El refrán “Dime de qué presumes y te diré de qué careces” le cae como anillo al dedo a Morena y sus voceros que no tienen cara ni argumentos para defender el asqueroso “proceso” que supuestamente llevó a cabo la Comisión Nacional de Elecciones para definir las candidaturas a las 60 presidencias municipales de Tlaxcala.

 

 

Negar que esas peleadas posiciones se entregaron a amigos, compadres, comadres, recomendados y empresarios que al parecer compraron su nominación es absurdo, ofensivo, poco inteligente y nada honesto.

 

El partido que fundó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador e impulsor de la Cuarta Transformación está lejos de cumplir su ofrecimiento de no robar, no mentir y no traicionar.

 

Morena es la versión nueva y remasterizada del PRI, salvo que el nivel de cinismo y soberbia de sus dirigentes y voceros es tal que se niegan a reconocer que están muy, pero muy lejos de ser ejemplo de democracia interna.

 

Pese a sus desastrosos resultados entregados en la elección de sus candidatos a gobernador, diputados federales, legisladores locales y alcaldes, los ilusos representantes de Morena como los diputados federales Armando Contreras Castillo y Rubén Terán Águila, así como la senadora y delegada del partido en Tlaxcala, Martha Guerrero Sánchez, que se asumen como honestos y democráticos, no tienen elementos para presumir y defender sus procesos internos porque no han sido ejemplares ni legales.

 

Metido en su papel de gran operador y ejemplar representante de la Cuarta Transformación, el Vocero y Coordinador Territorial de la campaña de la candidata a la gubernatura, Lorena Cuéllar Cisneros, decidió ofrecer una conferencia de prensa en uno de los andadores del zócalo capitalino para sostener que los nombramientos de candidatos a alcaldes estuvo a cargo de la Comisión Nacional de Elecciones y que en todo momento se respetaron los tiempos y se garantizó la legalidad y la certeza.

 

El ex perredista aseguró que nadie en Tlaxcala intervino en el procedimiento y que no hubo mano negra para alterar “las encuestas” que supuestamente se realizaron para designar a los aspirantes.

 

Sin embargo, esa postura dista mucho de los comentarios que ese boquiflojo “operador” habría emitido días atrás en un antro ubicado muy cerca del ayuntamiento capitalino y de las instalaciones de los Velatorios Montsserrat, donde ya con copas de más adelantaría algunos nombres de candidatos que hoy se pueden confirmar en la lista que reveló Armando Contreras, Comisionado Nacional en la Cuarta Circunscripción de Morena.

 

Sintiéndose el futuro Marcelo Ebrard de la administración de su jefa Lorena Cuéllar, Rubén Terán confió que por ejemplo en Apizaco la candidatura a edil estaba asegurada para el empresario Rafael Álvarez Escárcega, amigo íntimo de Fernando Lucio Celis, yerno de la candidata de Morena a la gubernatura y esposo de Mariana Espinosa de los Monteros Cuéllar.

 

Tú crees que a ese amigo no lo vamos ayudar, sino sólo financia la campaña, sino que además hace negocios con el yerno. Vaya son tan cercanos que a poco no sabes que se prestan las camionetas de super lujo con las que se les ve circulando por las calles de Apizaco y Tlaxcala, habría presumido sin ningún rubor el futuro legislador local plurinominal.

 

Una prueba de que todo estaba pactado y planchado, es que el desprestigiado empresario Rafael Álvarez organizó el pasado fin de semana una reunión para celebrar su candidatura a la presidencia municipal de Apizaco y de paso presumir las seis camionetas nuevecitas que serían utilizadas para su campaña y la de su impulsora.

 

Los que escucharon a Rubén Terán en su borrachera cuentan que al referirse a otro caso mencionó que en Apetatitlán la candidatura estaría asignada a Trinidad Ramírez Méndez, sólo por ser amigo de Salvador Ballesteros Rodríguez, esposo de Lorena Cuéllar, quien también pidió que se impulsará en Panotla a la comadre de su mujer de nombre Felicitas Vázquez Islas, quien se desempeñaba hasta hace unas semanas como ex sierva de la nación en la delegación de la Secretaría de Bienestar.

 

En ambos casos hay estudios de opinión que demuestran que ninguno de los dos candidatos antes mencionados encabezaban las preferencias electorales en sus respectivos municipios y que había otras propuestas con mejor posicionamiento y respaldo ciudadano.

 

También salió a relucir el municipio de Teolocholco, donde otro empresario dueño del corporativo Map Group dedicado al rubro de la fabricación de autopartes, Rodrigo Cuahutle Salazar, sería el elegido por Morena.

 

Ese empresario nunca cuidó las formas y tampoco dejó de presumir a sus adversarios que sus intentos por disputarle la nominación eran en vano, pues él ya habría aportado dos millones de pesos y dos camionetas a la virtual candidata a la gubernatura, con lo cual tenía en la bolsa la tan anhelada candidatura a la alcaldía de ese municipio.

 

Los padrinos e impulsores de los candidatos a presidentes municipales pronto saldrán a relucir y se comprobará que si hubo mano negra y sobre todo que alguien fue el encargado de palomear esas nominaciones.

 

La fractura en Morena será inevitable y junto con ella vendrán los tropiezos.

 

Da asco ver lo que pasa en Morena.

 

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