Enhorabuena porque acabó la incertidumbre y el caos, pero hay que empezar a trabajar, el estado sufrió un deterioro tan grave que necesita asistencia inmediata
Por fin se dio el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Fue favorable al priísta Marco Mena, y motivó la reacción de la perredista Lorena Cuéllar Cisneros, lamentando la actuación de los integrantes del colegiado.
Así que acabó el silencio de quien se propone gobernar Tlaxcala, del postgraduado en Stanford, del discreto y disciplinado priísta con una carrera vertiginosa, a veces molesta para quienes pensaron que seguía vigente aquello de: “el que se mueve no sale en la foto”, atribuida a don Fidel Velázquez, aunque creada por el español don Alfonso Guerra.
Y las cosas cambiaron en el escenario tlaxcalteca.
Hoy Marco Mena tiene de dos sopas. Emula a Mariano González Zarur, en su semestre sabático e improductivo tras conocer que había ganado la elección de 2010, o se aplica a fondo a buscar la solución a la caja, no de cristal, sino de tráiler, cargada de problemas, deudas, corrupción y descomposición.
Ayer mismo, todititos los priístas se trasladaron en la noche a Casa Tlaxcala, donde por nada del mundo se perderían el rito de Muera el Rey, Viva el Rey. Y también los no priístas pero con cargo. Iban frenéticos. Trataban de adelantar en la fila, alegando que Marco Mena los esperaba personalmente, o que Mariano les tenía reservado su asiento. Si chucha…
No se borra de mi mente la escena descrita por quienes ya han tenido entrevista. De un lado don Joaquín Cisneros Fernández, en medio Marco Mena, y del otro lado Fabricio Mena, en ese papel de ida y vuelta que encarna. Asistente de don Joaquín, pero carnal del hoy gobernador ya con su constancia de mayoría.
Era previsible que aquél caos imperante por la dilación de los magistrados del TEPJF iba a tomar otro rumbo tan pronto se conociera que los argumentos de Lorena Cuéllar, uno a uno, fueron neutralizados en la Sala Superior.
Si fuera tan amable
Sería el mejor detalle hablarnos del equipo con el que piensa gobernar esta entidad en crisis, económica, de inseguridad, de desempleo, de desvalorización social.
Tiene la obligación de hablar claro ante los tlaxcaltecas, porque miren ustedes que el ostracismo como estrategia chafa para hacerse los interesantes, a estas alturas de deterioro social es una mentada de madre.
Si el crimen nos agobia, Mena debe dar la cara y designar al mejor responsable. Pero no por sugerencias, caras e inútiles, como ocurrió con el presidente Enrique Peña Nieto y la improductiva gendarmería… buena para poco. No, aquí se necesita un mapa perfectamente definido de las zonas de mayor influencia del delito para destapar las cloacas que lo generan. Hay ahí muchos involucrados, de esos de dos caras… buenos de días y bestias de noche.
De dónde vamos a sacar dinero para enfrentar los pasivos de Mariano. Eso lo tiene que consultar con un Pueblo que tiene todo el derecho de saberlo.
El saqueo que todos hemos visto se va a quedar así, sin chistar, sin recurrir a las instancias que lo juzguen, no con payasadas como las protagonizadas por Enrique Ochoa Reza y su proceso de quitar los derechos partidistas al delincuente Javier Duarte de Ochoa, “por afectar la imagen del partido”, sino con denuncias formales. Con la aprehensión de responsables.
Mena Rodríguez debe significar el término de la pesadilla. No más de lo mismo. Engaño y traición, antivalores de Mariano, no pueden seguir gobernando a Tlaxcala.
Así es como vamos a ver si el nuevo régimen tiene el propósito de detonar a Tlaxcala.
Los recursos los tenemos. Puntualmente nos los envían. Pero regresamos millones por falta de proyectos, o por la mala fe en contra de entes prioritarios como la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
Cacareamos ser la entidad más segura, pero aquí se roban hasta las escrituras de las notarías.
No puede quedar sin culpables la desaparición de 11 mil toneladas de fertilizante.
Marco Mena tiene un reto bien grande.
Y tendrá que aparecer junto al protagónico y perverso mientras dure su gobierno. Pero son escasos tres meses. Ese plazo se va así, así, de rápido.
Acabar con relaciones lesivas
¿Qué tanto Mena va a permitir la intromisión del diputado Mariano González Aguirre en los asuntos de su administración?
He ahí la nueva pregunta que nos hacemos. Porque bien sabemos que la influencia de los González se acaba dentro de poco, con la partida del hacendado, pero ¿habrá hecho alguna movida para tener a Mena bajo su yugo en los casi cinco años que dure su gobierno?
Se va a poner interesante el duelo de viejos compañeros de partido.
Joaquín contra Mariano. Bueno, ese escenario se antoja posible para que Marco Mena tenga el campo libre, y se sacuda bichos como puede llegar a convertirse Marianito.
¿Qué tiempo de vida en el gobierno federal le quedará a Mariana González Foullón, después que su papá se vaya de Tlaxcala?
Porque ahí está el manejo de los programas sociales. Los millones que enervaban a Mariano cuando fungíaAnabell Ávalos como delegada de Sedesol.
¿Mena lo va a permitir?
No debería.
No sabemos cuánto tiempo tarde el rompimiento, pero hacemos votos porque no tarde demasiado.
Aunque provienen del mismo partido, tengo la esperanza que no sean del mismo barro… el bacín y el jarro… y que algún día llegue a recuperarse la dignidad de un Pueblo que no tiene la culpa de la falta de calidad moral de quienes los gobiernan.
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