Y no habrá tregua en su reprobación, a no ser que intervenga el más polémico pero milagroso presidente de la Comisión de Fiscalización, el señor Méndez Acametitla.
Proponemos que a la Comisión de Fiscalización del Congreso se le cambie de nombre. ¿Les parece la tabla salvadora? Sus integrantes toda cuenta la aprueban. No se quiebran la cabeza como en cambio ocurre al molesto Órgano de Fiscalización Superior (OFS).
Por ejemplo, si el OFS ha detectado cientos anormalidades en la cuenta pública del Poder Judicial, la comisión Acametitla se encarga de disipar toda duda. Sencillamente la aprueba.
No así con la Comisión de Acceso a la Información (Caiptlax) y el Instituto Electoral de Tlaxcala (IET) que, en ambas instancias fiscalizadoras van a tronar como ejotes.
Salvo ese par de organismos autónomos, creo que los demás pueden dormir tranquilos. Bueno no tanto, porque a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHT) no crean ustedes que no le encontraron bola de detalles, uno de los más sonados fue el viaje de su consejero presidente a la Pampa argentina (hombre teniendo la Cabaña de la Feria para qué ir tan lejos).
En las mismas andan el Tribunal de Conciliación y Arbitraje y la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT). Tienen cientos de observaciones pero es evidente el trabajo de sus administradores. De que pasan, pasan. Al menos es lo que escuchamos en la comisión Acametitla.
Ahora, ¿se trata de exhibir a los que de plano no dan una?
Ahí tienen ustedes a los integrantes del Fideicomiso Fondo de la Casa de las Artesanías. Ni cómo ayudarle. Han tenido que recurrir a San Chavita Méndez para aspirar a que su chiquero administrativo aspire a pasar.
Caso especial es el del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (C-4) Ese sí que no da una. Bueno ni siquiera entregó sus estados financieros por lo que al día de hoy la posibilidad de desvío de recursos asciende al mismo monto de su presupuesto anual: casi doscientos millones de pesos.
Si así son para justificar sus gastos, cómo serán para manejar el lado delicado de la información inmediata en el estado. Dicen que el titular carece de la preparación suficiente.
Huele a cambio por necesidad. El C-4 se desmorona.
Va a tener que intervenir la mano intercesora del chaparrito Méndez Acametitla, protector de los contadores tarugos y defensor de los gastalones sin control.
Pero, ¿de qué nos espantamos?
Para eso pusieron a Chava.
Es como Jesús Malverde, protector de los traficantes, nada más que en talla chiquita.
Recuerden que a Malverde, quienes le piden milagros, lo recompensan con horas de tambora. Aquí es más sencillo… con un cheque basta.
Pero aquí entre nos, lo que no tiene nombre es la aprobación de la cuenta pública de Pensiones Civiles.
Aquí es donde hasta podemos hacer un llamado a los estados que se les hace bolas el barniz de la fiscalización. Ven como somos de competentes que, podemos aprobar quizás a la entidad descentralizada con un pasado lleno de nubes y un presente en las mismas.
¿Qué me dicen de la USET?
Pues pasa sin problema alguno, aunque le detectaron posibles desvíos por casi 25 millones. ¿No será la lana de los útiles escolares que tanto demoraron en repartir?… quién sabe, verdad…
Ahora, si se trata de enderezar jorobados, alisar cacarizos o caminar sobre las aguas del Zahuapan, a continuación el milagro de los milagros: la cuenta pública del OPD Salud de Tlaxcala, con un presupuesto de más de 2 mil 500 millones y con posibles desvíos por ahí de los 300 millones pasa porque pasa.
Así con un chasquido
Yo creo que por eso hasta hay diputados que andan pidiendo la cabeza de Chavita Malverde o Chucho Acametitla. Insisto, para eso lo pusieron. Además, en la revista Forbes (de petatiux) es hoy uno de los hombres más ricos y poderosos.
Y todo gracias a navegar con la bandera de la Izquierda, pero con la salvedad de tener el gusto por vivir bien… desayunar taquitos fritos de caviar y desarrollar un exquisito gusto por el coñac más fino del mundo (mezcladito con manzanita Sol).
Uno se pregunta, cómo es que gentes del mismo partido tricolor andan tirándose golpes bajos y, en cambio los vividores de la Izquierda, perdón, algunos legisladores con esa tendencia bien que se están convirtiendo en los nuevos ricos de Tlaxcala.
La feria de las madrinas
Una venta indiscriminada de bebidas alcohólicas a mayores y menores, tensa a diario el ambiente en la fiesta de los tlaxcaltecas. Se tiene registro de tremendas golpizas sin que los vigilantes muevan siquiera un trozo de sus toletes.
La cabeza de la feria debería tomar en cuenta las mil cabezas que el descontento social tiene para manifestarse.
No sea que la fiesta de todos los santos tenga escenarios tan en esquemas de violencia que luego nos subamos a las estadísticas que lastiman.
A nivel maestría
La ingeniería comprobatoria del actual sistema puede convertirse en el posgrado que nos permita aspirar a cosas grandes.
Interesados en aprobar cuentas públicas enviaron miles de cartas para ver cómo le haceos en Tlaxcala, donde todo, todo, todo… pasa.
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