El pretexto lo dieron y la oportunidad será aprovechada por el lorenismo que se frota las manos para controlar el Poder Judicial de Tlaxcala hasta el 2033, cuando prácticamente el próximo gobernador o gobernadora de la entidad estará concluyendo su periodo por el que fue electo.

 

 

Ayer, los integrantes de las bancadas de Morena, PVEM, Fuerza por México Tlaxcala, Nueva Alianza y Redes Sociales Progresistas en el Congreso del Estado presentaron una propuesta de reforma a la Constitución Política local para entregar, sin ningún recato, el control absoluto del Poder Judicial a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.

 

Los diputados tlaxcaltecas tendrán 29 días para aprobar estas reformas constitucionales y cumplir con el plazo que otorgó el Congreso de la Unión para llevar a cabo esos cambios que hace meses se avalaron a nivel federal.

 

Con la mencionada propuesta, se pretende que el primer domingo de junio de 2025 se celebren elecciones extraordinarias para elegir a los siete magistrados y la mitad de jueces y juezas del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

 

Las magistradas y los magistrados que resulten electos en sus cargos durarán cinco y ocho años, por lo que tres permanecerán hasta el 2030 y cuatro hasta el 2033, es decir, los periodos que correspondan a cada puesto se determinarán en función del número de votos que obtenga cada aspirante, correspondiendo un mayor tiempo a quienes alcancen más sufragios.

 

De acuerdo con la propuesta, los actuales jueces y magistrados podrán participar en la elección de manera automática, sin necesidad de pasar por evaluaciones previas, como sí está pasando en el proceso federal que se está realizando en estos momentos.

 

Será el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial el que seleccionará los cargos de la mitad de los actuales jueces a renovarse en la elección extraordinaria del año 2025, porque la otra mitad deberá participar en el proceso previsto para el 2027.

 

Lorena Cuéllar inició su mandato el 31 de agosto del 2021 y desde ese momento aprovechó su poder para controlar al TSJE, ya que influyó estratégicamente para imponer magistradas y magistrados que en teoría terminarían sus periodos entre el 2026 y 2028, sin embargo con la reforma que está en marcha buscará dejar sembrados a los integrantes del Poder Judicial de Tlaxcala hasta el 2033, es decir, cuando su sucesor o sucesora también estará dejando el poder sí se considera que el próximo mandatario iniciará sus funciones en el 2027.

 

La maniobra y la reforma está resultando más que ventajosa para el actual grupo en el poder que sin duda ha encontrado en los diputados y en las diputadas los mejores aliados para garantizar que el lorenismo se extienda, al menos en el Poder Judicial, por un sexenio más.

 

El cambio constitucional que se propone es un saco a la medida y obviamente serán premiados y recompensados los abogados y las abogadas leales y fieles a la mandataria Cuéllar, quien seguramente moverá la maquinaria lorenista y morenista para imponer a sus recomendados.

 

No se necesita ser el gran analista para ver que con la reforma se están facilitando la permanencia de algunos magistrados y magistradas, así como de jueces y juezas.

 

Por ejemplo, no dude que el recién nombrado representante del Poder Ejecutivo ante el Consejo de la Judicatura, Miguel Sánchez Ramírez, órgano el cual desaparecerá con la reforma, será apuntalado para integrarse como miembro del Tribunal de Disciplina Judicial o del Órgano de Administración Judicial, instancias que serán creadas y que formarán parte de los cambios constitucionales que serán avalados en los próximos días.

 

No cabe duda que Lorena Cuéllar sabe para qué es el poder y sin duda está aprovechando su circunstancia para sacar y obtener el mejor provecho, pues dudo que exista algún diputado con fuerza u otros actores políticos que descarrilen la reforma que el actual grupo en el poder concretará junto con sus fieles aliados.

 

El lorenismo está a punto de conseguir algo que en cualquier otro momento se hubiera pensado imposible o inalcanzable.

 

Sorprendente.

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