Y Mariano, tan hábil como es, tiende a que todos piensen que siempre estuvo de acuerdo, y hasta se tomó la selfie con Peña Nieto

(etlaxcala) Los Aspirantes, Formados con Manlio, Noe Rodrigez, Marco Antonio Mena, Lupita Sanchez, Anabell Avalos, Alvarado, Garcia Portilla, Tlaxcala Online

Días antes, el gobernador Mariano González Zarur, difundió con la oportunidad que suele, una imagen platicando alegremente con el presidente Enrique Peña Nieto. Ayer, la solemne foto tomada en el salón presidentes del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, cierra el capítulo este, que amenazaba con desbordar pasiones.

De izquierda a derecha: Braulio Guerra Urbiola, el enviado de Manlio Fabio Beltrones, a colocar un buscapiés en la parte más delicada a un Javier Michel, cuya mente loca lo llevó a imaginarse tentando vaquillas en algún rancho tlaxcalteca por el resto de sus días.

Siguen Marco Antonio Mena Rodríguez y Noé Rodríguez Roldán, muy de abrazo y con la sonrisa de oreja a oreja, tal vez olvidando los agravios de un líder estatal de ese partido, usando recursos económicos y humanos para forjarse una imagen (que no cuajó), mientras el otro tuvo que rascarse con sus propias uñas y sacar recursos, pues de donde pudo, para conservar su convocatoria, nada despreciable por cierto.

A continuación la heredera del sanchezpiedrismo, Guadalupe Sánchez Santiago, a quien algunas encuestas la veían como prospecto por su buena imagen y por la madurez alcanzada, en concepto y discurso de una política que se actualiza.

Flanqueando a Manlio Fabio Beltrones, la ex alcaldesa de Santa Cruz Tlaxcala, Gabriela del Razo, actual secretaria general del PRI, y Anabell Ávalos Zempoalteca… la ex delegada de Sedesol que pasó de target mariano para practicar su profunda misoginia, al personaje con el cual el sonriente bigotón ha tenido que encarnar el cambio verdadero (parafraseando a López Obrador).

Atrás, con todo y la carota que ha de traer a todas partes. Ahí pueden ver a Javier Michel; el de los cheques de 24 mil mensuales –bueno eso dicen- salidos del despacho del gobernador, de donde sale tanta lana tirada al caño, para hacer lo que este sujeto, hacerla de parásito porque esa fue su circunstancia. Y la política es de circunstancias.

A lo mejor la diputada federal Anabell Alvarado se equivocó de reunión. Y eso que la instrucción fue clarita: nos vemos en el CEN de Insurgentes para que te leamos la cartilla. Ah, de seguro salió de la pastorela en la que participó alguno de sus hijitos, y de seguro le dieron algún papel, así entre ñoño y bobito.

Y a la orilla del grupo, el doctor Ritchie que bien hará en comprobar la legitimidad de sus doctorados, los que lo hacen un ser fuera de serie, por preparado y buena onda. Okey, lo de buena onda se los paso, pero lo de andar parándose el cuello con doctorados realizados en Santo Domingo, eso no se vale.

De los seis, al menos tres están de relleno. Ah, y también lo está Javier Michel. Así acaba uno. Ni modo.

La tenebra

Enterado que su porvenir, entre menos complique su proceso sucesorio será menos cruel, Mariano González Zarur, activó la seductora sonrisa, para hacer como que siempre estuvo de acuerdo en que al o a la candidata la palomearían desde arriba.

Mas, osado como es, indisciplinado y temperamental seguramente se dijo: mi manchis, pues quien quita y pega lo de Marquito. Pero no pegó. Y luego lo de Ricardo. Creo que tampoco.

Entonces tuvo que dejarse bañar por las aguas de la incertidumbre, hasta ayer o anteayer, cuando Peña, casi conmovido por la insistencia del más viejo, aceptó el selfi.

Claro, a esa foto le falta la leyenda: así, o más claro, Mariano.

Mini legisladores

La adrimanchi alianza sigue dando frutos. La reforma, a la cual el diputado Ángelo Gutiérrez ha elogiado, como no lo haría si tuviera un real comportamiento panista, nos pone en la antesala de diputados de un año y ocho meses. Pésimo negocio para quien dentro de la oposición esté dispuesto a invertirle entre siete y diez millones de pesos a una campaña sin resultados.

En pocas palabras, ser diputado tan poco tiempo no les va a permitir ni leer la Constitución, en el caso de que se decidan a ejercitar su derecho a los libros.

Ah, pero qué tal, ayuntamientos de cuatro años ocho meses para los diputados aprovechados, que han hecho todo a su alcance para conseguir una chamba relativamente estable con la que puedan, pues ustedes saben, logar el sueño americano aquí en su tierra, aun exponiéndose a que la gente los llame varguitas.