La relajación de las medidas sanitarias en Tlaxcala para contener los contagios de Covid-19 es clara y será en los próximos días cuando quizá se paguen las consecuencias de esa actitud un tanto irresponsable por parte de los ciudadanos y las ciudadanas, quienes piensan que ese virus dejó de ser letal en algunos casos o que las vacunas son una garantía para no enfermarse sin complicaciones.

 

 

Es cierto que Tlaxcala se ubica en color verde del semáforo epidemiológico de la Secretaría de Salud y esa circunstancia permite llevar a cabo ciertas actividades, pero también es evidente que en la entidad se ha caído en el exceso y en el libertinaje porque no sólo se han registrado bailes masivos, sino que se están organizando ferias como la de Chiautempan y otras actividades políticas que han concentrado un importante número de personas.

 

A nivel nacional, se ha reportado en el presente mes un promedio de 7 mil 951 contagios por día, cifra que rebasa la tasa del mismo mes del 2020 que fue de 6 mil infectados, sin embargo esa cantidad está por debajo de los 14 mil enfermos contabilizados en diciembre del año pasado.

 

En Tlaxcala, los datos oficiales entre el 11 y el 18 de julio señalan que hubo un aumento de 154 contagios, pasando de 18 mil 170 a 18 mil 324 casos confirmados, es decir, hubo un promedio de 22 nuevos pacientes por día, cifra muy alejada de la segunda semana de junio que tuvo 30 positivos o 4.2 por día.

 

De acuerdo con la información disponible, tan sólo el fin de semana el personal médico de la Secretaría de Salud detectó un aumento importante de enfermos de coronavirus y recibió a tres pacientes graves, uno de los cuales fue intubada, incluso se atendió a un enfermo que provenía de Texas, Estados Unidos, mismo que ya se encontraba inoculado contra el Covid-19.

 

Quizá la relajación de las medidas sanitarias se debe a que las actuales autoridades estatales y municipales están próximas a dejar sus cargos, sin embargo lo recomendable sería que volvieran a tomar el control de las estrategias aplicadas y que ayuden a contener la propagación de ese virus, especialmente entre los jóvenes, ya que ese es el sector de la población que está siendo más afectado.

 

Sólo basta con recorrer los principales municipios de la entidad como Tlaxcala, Apizaco, Chiautempan, Huamantla y otros, para comprobar que los fines de semana los bares y centros de esparcimiento y diversión operan sin ninguna restricción y que en esos lugares no sólo hay exceso de personas, sino que nadie usa cubrebocas y ni se guarda la sana distancia.

 

Los reportes refieren que en municipios como Chiautempan, Papalotla, Tlaltelulco y Zacatelco el incremento de infectados es real, situación que debería obligar a las autoridades sanitarias, estatales y municipales a imponer nuevamente algunas medidas restrictivas antes de que la tercera ola de contagios se salga de control.

 

El proceso de vacunación de la población contra el Covid-19 ha sido aceptable y la entidad se ubica entre las que reportan un mayor avance a nivel nacional, pues en unos días más se espera que concluya la inmunización de las personas cuyo rango de edad va de los 30 a los 39 años.

 

La estrategia de la administración del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez ha sido buena y sin dudas ayudó a contener la propagación del virus en el estado, sin embargo hasta ahora no se sabe si ésta se mantendrá o cambiará con la llegada al poder de Lorena Cuéllar Cisneros, quien está replicando muchas acciones y decisiones del gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

En materia de salud y en el manejo de la pandemia, lo recomendable sería que la gobernadora electa, Lorena Cuéllar, mantuviera la actual estrategia y no siguiera todas las recomendaciones del subsecretario de Salud del gobierno federal, Hugo López-Gatell, quien ha fracaso y es el responsable de que México sea uno de los peores países del mundo en el manejo del Covid-19 con 236 mil 810 defunciones confirmadas.

 

Sin dudas Lorena Cuéllar enfrenta un dilema que empezará a marcar su futura administración estatal. Cambiar o mantener la actual estrategia de contención del coronavirus.

 

Por lo pronto y a 40 días de que se lleve a cabo el relevo de autoridades, la gobernadora electa se ha retrasado en la designación del Secretario de Salud que junto con el Secretario de Educación ya deberían estar no sólo atendiendo la entrega recepción de las dos dependencias estatales más grandes, sino que también tendrían que estar diseñando la ruta a seguir para contener los contagios y garantizar un regreso seguro a las clases presenciales a partir del lunes 30 de agosto.

 

El tiempo avanza y éste puede dejar de ser un aliado.

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