El caso del ex magistrado Fernando Bernal Salazar aún no ha concluido y aunque los diputados locales argumenten que ya dieron cumplimiento al fallo del juez federal que ordenó al Poder Legislativo emitir un nuevo dictamen sobre la ratificación o no del abogado como miembro del TSJE, en realidad los legisladores han simulado una solución que difícilmente aceptará la justicia.
Hasta el momento los diputados priistas que se oponen a la ratificación de Fernando Bernal Salazar como magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado no han encontrado ningún elemento que motive su postura de no confirmar en el puesto al abogado que desde el 2014 se le impidió desempeñarse nuevamente como miembro del pleno del Poder Judicial de Tlaxcala.
Por esa sencilla razón los legisladores incumplen con el fallo de un juez federal que ordenó a los diputados locales aprobar un nuevo dictamen donde ratifiquen o no al ex magistrado, el cual deberá estar debidamente fundado y motivado, es decir, deben explicar claramente los razonamientos en caso del sí, pero también los argumentos si la decisión fuera no.
En la sesión del pasado jueves se sometió a votación el caso del ex magistrado, asunto que evidenció que las coyunturas y los intereses económicos pueden más que el respeto a la ley.
En esa ocasión el PRI bajo las órdenes de Mariano González Aguirre si pudo convencer a sus aliados, (Nueva Alianza y Partido Socialista) para ir juntos por la no ratificación de Fernando Bernal, cuando una semana antes sus hoy comparsas se fueron del lado de la oposición (PAN y PRD, PT y Morena) para aprobar la ley que considera la entrega de uniformes escolares gratuitos a estudiantes del nivel básico de Tlaxcala.
El comportamiento de los diputados de Nueva Alianza J. Carmen Corona y su hija Sandra Corona es patético, así como la de los legisladores Delfino Suárez Piedras y Agustín Nava Huerta del Partido Socialista. También es ridícula la postura de la diputada “independiente” Yazmín del Razo y del petista Jesús Portillo.
Le puedo asegurar que ninguno podría dar tres elementos debidamente respaldados que demuestren que Fernando Bernal no debe ser ratificado como ex magistrado, lo que comprueba que al final cedieron a los encantos de Mariano González para hacer efectiva la decisión de su papá, el ex gobernador Mariano González Zarur, de oponerse en el 2014 a la permanencia de ese abogado como miembro del TSJE.
Y aunque González Aguirre se asuma como el gran operador político en el Poder Legislativo, lo cierto es que hasta el momento no ha podido lograr la mayoría calificada que se requiere para aprobar el dictamen de la no ratificación del ex magistrado.
Es muy probable que el caso Fernando Bernal se mantenga vigente y que el juez que lleva el asunto ordene algo más a los diputados locales, a quienes hoy en día les encanta presumir de sus “actos soberanos” cuando ya vimos que el Poder Judicial Federal les tiene que estar dando órdenes para que cumplan con la ley y su trabajo.
El caso de Bernal Salazar representa un pésimo antecedente para la próxima designación de los magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa de Tlaxcala y del Fiscal Anticorrupción, porque es evidente que este Congreso local prefiere a los cuates y recomendados más que a las personas con el perfil y la preparación para desempeñar puestos de relevancia.
En los próximos días comprobaremos si el juez federal está satisfecho con el trabajo de los diputados o si éste decide emitir un nuevo fallo que ponga en evidencia la pésima labor que han llevado a cabo los legisladores sobre el asunto de la ratificación o no del ex magistrado.
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