En el régimen del aiga sido como aiga sido, qué tanto es revolver verde, blanco, colorado y azulito…
Los nuevos tiempos del PAN recurren sistemáticamente al “aiga sido como aiga sido…” y, si para lograr carro completo en Tlaxcala es necesario echar mano de la destacada gurú del PRI, Gisela Ruback, ¿cuál es el problema?
Aquí de lo que se trata, vale la pena. Inscribir el nombre de los personajes empoderados del momento en un acta de eficiencia electoral y hacerse acreedores al reconocimiento presidencial que, será fundamental en la elección de 2010.
Aquí, el movimiento de las fichas del ajedrez no acepta el mínimo grado de error. Se está en búsqueda de dos factores: la continuidad y en consecuencia, la cobertura de espaldas para impedir que un equis, o una equis irrumpa en esta fiesta y ponga en riesgo el importante trecho avanzado.
En esta partida, uno de los caballos del ajedrez es la doctora Ruback, quien actualmente se desempeña como coordinadora de los Diplomados en Mercadotecnia Política del ITAM y, además es directora general de Consultores y Marketing Político.
Su acertividad la hizo consultora de cabecera del PRI.
Y he aquí que me cuesta trabajo entender cómo alguien que se habla de tú con los tricolores del momento, comenzando por la lideresa, Beatriz Paredes Rangel, aplique sus buenos oficios en un territorio panista.
Digo, si usted no tiene inconveniente, esto es el PRIAN en su más pura y extrema demostración y, a nivel nacional ya está marcando el rumbo que deben seguir otros gobernadores, atestados de prejuicios y espantados de hacer cualquier trato que huela a PRI.
Y como van las cosas, Tlaxcala será de los escasos estados donde el conocido “zapatero” aplique en cada uno de los distritos en juego.
Siendo realistas, creamos la mitad del contenido de la encuesta de la doctora Ruback. Pues ni así se podrá alcanzar a los panistas. Esto se trata de una ventaja brutal alcanzada mediante el aiga sido como aiga sido.
Al parecer la ex gobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes y su candidata, serán factor de sacrificio en este prianicidio, en el que se juega ni más ni menos que el proceso sucesorio.
En perspectiva, esto significa que el año próximo veremos en las boletas por lo menos dos nombres: Minerva Hernández Ramos, del PRD y, Julián Velásquez Llorente, del PRIAN. Digamos que la verdadera lucha se va a dar entre estos dos personajes.
En la esquina de los perdedores yace Mariano González Zarur, cuyo coordinador de precampaña, Rubén Flores Leal, habrá de dejar en el momento más indicado para hacerlo, hombre, por eso, el célebre peseta conoce un solo objetivo en sus intereses: él mismo.
Y tal vez en un PRI del que el fenómeno PRIAN haya extraído la médula que da triunfos en las urnas podríamos ver a Lorena Cuéllar, que, por derecho habrá ganado esa oportunidad.
Pero en esta lucha no se puede descartar a la sorprendente Blanca Águila Lima, cuyo principal atrevimiento fue confrontar al aparato-PAN que ¡vaya si está obsesionado con el zapato!
Recordemos que Blanca es el único proyecto de Beatriz Paredes, pero si el cinco de julio los resultados le son desfavorables, las dos habrán tenido una seria caída y en consecuencia, tendrán que revisar qué es lo que falló.
Tal vez, la señora Paredes habrá cometido el pecado de subestimar a su ex secre particular, hoy todo un gobernador prianista, convertido en el centro de un proyecto que va para largo si es que no se le pone enfrente alguien con suficiente peso, político y orgánico.
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