Sí habrá cambios o rotación de funcionarios estatales al interior del gabinete legal y ampliado de la actual administración, es algo que sólo la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, sabe y que en pocos días se podría confirmar o no, porque ella es la única que toma tal tipo de decisiones y esa atribución sencillamente no la comparte con nadie.

 

 

Aunque en los últimos días se ha venido reiterando que no habrá cambios entre los funcionarios de primer nivel, porque al parecer todos pasaron la evaluación de los primeros cuatro meses, lo cierto es que la mandataria morenista ha dejado entrever que hará movimientos en el gabinete ampliado donde ha detectado ciertas inconsistencias.

 

A estas alturas, la gobernadora de Tlaxcala se sabe que funcionarios no tuvieron la capacidad de adaptarse al ritmo a las medidas de austeridad de su administración. Tiene detectado a aquellos encargados de dependencias o instituciones educativas que tuvieron problemas para cumplir con el pago de prestaciones y salarios de fin de año, mismos que no hicieron ningún trabajo previo para resolver esa situación. También tiene ubicado a aquellos que han intentado meter mano al presupuesto y a otros que habrían mostrado una actitud arrogante y de mal trato para los empleados y los ciudadanos.

 

Por el momento se descarta que algún integrante del gabinete ampliado pueda ocupar un cargo o responsabilidad más importante en el gobierno lorenista, de ahí que es muy probable que las nuevas dependencias que empezarán a funcionar el próximo lunes recaigan en personas que han estado en la banca y que pronto saltarán a la cancha a mostrar sus talentos.

 

Entre los lorenistas existe expectación para ver quienes ocuparán la titularidad de la Secretaría de Bienestar, la responsabilidad de la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Vivienda y el mando de la Secretaría de Trabajo y Competitividad, sobre todo porque la primera dependencia estatal será relevante y clave para fortalecer la presencia y el trabajo político de la administración de Cuéllar Cisneros.

 

En el 2022 la verdadera responsable de los programas sociales en Tlaxcala tanto del gobierno federal y como estatal será la gobernadora Lorena Cuéllar, razón por la cual la delegación de la Secretaría de Bienestar que dice manejar el gris ex alcalde perredista de Amaxac, Carlos Luna Vázquez, pasará a ser una oficina de trámite que ya no tendrá mayor relevancia política y administrativa en la entidad.

 

Se dice que el futuro encargado de la influyente Secretaría de Bienestar de Tlaxcala será un varón cuyo nombre está guardado bajo siete llaves. Respecto a las otras dos nuevas dependencias, cada vez crece más el rumor que una será ocupada por el ex priista Noé Rodríguez Roldán, quien ya se alista para su debut morenista después de haber traicionado al PRI.

 

La segunda etapa del gobierno lorenista empezará el próximo lunes y veremos si las grillas internas se mantienen o desaparecen, porque hasta ahora se tiene detectado que hay cinco funcionarios estatales que se han agrupado para quejarse del golpeteo que según ellos sufren por fuego amigo y de paso para hacer un equipo que haga contrapeso político al grupo que encabeza el influyente secretario de Gobierno, Sergio González Hernández.

 

Aunque no lo crea, al interior del lorenismo existe una lucha para ver quiénes son los funcionarios más cercanos a la gobernadora con miras a ganar su afecto y respaldo político, pues para algunos la sucesión ya se está disputando desde este momento.

 

Y ya que hablamos de afecto y respaldo político, le cuento que el diputado local y presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado, Rubén Terán Águila, fue felicitado por la dirigencia de Morena que encabeza Mario Delgado Carrillo por el trabajo realizado en Tlaxcala y que permitió eliminar los “fondos moches” que los anteriores legisladores de su partido crearon.

 

La gobernadora Lorena Cuéllar estaba en contra de ese fondo y giró instrucciones para evitar su aprobación en el presupuesto de egresos del 2022, propuesta que fue respaldada por Rubén Terán que operó con algunos diputados para convencerlos de que esa bolsa no debía ser avalada porque alentaba la corrupción y provocaba mala imagen para los legisladores.

 

Mientras en otras entidades donde Morena tiene diputados locales se habla de sancionar a esos legisladores por no acatar los principios del partido, en Tlaxcala la dirigencia nacional reconoció el trabajo que en los últimos meses hizo Rubén Terán para cumplir los compromisos de la Cuarta Transformación.

 

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