La división y fractura que se empieza a registrar en Morena por la designación de candidatos a diputados locales de mayoría y de representación proporcional en Tlaxcala es cada vez más honda y evidente.
La dirigencia nacional de Morena y la Comisión Nacional de Elecciones fracasaron nuevamente en un proceso interno de ese partido que, según la militancia tlaxcalteca, está plagado de inconsistencias y dudas, de ahí que no se necesita ser genio para deducir que la coalición “Juntos Haremos Historia” y su candidata al gobierno del estado, Lorena Cuéllar Cisneros, serán los que paguen las consecuencias de esos constantes errores.
Hace unos días le comentaba que blandengue líder nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, no había podido lograr la unidad del partido una vez que se nombró a Cuéllar Cisneros como su abanderada oficial a la gubernatura del estado, ya que la senadora Ana Lilia Rivera Rivera y la empresaria Dulce Silva Hernández, nunca aceptaron ni reconocieron tal designación.
Hoy el Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Tlaxcala es el que está inconforme con la imposición de candidatos a diputados locales de mayoría y los que encabezan la lista de plurinominales, pues asegura que la militancia del partido se encuentra confundida, descontenta y molesta por tales designaciones y registros porque no se ve ni se siente representada.
A través de un escrito la dirigencia estatal de Morena solicitó a los integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones de Morena informe sobre los criterios que se tomaron en el proceso interno para elegir candidatos a diputados por las dos mencionadas vías y las razones por las cuales no se consideró a cuadros competitivos y de militancia reconocida.
Pide que se justifique la inclusión de candidaturas externas y se verifique si éstas cumplieron con la cifra del 50 por ciento que se establece en los estatutos. También exige que se le explique las razones y criterios que llevó a cabo para reservar los primeros cuatro lugares de la lista de candidatos a diputados plurinominales y si en ese proceso se involucró a los integrantes de la Comisión Estatal de Elecciones de Morena, porque hasta ahora nadie conoce quiénes son. Y finalmente solicita se informe cuáles fueron los criterios de acciones afirmativas que se aplicó en la designación de los candidatos.
El documento que fue enviado a la dirigencia nacional de Morena y a las instancias internas del partido fue avalado por los integrantes del Comité Ejecutivo Estatal como Leonardo Cruz Meléndez, encargado de la Secretaría de Organización, Alberto Montiel Mendoza, encargado de la Secretaría de Formación y Capacitación Política, Yair Castillo Pérez, encargado de la Secretaría de Jóvenes, Fernando Muñoz Hernández, encargado de la Secretaría de Arte y Cultura, Yuliana Águila Sánchez, encargada de la Comisión Electoral y Maricruz Hernández Pérez, encargada de la Secretaría de Mujeres.
La molestia e inconformidad se centra principalmente en la imposición del trácala y embustero Rubén Terán Águila que fue registrado en el primer lugar de la lista de candidatos a diputados plurinominales, pues se trata de un ex perredista que trabajaba para el PRI y gobiernos corruptos como el de Mariano González Zarur, de ahí que la militancia de Morena no acepta que el partido sea representado por un vival de poca calaña.
Además, en breve se documentará como ese diputado federal que presume honestidad logró arreglos con una comercializadora cuyas instalaciones se ubican por la avenida Gasoducto, misma que por cierto tiene muy malos antecedentes, para recibir dinero a cambio de que esa empresa siga manteniendo su coto de poder y negocios en la siguiente administración.
Dicen que Rubén Terán ya le aseguró a la contadora y al dueño de esa compañía que él será el poder tras el trono, ya que su amiga y protectora Lorena Cuéllar confía plenamente en sus habilidades.
Pronto le daremos nombres, detalles y quiénes están involucrados en ese irregular financiamiento, así como cuáles son los negocios que pretende seguir conservando esa voraz comercializadora que desde el gobierno del panista Héctor Ortiz y hasta la fecha se mantiene como una proveedora consentida.
Otra designación que también irritó a la militancia morenista fue la aparición en el lugar número dos de la lista de candidatos a diputados plurinominales de la nuera del ex gobernador perredista Alfonso Sánchez Anaya, Marcela González Castillo, a quien nadie le reconoce ningún trabajo o mérito para ocupar esa posición.
Los morenistas están encabronados y no dude que la división al interior de ese partido provoque más daño del que se tiene calculado.
Al tiempo.
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