Pensar que la visita que este día llevará a cabo por tierras tlaxcaltecas el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es casualidad o una acción sin ningún propósito, es estar totalmente equivocado.
Sencillamente no puede pasar desapercibido el hecho de que en este mes se cumplirá el primer año de gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros y porque también iniciarán este día las campañas de las planillas que buscan la dirigencia del sindicato de trabajadores de salud, en donde participa la diputada priista Blanca Águila Lima que pretende retener por un periodo más el control de ese gremio.
El presidente López Obrador está encaminado a cumplir su cuarto año de administración y no sería raro que en su visita por los municipios de Calpulalpan y Huamantla anunciara algunas obras de impacto o más recursos de programas sociales para atender las necesidades de los más pobres, porque según él “amor con amor se paga” y hasta ahora su cariño por los tlaxcaltecas ha sido un tanto escaso en la generación de grandes proyectos, porque en lo que se refiere a entregar apoyos económicos éstos se han incrementado al grado que actualmente se beneficia a más de 400 mil tlaxcaltecas.
Será interesante pulsar cuál es el ánimo del presidente hacia la mandataria Lorena Cuéllar y percibir si el respaldo que continuamente recibe la gobernadora en Palacio Nacional durante las reuniones privadas que sostiene con López Obrador hoy se hace público y la presume como una de las mejores autoridades estatales que tiene Morena en el país.
El presidente López Obrador inaugurará una nueva sucursal del Banco Bienestar y supervisará el avance del programa IMSS-Bienestar en Tlaxcala, con el cual se ofrecerá servicio de salud a la población que no cuenta con seguridad social, sin negar la atención a los derechohabientes activos o pensionados.
El tema de la entrega de bases a trabajadores del sector salud que en el caso de Tlaxcala es superior a las mil plazas saldrá a relucir y tanto el gobierno federal como estatal presumirán esa promesa convertida en logro, por lo que obviamente tratarán de influir en el personal sindicalizado para incidir en su voto, ya que es entendible que las actuales autoridades no quieren tratar con una dirigencia que responda a los intereses del PRI y a los de Blanca Águila.
Aunque las autoridades federales y estatales no intervendrán abiertamente en ese proceso de renovación sindical, eso no quiere decir que no estén interesadas en que el próximo líder de los trabajadores de salud sea una persona diferente a la diputada local que tiene años controlando esa organización.
Se dice que la planilla de Blanca Águila será impugnada y por lo que se ve iniciará mal su campaña, porque no cumple con los requisitos de la convocatoria que establece que para poder participar en la renovación es necesario estar al corriente con las cuotas sindicales, lo cual no cumple la actual líder porque solicitó licencia sin goce de sueldo a la Secretaría de Salud para irse de diputada.
En fin, López Obrador es un presidente experimentado y sus acciones y declaraciones siempre tienen un objetivo y un fin. Su visita no es una ocurrencia y seguramente tiene pensado algo para Tlaxcala.
En unas horas más lo veremos.
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