A los gobiernos emanados de Morena pareciera que se les están acabando los pretextos y los culpables a la hora de enfrentar algunos problemas que, en teoría deberían ser parte de la historia, pero que por desgracia prevalecen.
Por ejemplo, la escasez de medicinas y alimentos en los hospitales y clínicas del IMSS Bienestar sigue y es la fecha que ninguna autoridad federal o estatal da la cara para explicar por qué en Tlaxcala el sistema de salud al estilo de Dinamarca no es una realidad.
El coordinador del IMSS Bienestar, Gabriel Gutiérrez Morales, lleva un mes sin resolver la falta de medicinas y alimentos en los nosocomios, pese a que este problema se denunció a principios y a mediados de enero.
El fin de semana el personal del Hospital de la Mujer localizado en San Matías Tepetomatitlán, municipio de Apetatitlán, protestó por el desabasto y reiteró que esa situación se registra en otras instalaciones médicas como las de Calpulalpan y Huamantla.
Los familiares con pacientes enfermos están cansados de tener que comprar los fármacos que requieren sus enfermos. El personal que labora en los hospitales, ya no se siente contento con sólo recibir arroz, frijoles y tortillas para su alimentación, pues de acuerdo con sus quejas la empresa poblana Procesadora y Distribuidora Los Chaneques S.A. de C.V no entrega en tiempo y forma los insumos que en teoría debe abastecer puntualmente.
Cuánto tiempo más tendrá que pasar con esas deficiencias para que Gabriel Gutiérrez o el secretario de Salud de Tlaxcala, Rigoberto Zamunido Meneses, den la cara y expliquen cuándo quedará solucionado el abasto de medicinas y de alimentos, porque es evidente que los tlaxcaltecas se decepcionan cada vez más del actual sistema de salud que es peor al que funcionaba antes.
Otro problema que existe pese a que los números y datos oficiales digan que va a la baja, es el de la inseguridad.
El viernes una persona que retiró dinero de un banco en el municipio de Chiautempan fue asaltada al llegar a su domicilio localizado en la colonia Miraflores de la capital. Los rateros accionaron en dos ocasiones sus armas de fuego para apoderarse de 78 mil pesos y huir impunemente del lugar.
Y no crea que fue el único asalto violento que se reportó pues también hubo otros en municipios como Calpulalpan y Apizaco, lo cual es ya común en el territorio tlaxcalteca.
A lo anterior hay que sumar la presencia de una persona presuntamente asesinada, misma que fue ubicada flotando en el río Atoyac a la altura del municipio de Tepetitla. La víctima al parecer estaba maniatada y mostraba signos de violencia.
Pese a la inseguridad que se percibe, el secretario de Seguridad Ciudadana, Alberto Perea Marrufo, prefiere esconderse para no dar explicaciones sobre los anteriores crímenes y otros más como la narcomanta que apareció colgada y que anuncia la presencia de “La Barredora” en Tlaxcala.
Los tlaxcaltecas se sienten inseguros y con temor de salir a realizar sus actividades cotidianas. La estrategia de las autoridades quizá está funcionando para ellas, pero no para el pueblo que percibe que los atracos violentos, asesinatos y otros delitos como el robo de automóviles están imparables.
A lo anterior hay que agregar el tema de la corrupción. A nivel nacional las acusaciones contra autoridades morenistas señaladas de corruptas es la constante, como los ex mandatarios de Morelos y Veracruz, Cuauhtémoc Blanco Bravo y Cuitláhuac García Jiménez, así como con el actual gobernador de Sinaloa y sus hijos, Rubén Rocha Moya y otros personajes como la “ministra del pueblo”, Lenia Batres Guadarrama, el coordinador de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila y hasta el mismo hijo del ex presidente de México López Obrador, Andrés “Andy” López Beltrán, quien este fin de semana se casó en una exclusiva boda en el hotel de lujo de la cadena de hoteles del Grupo Vidanta en Cancún.
Localmente se habla de casos de los ex alcaldes de Morena de Tlaxcala y Chiautempan, Jorge Corichi Fragoso y Gustavo Jiménez Romero, así como de otros que fueron aliados de la Cuarta Transformación como el de Tlaltelulco Marco Antonio Pluma Meléndez y el de San Pablo del Monte, Raúl Tomás Juárez Contreras.
Morena ya está enfrentando el desgaste que implica ser gobierno y para su mala suerte está siendo acusado de lo que usó para desacreditar a sus adversarios y venderse como un partido diferente.
Sin duda a Morena le urge dar resultados y emprender acciones que le permitan contener la mala imagen que se está generando por los escándalos y excesos de algunos militantes.
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