Pensar que el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez se iba a mantener al margen de las actuales elecciones locales era imposible, pues es obvio que él tiene un evidente interés en dejar el cargo que ostenta a la abanderada de su partido, Anabell Ávalos Zempoalteca, así como garantizar que su hermano Fabricio Mena Rodríguez y otros subordinados suyos asuman sus futuras responsabilidades como diputados locales y finalmente lograr que su amiga Anabel Alvarado Varela gane la presidencia municipal de Tlaxcala.
La maquinaria priista incrustada en varias dependencias estatales no ha dejado de operar y moverse a favor de la coalición “Unidos por Tlaxcala” que integraron el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS, lo cual ha sido fácil de detectar por la burda y tonta forma en que se han movido algunos funcionarios como el mil usos del gobierno estatal, Manuel Camacho Higareda, quien ha obligado al personal del Sepuede, Icatlax y de la Secretaría de Políticas Públicas y Participación Ciudadana a acudir a mítines de esa alianza.
Se dice que la líder del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Salud, la priista Blanca Águila Lima, también está presionando a sus agremiados a presentarse juntos con sus familias y conocidos a un evento del PRI que se realizará el próximo jueves, en donde el ex partidazo pretende mostrar músculo y fortaleza.
También se ha visto a directivos de instituciones educativas como el Cobat, Cecyte y del Instituto Tecnológico Superior de Tlaxco metidos abiertamente en actividades proselitistas y electorales, casos que están siendo documentados para que en breve se presenten las denuncias penales correspondientes.
La entrega de tarjetas bancarias de un programa estatal para combatir la pobreza, de despensas, fertilizante y de aves de traspatio y próximamente de maquinaria para apoyar a productores tlaxcaltecas, se ha mantenido operando sin ningún tipo de restricción, lo cual ha generado la molestia de Morena y su candidata a la gubernatura porque consideran que las autoridades están aprovechando esas acciones para favorecer a la priista Anabell Ávalos.
Los números en las encuestas se han movido y el crecimiento que ha registrado en las últimas semanas la candidatura de Anabell Ávalos ha obligado a Morena y a su abanderada, Lorena Cuéllar Cisneros, a cambiar de estrategia para tratar de contener la ilegal operación que, según ellos, se está dando desde el gobierno de Marco Mena para apuntalar la campaña del PRI y sus aliados.
El actual gobernador de Tlaxcala difícilmente saldrá bien librado de estas acusaciones y del conflicto electoral que se avecina, debido a que los señalamientos en su contra irán en aumento y no tardarán en aparecer en medios nacionales.
Para el gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no es desconocido lo que está pasando en Tlaxcala y está tomando nota de todo lo que sucede en la entidad, de ahí que no dude que en breve el tabasqueño haga duros pronunciamientos descalificando la actuación del mandatario Marco Mena.
En Tlaxcala ya hay tensión entre el gobierno federal y el gobierno de estado.
El Instituto Tlaxcalteca de Elecciones bajo el mando de la débil consejera Elizabeth Piedras Martínez será minuciosamente vigilado, porque hay claros indicios de que está operando a favor del PRI y su candidata a la gubernatura.
Generó preocupación la designación de periodistas identificados con el PRI y el gobierno local como los responsables de moderar los debates entre los candidatos a la gubernatura, pero también el silencio que han guardado los consejeros electorales sobre la jugosa ampliación presupuestal que sigilosamente autorizó el gobierno de Mena.
Para muchos la actuación de ITE en este proceso electoral es parcial y está siendo totalmente omiso para sancionar y frenar las conductas ilegales que están llevando a cabo el gobierno estatal y el PRI para tratar de ganar los comicios del próximo 6 de junio.
La confrontación ya comenzó y en pocos días subirá de intensidad.
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