Manlio ya lo había previsto y buscó alejar la tentación de dirigentes-árbitros en el PRI para excusarse de participar… eso a Marco Mena no lo distrae de su auto promoción.
El señor Marco Antonio Mena Rodríguez, debería cambiar el elogioso discurso a la obra de su inventor, el señor manchis, como su gran recurso con el cual levanta la mano en el proceso sucesorio.
A mal árbol se arrima, pues el desgaste natural de Mariano lo convirtió en un ente bastante odiado.
Además, ¿quién sería el gobernador, Mena o González?. Digo, es indigno suponer que la raza va a votar copiosamente por un cuate sin mérito propio, colgado del gran papel mariano en este régimen en plena etapa otoñal.
Aun peor, en San Pablo del Monte –ya lo ha hecho en otras plazas- Mena en su papel de dirigente estatal del PRI, diría a una multitud de militantes: “no se hagan bolas, yo soy el bueno”.
Además de sonar a Salinas –con aquello de no se hagan bolas- el señor Marco Antonio, se ha colocado en absoluto desafío a la máxima expresada por el líder nacional del partido, Manlio Fabio Beltrones: “los árbitros no participan”.
Estamos ante una doble falta: un árbitro que sí participa y, lo hace ensalzando el legado del hacendado… flaco favor se hace. Se ha convertido en su peor enemigo, pues al expresarse como lo hace, lanza un mensaje de dependencia, de acotamiento… de un potencial gobernador castrado y controlado por quien lo habrá puesto.
Este sería el fin de la tradición: gobernador no pone gobernador. Pero con un hacendado al frente, todo es posible, hasta el control ofensivo de los actos y los dichos de un autómata bajo la creencia que la gente lo ve con buenos ojos.
La alianza será una decisión cupular
Al menos así lo vislumbran en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) donde el líder nacional, Carlos Navarrete, ha dejado para la dirigencia nacional el derecho a palomear quién ha de representar a su partido, según circunstancias y ubicaciones, y claro, según la propuesta del PAN.
Bueno, esto coloca a las senadoras Lorena Cuéllar Cisneros (PRD) y Adriana Dávila Fernández (PAN) en una incómoda sala de espera, con fecha límite en noviembre para definir si la alianza es en Tlaxcala una realidad y, quién la encabezará.
Es un experimento tan interesante como riesgoso. Ambos partidos cuentan con militancias vehementes en sus principios y, eso de obligar a un panista a ponerse la chaqueta amarilla, podría ser un riesgo electoral.
- Supongamos que el escenario beneficia a Adriana Dávila. Desde hoy puedo asegurar que Lorena no se quedaría quieta, buscaría otros partidos o la candidatura independiente.
- Pasaría lo mismo con Adriana Dávila.
Por tanto, la decisión de reservar la decisión para la cúpula no es lo más conveniente para ambos partidos y sí en cambio puede tener indignadas a las dos, ya con sendas inversiones importantes en esta etapa de preparación para ser ungidas.
No fue brillante la decisión de centralizar la decisión.
AMLO recorrió 14 municipios
Es la primera parte de una gira por los sesenta municipios acompañando a la senadora Martha Palafox Gutiérrez, quien a diferencia de sus dos colegas, perredista y panista, tiene más que asegurada la candidatura, aunque hoy los seguidores de Morena se limiten a llamarla Promotora de la Soberanía Nacional.
Según las estadísticas de los organizadores, AMLO reunió a más de diez mil en esta primera etapa. Ayer, por ejemplo en Ixtenco, unas seiscientas personas llegaron a acompañar a Andrés Manuel López Obrador, uno de cuyos elogios al discurso democratizador y bajo perfil del Papa Francisco, motivó un gusto doble a los cientos de asistentes.
Enfundado en una camisa bordada por artesanos de Ixtenco, AMLO se fue a la yugular de las reformas peñistas y volvió a anunciar su derrumbamiento, sobre todo en el tema energético y la irrupción de los extranjeros.
Ya en corto, el Peje se refirió a los malos agoreros, como Joaquín López Dóriga, para quien crece el rumor entre el sector empresarial de una posible desaparición violenta del tabasqueño.
“Por eso los señalo constantemente, la gente ya sabe de quién se trata y si hicieran algo en contra mía, no se los perdonarían… por eso no se animan a hacerlo”.
Una cara nueva
Dulce Silva, una empresaria y académica huamantleca de vocación social, irrumpió con los colores de Morena en el escenario de ese municipio, buscando la candidatura a alcaldesa.
La mujer tiene magnetismo y puede dar la sorpresa electoral, ante un contexto realmente dividido y desgastado entre los partidos de cajón.
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