Hay quien a estas alturas rechaza que existan intereses tan mezquinos y perversos como para destruir a un estado.
Algo tendrían que hacer las administraciones emanadas de partidos opositores al ejecutivo tlaxcalteca pues al paso de los meses los ha puesto contra la pared, mediante esa rara política destructiva, tan llena de resentimientos como de malas intenciones.
Abundan los ejemplos. Son en varios rubros.
1.- Los laudos. Nada más echemos un vistazo a Zacatelco, Calpulalpan, Nanacamilpa, Tlaxcala, Apizaco, Huamantla. Casualmente detonan las sentencias que condenan a las comunas a solucionar conflictos heredados, al grado que las chequeras se encuentran intervenidas… para ese poder superior es mejor que a los bien intencionados ediles, entre risueños y taciturnos (algo tienen los panistas que siempre andan risa y risa) les estallen los problemas claro, en detrimento de los servicios municipales, de la propia nómina y en casos extremos de los ingresos de organismos como los dedicados a administrar el agua potable y el saneamiento.
Veamos el caso acontecido en Tlaxcala, donde 25 trabajadores despedidos del organismo operador de agua en tiempos de Marco Antonio Velasco, han sido reinstalados por la orden de un juez. Antes, la buena voluntad del alto mando de dicho organismo lo llevó a condonar un adeudo monstruoso que un día, en el salón rojo, “fue superado” por don Mariano… “no tengo para pagarles y háganle como quieran.
Calpulalpan ha tenido que hacer dolorosos sacrificios para cumplir con los laudos, mientras en Palacio, saltan de contento al provocar semejantes perjuicios.
2.- El Congreso. Hay que ver la sonrisa de hiena de un secretario parlamentario, capaz de dar códigos equivocados a un presidente de la mesa directiva, panista por cierto, que es la gran decepción de la Legislatura. Le provoca titubeos… lo lleva a decretar, ¡votos por abstención!, hágame el favor. Y mientras el ex académico Robertito Zamora, es víctima de su pésima memoria y sus deficientes reflejos, el secretario parlamentario Héctor Martínez, intercambia miradas cómplices con el líder tricolor, Marco Antonio Mena.
3.- El partido. Con todo y lo impopular del líder estatal –a quien el diputado Melquidades Pérez apodó el calcetín, pues solo abre la boca para meter la pata- la militancia tendrá que tragar otra vez su imposición, ahora como candidato a diputado federal por el tercer distrito, donde por cierto tiene un declarado y acérrimo detractor, de nombre Noé Rodríguez Roldán.
Hijo de una brillante y generosa oncóloga, ese dirigente, a quien referenciaremos por los zapes recibidos en su haber tiene algunas tareas que cumplir, ninguna de las cuales tiene que ver con dar satisfacción a una militancia defraudada, saqueada, engañada y advertida que mientras siga este sistema su destino es triste.
Así que la niña mariana habrá de ir por la pluri, mientras en el distrito uno, quien quiera oponerse al regreso de Alfonso Sánchez Anaya, tendrá que enfrentarse a priístas de cepa, como Guadalupe Sánchez Santiago, dispuesta a devolver la atención al primo que en la antepasada elección la sacó del marasmo.
Ya veremos qué ocurre en el segundo. Pero al no ser prioridad para el pseudo líder tricolor y su amo, a quién interesa ganar o tronar como ejote en esa demarcación.
4.- En el campo. Nos dicen que lo mismo en un negocio llamado… creo que el Semillero… ah, sí dicen que en Apizaco que en otro importante expendio, localizado en Libres, Puebla, se ha comercializado fertilizante dentro de manchisacos, es decir, contenedores plásticos con la tradicional manchigreca.
Siendo este un apoyo para los campesinos, financiado por el Gobierno de la República, lo menos que debería el gobierno estatal es cuidar con esmero su buen destino.
Sorprendidos, clientes han llegado a rechazar las cargas de fertilizante tras descubrir que intentaban venderles como producto legítimo, ese fertilizante con una interesante leyenda, muy cerquita de la manchigreca: PROHIBIDA SU VENTA.
Pero el diputado rastrero del PRI, dedicado a proteger al secretario de Fomento Agropecuario se aventó la puntada de impedir la comparecencia de aquél, argumentando que como titular de esa dependencia no está obligado a saber todo lo que pasa en las desgraciadas oficinas localizadas en La Aguanaja.
5.- En el ánimo. Vemos que en varios capítulos hay interés del mando superior, no en función de un mejor estado, sino de un juego chapucero y de mala fe, en esta pachanga pletórica de despidos, de inseguridad y, lamentablemente también de ineptos, ingenuos o políticos opositores a los que les ha faltado decisión para enfrentar los embates de una bestia inmisericorde.
Post Views: 18