A causa de los líos de Pensiones Civiles el ejercicio anterior, fue suspendido el segundo informe de gobierno, mismo que hoy tendrá verificativo, pese a que debió ser el tercero.
Las medidas de seguridad que buscan un selecto público para el tercer informe de gobierno -instalaron hasta tres filtros antes de llegar al Centro de Convenciones- nos llevan a pensar en esa doble percepción: por un lado la creencia de una desbordante popularidad. Por el otro, el temor de que alguna protesta active un efecto dominó, ante una concurrencia que, no se crea, pero viene con un poco de reservas.
Sesenta y ocho por ciento de casi dos mil encuestados por la empresa Estrategia, no ve con buenos ojos el trabajo del ejecutivo. 1.1, no le da más de uno, 7.2, considera que merece un dos, 21.6 le asigna tres; 10.3 lo califica con cuatro, y 16.8 con cinco.
La percepción positiva se queda un poco atrás: 11.2 le da seis, 9.4 siete; 5.3 ocho; 4.5 nueve y 1.6 le da el diez de sobresaliente.
De entrada, que el informe sea fuera del Congreso da al traste con el protocolo.
Claro, es de tomar en cuenta la metamofosis de los diputados, algunos de los cuales sucumbieron en aquélla postura inquebrantable, a la que finalmente le pusieron precio.
Y de aquellos representantes populares, de quienes se guardaban interesantes expectativas quedó muy claro que fueron incapaces de seguirse viendo pobres, vamos, los deslumbraron las pacas de billetes.
Pero una percepción tan baja, tras dos elecciones perdidas hace del PRI en este momento, el partido más fragmentado y en bancarrota, económica y moral, al cual por cierto está por llegar un ex diputado. No me digan que el tal Teodardo. Bueno, si les creo. Así será el desinterés de quienes debieran amar a su partido.
Es que otorgar la dirigencia a un cuate que se olvidó de agendar la reforma energética y por eso no crea que Tlaxcala tenga tan buen referente desde el centro del país (al menos para los intereses del presidente Peña Nieto).
Y que el 45.8 de aquellos encuestados consideren grave al ámbito de seguridad pública, nos lleva a concluir en esas dos versiones respecto al supuesto nivel sobresaliente del que tanto alardeamos. Le sigue el desempleo con 14.6; pavimentación con 13.3; alumbrado público 10.1; pobreza 6.2; educación 3.9; drenaje y alcantarillado 3.6.
Entonces eso a lo que se llama informe de gobierno, es en realidad un mensaje con el direccionamiento peñista de autopromoción, pero distanciado del Primer Mandatario. Algunos lo llaman besamanos. Nosotros lo calificaríamos como la fiesta selecta.
Capam, salen los trapos
Un cheque de 393 mil pesos -entre otros- a la cuenta personal del hijo de un potentado servidor público es uno de los hallazgos que tiene en vilo la libertad del susodicho.
Los cabos sueltos comienzan a atarse.
Por eso la violencia.
Cualquier cosa es mejor que ser descubierto mediente una auditoría. No entiendo la fuerza pública utilizada para recuperar un negocio cuya dirección se perdió, primero porque otros grupos -desde luego otros intereses- se hicieron dueños del mismo. Y luego porque esto se da en el ámbito municipal, no en el estatal.
Es el pelo en la sopa, el negro en el arroz; yo díría que una mancha indeleble, incluso dentro del evento simulatorio llamado tercer informe de gobierno.
Peor no podía ser. Los responsables, material e intelectual de esta atrocidad contaron con el apoyo del ejecutivo tlaxcalteca. Y nada es peor para un sistema tambaleante y derrotado en las urnas.
Los nuevos notarios
¿Por qué Cuauhtemoc Lima dejaría la dirección de notarías?
Nuestras fuentes nos revelaron que la razón estriba en que ese abogado sería el primer notario impulsado por el marianismo, con lo cual quedaría claro que no solo Ortiz fue capaz de legar títulos cuasi nobiliarios a sus incondicionales.
La pregunta es si al ex director del Registro Civil, Marco Antonio Díaz Díaz, también le vieron cara de notario. Si la información es positiva, pues ahí lo tiene usted verdad, será parte de los nuevos cuasi príncipes.
Ciao magistrado
Ante la inminente salida del magistrado Pedro Molina, ya esperan la llegada de Roa, el ex jurídico del IET que, entre otras cosas tuvo en sus manos aquél proceso poco aseado que alcanzó triste celebridad a causa de su parecido con la casa de los porcinos.