Ha desatado resentimientos de víctimas y la crítica de importantes personalidades

img4221

Creo que la senadora Adriana Dávila Fernández, no halló la cuadratura al círculo que en su haber significó presidir la Comisión contra la Trata de Personas. No tenía más alternativa que asumirse en la gran defensora de los derechos de mujeres y hombres bajo esta cruel expresión de esclavitud, y armarse de valor para lidiar la lucha de su vida, contra consorcios mexicanos y extranjeros, a los cuales no les conviene una norma tan rígida.

El gran error de la Dávila es considerarse de la talla de portentos como Rosy Orozco y su vida dedicada a luchar contra la trata. Acaso recreó en ella sus fobias locales y chiquitas y cometió la pifia de atacarla, aunque en ese pecado haya llevado la penitencia de su constricción retórica en abundantes exposiciones.

Si la señora Orozco ha encontrado motivos en dicha reforma senatorial, la reacción de su autora intelectual debería ser la de escuchar y corregir su planta, no emprender la ridícula y sostenida verborrea que le ha expuesto a la sorna multiplicada en espacios de importante audiencia, radiales y escritos, unos muy críticos y otros… más.

En este intrincado pasillo la señora senadora ha sumado un motivo más a los juicios que sobre el tema crecen y amenazan con colocarla en un pedestal nada envidiable.

Este domingo un amplio reportaje de Sanjuana Martínez, en La Jornada, aborda la vida de una joven mujer, Madaí Morales, hoy saliendo de la terrible experiencia de haber sido explotada sexualmente.

Me da mucho coraje la reforma, dice Madaí.

«La senadora panista Adriana Dávila no sabe lo que esta haciendo. Esos 70 senadores que firmaron en favor de reformar la ley, no nos conocen. En vez de hacer un bien, hacen un mal porque quieren quitarle derechos a las víctimas. Los derechos ahora serán para los tratantes, y que las víctimas se frieguen».

La reforma -añade la nota de Sanjuana- es impulsada por la senadora por Tlaxcala, Adriana Dávila, del Partido Acción Nacional (PAN), y por la senadora Angélica de la Peña, del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ambas defienden la modificación de 75 por ciento de la ley, porque supuestamente es inoperable.

Y la estudiante de Derecho, concluye con una expresión que ha sobresaltado al Senado entero y desde luego a analistas dentro y fuera del país: “A lo mejor los padrotes de Tlaxcala le van a financiar su campaña o está ganando algo de esta red de trata. No sabe lo que se siente estar esclavizada. Ahora soy libre y lucharé por esta ley, lucharé para encarcelar a los padrotes”.

Adriana ha cometido un grave error tirando a la basura el papel que pudo haber asumido como presidenta de la comisión referida. No lo hizo. No fue capaz de remar contracorriente de una aplastante decisión que tiene demasiadas interrogantes en su cuerpo, y un mensaje mensaje perverso contra el cual no hubo oposición.

Adriana, senadora tlaxcalteca, ha tenido que cargar con el peso social de esta reforma. Y es precisamente a nuestro estado que en todo el país se le quiere ver como el único generador de proxenetas.

Luego entonces, no han tardado los comentarios arteros que relacionan a Adriana con los proxenetas de Tlaxcala.

Tiene que aclararlo a profundidad.

Que no lo supere, la inhibe de pensar en su ascendente carrera política, como ella llama a su azaroso deambular.

Un viaje más a Europa, con la justificación de siempre

El gobernador Mariano González Zarur, realiza un viaje por Italia como parte de una agenda oficial, pero sin la autorización del Poder Legislativo.

Es el enésimo de su tipo, pero no ha pasado inadvertido por observadores nacionales. Unos ácidos, como Jacobo Zabludovsky y otros más, como su compañero de micrófono, Alfredo Domínguez Muro.

«¿A qué va a Italia?, seguramente a promover los toros bravos, porque… es lo único que hay en Tlaxcala…»

Medir la pobreza generar acciones

La senadora Lorena Cuéllar Cisneros, efectuó una gira por Sudáfrica en su calidad de presidenta de la Comisión de Desarrollo Social. Fue a esa parte del mundo a observar niveles de pobreza y hambre, y a enterarse si los atienden y cómo lo hacen.

Su intención es aplicar esa experiencia en México, plantear similitudes o contrastes y poner manos a la obra.