La democracia en los tiempos de Mariano es una ofensa a la inteligencia de los verdaderos líderes.
¿Sirve de algo la pugna por encabezar la mesa directiva del Congreso?
No de mucho. Salta de un anhelo democrático a un triunfo casi fetichista, en el cual opositores, manchi subordinados, vividores de la Izquierda, locutores panistas de quinta, o los tradicionales contreras, acaban por ceñirse al convenenciero capricho de Mariano.
En esa complicidad colegiada, cada uno ha puesto de su parte, por ejemplo para anclar la Reforma político-electoral, pese al tiempo invertido para disminuir el número de curules o para hacerse bolas con las fechas.
No abundan los legisladores con un interés genuino por responder a una agenda seria, distraídos por el futurismo que les recorre las venas. Creo que les hace daño acostumbrarse a ganar tanto sin mayor esfuerzo, como lo ofrecieron al iniciar este papel… primero con grandes expectativas, y a la fecha, de mero trámite, para seguir cuesta arriba. ¡La raza los aclama! (ajá)
Hay que ver los arrogantes elogios mutuos tricolores, cuyo líder, el diputado Marco Antonio Mena Rodríguez, mira solo al frente, limitado por la obsesión de las aplastantes indicaciones marianas. Y como equino acémilo atropella gente con su yunta, rompe caminos y desconoce acuerdos.
Todo, en función de aquellas indicaciones de su poder superior que quisiera llevarnos a todos al mundo paralelo donde al retroceso del estado lo mira como la obra del estadista que dice ser, y a su descendencia, como sujetos iluminados para contender con los colores del partido al que tantas veces ha perjudicado.
¿Sirve un Legislativo con estas desventajas?
Muy poco.
Porque la pluralidad que debiera campear al interior del Palacio decanta en pros, contras y convenencieros.
De nueva cuenta, el diputado del PAC, Serafín Ortiz Ortiz, advirtió la recurrencia a tribunales, de persistir la aplastante extensión mariana, cuya sinrazón para encabezar a la mesa directiva tiene más que ver con la insana dominación como punto de partida del apizaquense-libanés, que con alguna estrategia de buenos fines.
A producto de gallina
Bajo la dinámica de los manotazos, el marianismo evocativo de lo que conceptúa como mejores tiempos y estilos de ejercer el poder, no puede –ni quiere- dejar la película setentera, en blanco y negro, de la cual se desprenden sus rarezas (ni hoy revisa sus cuentas don Emilio, ni hay otro jefe al cual pueda chantajear con las confidencialidades que suelen tener los tesoreros).
Sin apartarse de su papel del gerente que revisa, firma y se molesta con cada uno de los miles de cheques ha dejado pasar el sesenta por ciento de su sexenio, produciendo hiel, no la adrenalina que debe recorrer las venas de quien se apunte rotundos logros para beneficiar a su estado.
¿Será verdad que han sido más de 35 millones los destinados a contener la inevitable sentencia de quienes juzgan el atropello en la Central de Abasto?
En eso ha invertido el tiempo.
También en activar la cacería, mandando lejos a los jueces mientras se dedica a rastrear a quienes desde hace tiempo copan sus obsesiones.
Pero avance, mejoría en la calidad de vida, más empleos, más seguridad y mejores servicios… esas son asignaturas pendientes.
Aspiran al consejo del PRD
Son puros cuates de los perredistas de ocasión… del señor Brazo Santacruz (¿qué hace en ese partido?), hasta Martín Rodríguez (el diputado 33, escudero de Sesín) llenan, no de satisfacción la espera para filtrar los grumos de las tribus, de tal forma que lleguen al dicho consejo.
En la lista no podía faltar la diputada Eréndira Jiménez, Antonio Ubaldo Lander y Antonio Lander, el variopinto Christian Vaslaf (hijo del señor brazo), Tomasito Orea y hasta Rogelio Camarillo… ¡esto suena a pitorreo!
Inmejorable escenario
Mientras la oposición persista en su insuperable capacidad de autodestruirse, el PRI versión Mariano y su realidad virtual, incrementa ventajas y se apresta a abrir la chequera, para convencer a un maltrecho electorado de los méritos de junior, de Marianita, y hasta del actual y parcial líder estatal de su partido.
Como podemos ver, la conflictiva oposición hace hasta lo imposible por quitar obstáculos al proyecto político de los atropellos.
Pero hay que ser muy precisos. Unos lo hacen porque la parte del pastel que les toca es tan pequeña que recurren a la exigencia sonando sus huaraches. Pero la porción mayor… los vividores de la Izquierda (o la Derecha) desempeñan con maestría su papel… dan todos los sombrerazos que pueden, protestan… y luego acaban por aceptar las condiciones que les ofrezca su veradero jefe.
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