentador porque sus candidatas permanecen estancadas.
La operación soterrada que realiza el gobierno estatal y federal para aprovechar los programas sociales a favor de sus candidatos priistas a la presidencia de México, el Senado y las diputaciones federales poco a poco está funcionando, pues la incorporaciones de nuevos beneficiarios y la ratificación de los que ya están han permitido mover las simpatías hacia la alianza electoral Todos por México.
El trabajo electoral a cargo de Luis Miguel Álvarez Landa, coordinador en Tlaxcala de la campaña presidencial de José Antonio Meade Kuribreña es realizado con movimientos quirúrgicos que hasta ahora no ha llamado la atención de una oposición que se muestra un tanto ingenua.
Es una realidad que en las últimas semanas los operadores de los gobiernos federales y estatal han incorporado a nuevos beneficiarios al programa Prospera, así como también han incrementado la lista de adultos mayores que reciben una pensión a través de la Sedesol.
También han recurrido al Seguro Popular para ganar simpatías, pues en los últimos fines de semana se ha visto a personal de la Secretaría de Salud recorriendo algunas comunidades para levantar encuestas relacionadas con el sector, pero que en realidad son utilizadas para ubicar a familias con problemas para ofrecerles ayuda y así asegurar más votos a favor del PRI.
Y aunque no lo crea, tal operación se empieza a reflejar en las tendencias electorales registradas en diferentes estudios de opinión. Hace un mes, los candidatos del PRI, Nueva Alianza y PVEM al Senado y las diputaciones federales se encontraban rezagados en la tercera posición, sin embargo ahora están por ubicarse en el segundo lugar en la lucha por los escaños de la Cámara Alta en el Congreso de la Unión y en la disputa por la diputación federal del distrito uno.
El PRI y sus aliados tienen la fortuna que los candidatos de Morena al Senado Ana Lilia Rivera Rivera y José Antonio Álvarez Lima mantienen un bajísimo perfil y que los abanderados de la alianza del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, Minerva Hernández Ramos y Gelacio Montiel Fuentes no logran despertar emociones que les permita ganar simpatías entre los electores tlaxcaltecas.
La diferencia entre los candidatos de Morena, el PT y el PES que encabezan de las preferencias electorales rumbo al Senado con respecto a los que le siguen en el segundo lugar es apenas de cinco puntos porcentuales, cifra que puede ser remontada en los 72 días que aún le restan a las campañas.
Las simpatías que logra Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial en Tlaxcala no están siendo replicadas en la elección de Senadores para los candidatos de la coalición “Juntos Haremos Historia”.
En el distrito electoral federal uno el priista Mariano González Aguirre ha empezado a crecer y se espera que a finales de este mes logre alcanzar al abanderado de Morena, José de la Luz “Pepeluche”, quien se encuentra estancando en las preferencias.
Por lo que respecta al distrito dos y tres, con cabecera en Tlaxcala y Zacatelco, los candidatos de Morena, el PT y el PES encabezan las tendencias y ambos sacan ventajas importantes a sus rivales. Las abanderadas de la coalición integrada por el PRI, Nueva Alianza y PVEM, Blanca Águila Lima y Sandra Corona Padilla, respectivamente, se encuentran estancadas y sin reportar ningún crecimiento, al grado que se ve difícil que abandonen el tercer lugar que ocupan en este momento.
Los cambios en las tendencias electorales es una realidad y no descarte sorpresas.
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