Una vez consumada la reforma del Poder Judicial en Tlaxcala, surge la duda sobre quiénes serán los abogadas y los abogados que serán premiados por el lorenismo para ser designados a través del “voto popular” magistradas y magistrados, así como jueces y juezas.

 

 

 

Los cargos que desde ahora ya se están disputando son anhelados y codiciados por muchos. Serán cuatro de siete magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado, tres magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa, tres magistrados del Tribunal de Conciliación y Arbitraje y tres más del Tribunal de Disciplina Judicial, es decir, serán electos trece magistrados y magistradas en junio del 2025.

 

Pero no necesariamente se tratará de rostros nuevos, porque en el caso del TSJE seguramente algunos tienen altas posibilidades de garantizar su permanencia como la actual presidenta Anel Bañuelos Meneses, la recomendada Fanny Margarita Amador Montes, la estudiosa Mildred Murbartián Aguilar y Marisol Barba Pérez, debido a que son bien vistos por el actual grupo en el poder que encabeza la mandataria Lorena Cuéllar Cisneros.

 

Los tres restantes Enrique Acoltzi Conde, Pedro Sánchez Ortega y Mary Cruz Cortés Ornelas se mantendrán como integrantes del Pleno y esperarán la elección de magistrados del 2027, pero quizá con pocas o nulas oportunidades de que sean respaldados por el lorenismo para permanecer en sus puestos.

 

En el caso del Tribunal de Justicia Administrativa, se da por un hecho que serán arropados para ir a la elección y mantenerse como magistrados Manuel Vázquez Conchas y Luz María Vázquez Ávila, quienes sin duda gozan de la confianza de la gobernadora Cuéllar.

 

El presidente de ese tribunal, Elías Cortés Roa, podría ser sustituido y ganar ese puesto un abogado o una abogada más cercana al lorenismo.

 

Por lo que respecta al Tribunal de Conciliación y Arbitraje, su actual presidente, el priista de corazón, pero morenista de conveniencia, Miguel Ángel Tlapale Hernández, podría ser electo en el proceso previsto para junio del próximo año, al igual que el ex consejero electoral Raymundo Amador García que representa en esa instancia los intereses del Poder Ejecutivo, quedando en duda Rolando Meza Castillo que defiende a los trabajadores.

 

Los magistrados del Tribunal de Disciplina serán electos y hasta ahora no se sabe quiénes pudieran perfilarse, debido a que es una nueva instancia que entrará en funciones en el siguiente año.

 

Y los cinco integrantes del Órgano de Administración Judicial que sustituirá al actual Consejo de la Judicatura se conocerán hasta septiembre del 2025, fecha en que entrarán a laborar los nuevos magistrados y magistradas.

 

De los 13 cargos de magistrados que se elegirán, existen al menos ocho aspirantes ligados al lorenismo que serán apoyados e impulsados a fin de que en las elecciones del siguiente año obtengan el triunfo en las urnas y se aseguren su llegada a los cargos, con lo cual prácticamente se tendrá garantizado el control de esos tribunales.

 

De los 39 jueces y juezas que serán electos en Tlaxcala, habrá que esperar que se defina la lista de quiénes serán los primeros veinte que participarán a fin de determinar si sus posibilidades son grandes o pocas de ser apoyados por el voto popular para continuar impartiendo justicia.

 

Hasta ahora se habla que la mayoría de los aspirantes a magistrados y a magistradas son oriundos de Tlaxcala, pero como legalmente no se impide que otros abogados nacidos en otras entidades participen, no dude que los morelenses encabezados por el secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, buscarán dejar a miembros ligados a ellos en esos cargos, sobre todo porque en los últimos meses han desplazado a los tlaxcaltecas de varias posiciones.

 

Y no crea que es broma, pues la reforma al Poder Judicial de Tlaxcala fue en parte planeada y diseñada por los morelenses incrustados en la administración estatal y en el Congreso del Estado, quienes lograron que los legisladores la aprobaran sin hacer cambios y que prácticamente se garantiza la permanencia del lorenismo en esas posiciones de poder hasta el 2033.

 

A poco cree que los morelenses no están interesados en esos cargos.

 

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