Hugo Eloy Meléndez es además de rector de la USEP, director de una escuela privada de Medicina
- Su conflicto de interés se extiende a dos universidades y una consultora
Hace una semana le platicaba aquí del inocultable conflicto de interés que envuelve al rector de la Universidad de la Salud del Estado de Puebla (USEP), José Hugo Eloy Meléndez Aguilar, con la empresa Bupec Brain Upgrade Education & Consulting, de la que es directivo y socio, y a varios de los funcionarios de esa institución de educación superior que también son directivos de la referida firma consultora.
A diferencia de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), en este caso las autoridades educativas y de la Función Pública del estado han guardado un cómplice silencio, lo mismo que el rector de la USEP y socio y director académico de la empresa Bupec, Hugo Eloy Meléndez.
Éste solo se limitó a subir en su cuenta de Facebook una postal con la leyenda “Quién nada debe… nada teme”.
Sin embargo, el conflicto parece ser más grave de lo que inicialmente le había dicho pues el rector de la Universidad de la Salud es también director de la Licenciatura en Medicina de la Universidad San Ángel (USA), con la que también su empresa consultora Bupec tiene un convenio de colaboración.
De hecho, se sabe que la doctora Gisela Berenice Gómez Cruz, coordinadora docente de la Escuela de Medicina de esta universidad particular, propiedad de Enrique Crispín Campos Ramírez, es también funcionaria de la USEP.
Y no cualquier servidora pública, es la secretaria administrativa de la Universidad de la Salud, a propuesta del propio Hugo Eloy Meléndez, quien la recomendó al Consejo Directivo de esta institución pública en los siguientes términos:
“… destacadísima profesional de la medicina que fue mi alumna en la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla por el año 2013… El año pasado me reencontré con ella asumiendo el puesto importantísimo, de coordinación docente en la escuela de medicina de la Universidad San Ángel, donde fui invitado a ser director, por mi extraordinario amigo, el Lic. Enrique Crispín Campos Ramírez, rector de esa institución”.
Gisela Berenice y Hugo Eloy son los responsables de la administración de la Universidad de la Salud y los responsables de los adeudos que enfrentan los docentes de hora clase de esa institución. Y también los promotores de los talleres y eventos que oferta la consultora BUPEC a los profesores y alumnos de la Universidad, como el Congreso Internacional Redbiot del 20 al 22 de octubre, para el cual son presionados a inscribirse con el pago de 500, 800 y 1,500 pesos persona.
En el arranque de las internas del PAN, Genoveva lleva ventaja
La contienda por la dirigencia estatal del PAN entre las fórmulas encabezadas por Genoveva Huerta Villegas y Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández se vislumbra competida, aunque con ventaja para la primera que aspira a reelegirse por tres años más al frente del Comité Directivo Estatal.
Su ventaja es que tiene las estructuras del partido a su favor, comenzando por el CEN que se rehusó a validar el registro de Ana Teresa Aranda, por lo que ésta finalmente declinó a favor de Díaz de Rivera; el Consejo y el Comité Directivo Estatal; la mayoría de los comités municipales y la Comisión Estatal Organizadora. Este domingo se registró con 9 mil 197 firmas de apoyo, llevando en la secretaría general a Clemente Gómez Medina.
Su debilidad son las divisiones y fracturas que su primera gestión provocó, al marginar y excluir a los otros grupos de puestos de dirección partidista y de candidaturas a cargos de elección popular en el reciente proceso electoral. El mayor resentimiento, sin embargo, viene de aquellos panistas que a pesar de ella ganaron o fueron nominados a una candidatura pero no recibieron los apoyos prometidos.
Esta parece ser la ventana de oportunidad de la planilla de sus opositores que lleva como cabezas a la regidora con licencia Augusta Díaz de Rivera y a Marcos Castro Martínez, quienes este domingo se registraron con el respaldo de 6 mil firmas y acompañados de la diputada federal Ana Teresa Aranda, quien inicialmente iba a ser la candidata, y los presidentes municipales electos de Puebla y San Andrés Cholula, Eduardo Rivera Pérez y Edmundo Tlatehui Percino, quienes ganaron su elección pese al poco o nulo respaldo que tuvieron de Genoveva Huerta.
En un partido que se precie de democrático las elecciones internas siempre son saludables, aunque generen divisiones e incluso rompimientos. Si Genoveva gana confirmará que su grupo —los herederos del morenovallismo— siguen siendo la fuerza dominante en el PAN y que en 2024 buscarán hacerse de la candidatura a la gubernatura y a la presidencia municipal de Puebla, pero si pierde estará clavando el último clavo en el ataúd de esa corriente.
El triunfo de Augusta Díaz de Rivera y Marcos Castro significaría el regreso de los panistas tradicionales y el yunquismo, y un triunfo para Eduardo Rivera de cara al 2024. Por el contrario, una derrota marcaría un mal comienzo para quien se perfila como la principal carta del PAN rumbo a la sucesión gubernamental.
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