Una funcionaria que está obligada a justificar su salario es la actual Contralora del Ejecutivo, María Maricela Escobar Sánchez, quien si bien nunca tuvo voluntad de investigar y castigar los excesos de la pasada administración, ahora podría darse una vuelta por el Patronato de la Feria de Tlaxcala y constatar que algunos empleados se han despachado con la cuchara grande.
El Patronato de la Feria de Tlaxcala nunca se ha caracterizado por la transparencia y la rendición de cuentas. Desde hace tiempo ese evento ha servido para beneficiar a amigos y familiares del gobernador en turno al obtener los espacios para instalar antros y manejar el negocio de los gallos y los espectáculos gratuitos que se presentan en el teatro del artista.
En la pasada administración el hacendado decidió entregar la presidencia del Patronato a Joaquín Cisneros Fernández, quien de inmediato se llevó a trabajar a Ariel Lima Pineda, Raúl Disraeli Cortés Rodríguez y Remedios Sánchez Flores.
Aunque se pensó que el añoso político tendría autonomía para organizar la Feria de Todos los Santos, pronto comprobó que muchas decisiones las asumiría un junior quien sin tener cargo disponía de espacios y de ingresos.
Cisneros Fernández lejos de confrontarse por ese hecho aceptó esos excesos del gobernador Mariano González Zarur y se dedicó a mejorar la Feria de Tlaxcala, sin embargo esa actitud no fue suficiente pues empezó a ser acosado por el Contralor del Ejecutivo, Hugo René Temoltzin Carreto, quien trató de perjudicarlo sin tener ninguna justificación.
Molesto por el trato que había recibido de su amigo el gobernador, Joaquín Cisneros le aventó a Mariano González el cargo, pero el hacendado gobernador para evitar un escándalo dejó como responsable del Patronato a Ariel Lima, quien logró mantener a todo el personal que venía laborando.
Fue entonces que Raúl Disraeli Cortés Rodríguez y Remedios Sánchez Flores empezaron a concretar presuntos negocios sin compartir las ganancias con su jefe.
Pronto controlaron la contratación de los cantantes que se presentaban en el Teatro del Artista, para lo cual hicieron mancuerna con la empresa poblana Dipo Producciones que representa Edgardo Porras, así como con todos los patrocinadores y con el empresario que lograba la concesión del palenque.
Raúl Disraeli Cortés es responsable de las negociaciones y pactar con los artistas y patrocinadores, mientras que Remedios Sánchez es la encargada de manejar las cuentas del Patronato y cuadrar las cifras para que todo luzca en orden.
El pasado 16 de agosto se conoció que el nuevo presidente del Patronato de la Feria sería José Antonio Carvajal Sampedro, quien recibió la estafeta de manos de Ariel Lima.
El bisoño funcionario que carece de experiencia sólo llegó a enterarse de lo que se había negociado y contratado desde meses atrás. Raúl Disraeli Cortés y Edgardo Porras ya tenían el cartel del Teatro del Artista con cantantes y grupos importantes. Sólo ellos y Remedios Sánchez saben cuál fue el margen de utilidad para cada uno.
Y si hay algún responsable de la mala calidad de casi todos los artistas que se presentarán en el palenque de la Feria de Tlaxcala 2017, es precisamente Raúl Disraeli Cortés que recurrió al mismo empresario que manejó ese espacio el año pasado y terminó aceptando espectáculos de baja calidad.
Lo único que vale la pena del palenque es la presentación de Emanuel y Mijares, Carlos Rivera y Yuridia, porque el resto de los artistas está para llorar.
En el Teatro del Artista se presentarán gratuitamente Yuri, Paulina Rubio, Pandora, Los Ángeles Azules, Margarita “La Diosa de la Cumbia”, Río Roma, Paquita la del Barrio, La Maldita Vecindad, Angélica María y otros.
Cierto, es un cartel que llama la atención y que incluso apantalla. Es obvio que Raúl Disraeli Cortés y Edgardo Porras pretenden mostrarse como los salvadores de la Feria de Tlaxcala 2017, cuando en realidad buscan prolongar su lucrativo negocio por unos años más.
No lo cuente en voz alta, pero dicen que las empresas promotoras de los artistas contratados repartieron a los responsables de contratarlos algunas sumas de dinero que al juntarlas superan los 2 millones de pesos.
Y si alguien duda de la hermandad entre Raúl Disraeli Cortés y Edgardo Porras le cuento que hoy el primero maneja la lujosa camioneta BMW con placas XWF 7218 que el año pasado presumía y conducía el segundo, lo que demuestra que comparten muy bien sus ganancias. O no.
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