Ni a cual irle… todos están peleados con todos, como cangrejos dentro de un balde, si alguno asoma la cara, los demás se encargan de hundirlo… son los riesgos de la democracia…

La ventaja de Mariano González Zarur, en el proceso interno tricolor, es directamente proporcional al desentendimiento de la dirigente nacional de ese partido, Beatriz Paredes Rangel, respecto al resultado que se tenga en julio.

El que el Partido Alianza Ciudadana (PAC) haya logrado formar al PANAL y al PAN en lo que se conoce como Alianza Progreso para Tlaxcala es, a tres meses de que los tlaxcaltecas vayamos a las urnas, la palabra clave que desalentó a nuestra paisana, consciente de que la despojaron de la posibilidad de recuperar a Tlaxcala para el tricolor.

Entonces, dejó que ocurriese lo que actualmente se vive en el PRI. Un Mariano González que suma éxitos en la misma proporción que genera división. Una planilla verde que con cada voto obtenido, mediante las más extrañas técnicas, afianza la política del balde lleno de cangrejos en el que se convirtió el instituto otrora invencible en Tlaxcala.

Creo que el triunfo marianista al interior del tricolor era francamente necesario, pues resultados distintos habrían generado gravísimos costos de inestabilidad. No es que los simpatizantes de Lorena Cuéllar no estén dispuestos a dar la batalla, pero recordemos que ella y sus seguidores gozan de una licencia temporal en la alcaldía, mientras que los marianistas, hace tiempo están en el desierto.

Pero la elección constitucional no es distinta a la crisis en el PRI. Al haber tantos proyectos sustentados en el culto a la persona, se perdió la disciplina que antes permitía al partido en el poder, aquellas invencibles candidaturas de unidad.

Qué va, la unidad ahora es historia. Hoy, cualquiera se siente con tamaños para sentarse en la silla grande de palacio. Que por la foto con don Emilio, que por la recomendación presidencial, que por representar una izquierda que despacha con la derecha, en fin, el caos es el único camino seguro cuyo resultado habrá de ser la gubernatura más débil en la historia moderna de Tlaxcala.

Supongamos que Mariano llegase a ser gobernador. Sus llamados irónicos a Lorena para sumarla a su causa, son el primer impedimento para lograr unidad, nada más en su partido. Así que los lorenistas reclamarían su parte de pastel, o de lo contrario pondrían sus canicas al servicio de quien mejor las estime.

Y cómo le iría a Mariano con Rosalía. Pues mal. Ella y su partido, el Socialista, saben con lo que cuentan y no están dispuestos a venderlo barato. Así que verla como una luchadora social y no como la experimentada lideresa al frente de grupos que incidirán para ganar o para perder, resta visión al eventual mandamás, cuyo espectro no podrá salvarse de la pulverización.

Vámonos al PAN.

Consciente de la valía de los reclamos beatricistas, Héctor Ortiz, suplió uno de los tercios de su alianza imbatible: Elba Esther por Beatriz. ¿Qué tal?, los maestros, por los caóticos priístas.

Así que Bety no tendrá más alternativa que, aceptar estas nuevas condiciones. Muchos beatricistas tienen que seguir cobrando en el gobierno panista. Los reclamos, son parte del teatro y el temperamento apasionado le da sabor a esta farsa.

Es un amasiato con evidentes desventajas para ella, pero como la vida está tan difícil y complicada, no hay de otra. Le correspondería una tercera posición (la primera la tiene el PAC, la segunda el bienvenido PANAL, y la cuarta, el partido de los políticos de menor oficio, o sea el PAN).

Ahora bien, ¿conviene a Adriana y a Perla seguirse viendo como enemigas a muerte?

No.

Son las únicas con posibilidades de alcanzar la unidad. Nada más que una tiene que bajarle. Y parece que en esto de la Alianza por el Progreso de Tlaxcala, la frase de batalla es “no hay que ceder”.

Bueno, ante una eventual mano dura de Felipe, los activos de Ortiz van a agarrar camino. Al menos eso se comenta al interior de este que, puede conservar el poder o, convertirse en el peor rompimiento ocasionado por la necedad del señor presidente, de gobernar desde el centro en los estados. Parece no darse cuenta que efectivo, le queda año y medio a su régimen. Y eso significa debilidad.

Pero todo puede suceder.

Lo único seguro es que así que digamos, progreso, bienestar, empleos, seguridad y mejor nivel de vida, no le veo por dónde. Ni a cual irle.