Perdió la pelea en el PRD con Alfonso Sánchez Anaya, quien la sometió a una constante metralla a través de los sicarios de nombre Mariano Andalco y Felipe Sánchez lima -entre otros- sumisos a Mariano, promotores del PRI y, pendientes de renunciar, por congruencia, al PRD.
Una de las cartas de presentación de Minerva Hernández Ramos, durante la campaña a la gubernatura de Tlaxcala, fue la considerable productividad como miembro del Senado, sin duda la más destacada actuación del PRD.
Sin embargo, su ruptura con el también senador perredista, Alfonso Sánchez Anaya, tuvo un elevado costo.
Sicarios de ese partido, encabezados por Mariano Andalco y Felipe Sánchez Lima, se encargarían -por orden de Alfonso y sumisión a Mariano- de golpetear día a día a Minerva, quien aquí entre nos, aguantó vara, aunque al final del proceso exhibió el grave daño de ser la abanderada de un partido caótico, en disputa.
Ella lo llama doble moral en la carta mediante la cual justifica dejar al Sol Azteca.
Saúl Hernández, el secretario general del PRD -gente leal a Hernández Ramos- también lo considera un acto congruente, pero añade la invitación a los sicarios de los que le comenté aquí arriba, que reununcien también a este partido, pues fue más que evidente su activismo por el PRI y su abanderado, Mariano González Zarur.
Pero, ¿usted cree que ese par va a dejar las filas perredistas?
De ninguna manera. Hoy más que nunca son útiles al inminente mandatario estatal, para encabezar a la izquierda tlaxcalteca, procurando de ella la sumisión (como parte de aquella premisa de sumarse, sumarse y sumirse).
Minerva Estorbaba. Era la pieza sin encajar en el nuevo rompecabezas llamado perredismo en los tiempos de Mariano.
Seguramente lo evaluó y decidió llevar sus canicas a otro patio, donde por cierto le deparan un destino halagüeño.
Fíjese. Es casi un hecho que Minerva encabezará la Comisión de Desarrollo Social del Senado. ¿Le parece poco para una legisladora que mantiene elevado su record de iniciativas y propuestas, presentadas y registradas.
No, pues se estaba tardando.
Otro de los párrafos de puño y letra de Minerva, describe su formación basada en los principios de la izquierda.
Llegar al PAN, al grupo de Gustavo Madero, uno de los más destacados tiradores a la dirigencia nacional bajo el lema que combate la feudalización de ese partido, suena atractivo para la senadora tlaxcalteca, quien hubo de hacer tripas corazón cuando aceptó presentarse en aquella tristemente célebre rueda de prensa, al lado de Adriana Fernández, hecho que sería la tumba para ambas.
Tampoco perdamos de vista la vocación aliancista de Hernández, quien en su carta reafirma entrelíneas su apego al proyecto aquél planeado en las oficinas de Manuel Camacho Solís, para conformar coaliciones o alianzas en torno de Marcelo Ebrard Casaubón, quien por su lado ya reconoció que va con todo en búsqueda de la candidatura perredista a la Presidencia. Yo creo más que factible que esa candiatura sea común con el PRD de los chuchos, tan fiel a los interteses de Calderón.
Aún hay más. Se supone que Minerva dirigirá el apoyo a Ebrard, desde el ala panista a la cual recién llegó, a través de la Fundación Equidad y Progreso, por cierto muy avanzada en su consolidación y a punto de arrancar, pasado mañana jueves, para ser precisos.
Desmenusados los motivos del éxodo minervista puede que no suene tan descabellado.
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