El virtual candidato del PRI a la presidencia de México, José Antonio Meade Kuribreña, asumió de inmediato el rol protagónico en el partidazo y no ha tenido miedo en tomar decisiones relacionadas con la designación de candidatos a las gubernaturas, por lo que es obvio que también influirá en la nominación de los abanderados priistas a las senadurías y diputaciones federales.

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Alguna señal recibió el actual diputado federal Ricardo García Portilla que busca recomponer su deteriorada relación con el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.

Quizá el oriundo de Calpulalpan sabe algo que lo hizo salir de su retiro mediático para regresar y mostrarse como un priista disciplinado y leal al proyecto de Mena Rodríguez, como si alguien le hubiera dicha que estaba entre los finalistas que se analizan para ser designados candidatos del PRI al Senado de la República.

Su relación con el ex gobernador Mariano González Zarur y la cercanía que logró con personajes ligados a Meade Kuribreña puede ser determinante para concretar su sueño de convertirse en aspirante a la Cámara Alta, sobre todo cuando el virtual candidato presidencial del PRI influyó para imponer a los candidatos priistas a la gubernatura de Yucatán y Jalisco.

Según la columna Templo Mayor del periódico Reforma, en ambas entidades los favoritos priistas o de abolengo no quedaron porque esas posiciones al final fueron para personajes ligados a José Antonio Meade, el no militante del PRI que ya se comporta como todo un viejo miembro del partidazo.

En Yucatán el bueno resultó ser el ex secretario de Desarrollo Social estatal Mauricio Sahuí, de quien se dice que trabó buena relación con Meade cuando estuvo al frente de la Sedesol federal y en Jalisco ocurrió algo muy similar pues el «candidato de unidad» será Miguel Castro, también ex secretario de Desarrollo Social.

En la primera entidad se quedaron con las ganas de competir por la gubernatura el peñista Jorge Carlos Ramírez Marín y el hijo del influyente senador Emilio Gamboa Patrón, Pablo Gamboa Miner, quienes ayer tuvieron que aceptar la imposición del candidato del ex secretario de Hacienda.

En Tlaxcala no sería nada raro que Mariana González Foullon, actual delegada de Sedesol, terminara siendo la candidata al Senado junto con Ricardo García Portilla, pues hay que recordar que fue José Antonio Meade quien la hizo funcionaria federal de la dependencia donde trabaja cuando éste era el titular de esa área en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Me queda claro que Meade Kuribreña está tomando decisiones y que está apostando por personajes que conoce. En Tlaxcala sabe que el PRI se fortaleció en los últimos dos procesos electorales gracias a la operación que hizo su amigo el ex gobernador Mariano González Zarur, quien seguramente será consultado sobre los probables candidatos a legisladores federales.

Pronto se verá hasta dónde llega la influencia del hacendado, pues hay quienes aseguran que su hija Mariana podría ser candidata a senadora mientras que su otro hijo Mariano González Aguirre podría convertirse en aspirante a diputado federal por la vía plurinominal, pues es la única vía que le queda para seguir su carrera política.

Aunque se especula mucho sobre el futuro de los hijos de Mariano González, es una realidad que ambos están siendo considerados para participar en los comicios del 2018.

Veremos si Meade opta por apapachar a los hijos de su amigo el ex gobernador.