Las grillas al interior del Partido Revolucionario Institucional están a todo lo que dan y las diferencias que existen entre aspirantes a las candidaturas al Senado pronto se harán visibles y se demostrará que la unidad priista en Tlaxcala es pura simulación.
Anabel Alvarado Varela, la actual secretaria de Gobierno y ex compañera de los actuales diputados federales Ricardo García Portilla y Rosalinda Muñoz Sánchez, es ubicada por los legisladores como la responsable del bloqueo político y mediático, así como del golpeteo que sufren, con la clara intención de frenar sus aspiraciones.
El maltrato que dicen enfrentar los legisladores desde hace algunos meses, incluida la oriunda de Chiautempan, Fabiola Rosas Cuauhtle, quien llegó a ocupar el lugar que dejó Anabel Alvarado para convertirse en la mano derecha del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, ha sido notificado al líder de los diputados federales del PRI, César Camacho Quiroz, quien les ha pedido paciencia y prudencia.
Ricardo García y Rosalinda Muñoz no saben si el bloqueo es una instrucción del jefe de Anabel Alvarado o una decisión personal de la funcionaria, quien según las palabras de los legisladores federales está obsesionada con ser la candidata que encabece la fórmula del Senado por el PRI en Tlaxcala.
Ambos legisladores se sienten con derechos de buscar y de ser considerados como aspirantes a las candidaturas al Senado. Ricardo García se bajó de la lucha por la candidatura a la gubernatura y fue el coordinador de la campaña del hoy mandatario Mena Rodríguez.
Lo malo para la secretaria de Gobierno es que en pocos meses ha acumulado muchas afrentas entre los priistas, quienes buscarán cobrarse esos insultos si es que la funcionaria estatal se convierte en candidata al Senado para los comicios del 2018.
De entrada le puedo asegurar que ninguno de los tres diputados federales trabajará para la campaña de Anabel Alvarado si es que se confirma su nominación en los próximos días, posición que también asumiría el grupo del ex gobernador Mariano González Zarur que no baja a la secretaria de Gobierno de ser una desleal y malagradecida.
La campaña de desprestigio de Elsa y Mariano
Alguna mala señal recibieron el diputado Mariano González Aguirre y la actual presidenta del Tribunal Superior de Justicia en el Estado, Elsa Cordero Martínez, quienes están más que dispuestos a llevar y financiar una campaña de desprestigio contra la magistrada Rebeca Xicohténcatl Corona para impedir que asuma la titularidad del Poder Judicial en el 2018.
La intención es sembrar la idea de que la impartición de justicia en materia penal se vende al mejor postor y que la responsable de esa supuesta y mala práctica sería Rebeca Xicohténcatl que encabeza una de las salas penal del TSJE.
Pronto verá como las críticas mediáticas se centrarán en la magistrada y nadie hablará del desempeño del otro magistrado y presidente de la sala penal, Héctor Maldonado Bonilla, quien pretende dirigir el Poder Judicial con el apoyo de Mariano González y Elsa Cordero.
Vaya, son tan obvios que uno de los chalanes de Elsa Cordero tuvo la encomienda de difundir que Rebeca Xicohténcatl se sometió hace unos días a una cirugía estética para mejorar su figura y sus atributos, procedimiento que llevó a cabo en Puebla y que es muy similar a los que la actual presidenta del TSJE se ha hecho para supuestamente mejorar su apariencia.
Ese es el nivel de la grilla en Tlaxcala.
Ni hablar.
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