La decisión de Morena y sus aliados en el Congreso del Estado de oponerse a la llegada del abogado prianista Luis Manuel Muñoz Cuahutle  al pleno de Tribunal Superior de Justicia en el Estado salió contraproducente, porque ayer se confirmó la designación de Pedro Sánchez Ortega como nuevo magistrado, un personaje gris y sin resultados que representará los intereses del ladino secretario de Gobierno, José Aarón Pérez Carro y del nefasto procurador de Justicia, José Antonio Aquiahuatl Sánchez.

 

 

 

 

El ex magistrado del Tribunal Electoral de Tlaxcala,  Luis Manuel Muñoz, no supo operar su llegada al TSJE y se confió de más en los oficios de Pérez Carro y su madrina la diputada federal panista Adriana Dávila Fernández, lo cual terminó por perjudicarlo porque los diputados de Morena nunca lo vieron como una buena opción para ocupar el cargo, pese a que las otras dos propuestas que conformaban la terna (Pedro Sánchez Ortega y Augusto Zárate Pérez) eran simples títeres del sistema.

 

Como se sabe la terna fue declarada elegible, pero ninguna propuesta logró los votos necesarios, de ahí que los diputados pasaron la responsabilidad de designar al nuevo magistrado del Poder Judicial al gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, quien sin la intención de explorar nuevos perfiles o analizar a algún otro aspirante con mejores cartas credenciales, optó por premiar al hoy ineficiente ex Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción del Estado de Tlaxcala, Pedro Sánchez.

 

Ese gris abogado ocupará el lugar que dejó en el Tribunal Superior de Justicia en el Estado la soberbia y engreída ex magistrada Elsa Cordero Martínez.

 

La oportunidad que se tuvo para llevar a cabo un cambio y una transformación en el Poder Judicial de Tlaxcala se tiró a la basura, sobre todo porque no siempre se presenta la opción de proponer a tres nuevos integrantes de los siete que conforman el pleno del Tribunal.

 

Elsa Cordero y el magistrado Mario Antonio de Jesús Jiménez Martínez (éste último aún litiga su permanencia en el cargo) cumplieron con sus períodos  por los cuales fueron designados, mientras que la abogada Rebeca Xicohténcatl Corona (mantiene un juicio abierto por la decisión del Congreso del Estado en negar su ratificación)  no logró su permanencia por una etapa más, de ahí que se inició el proceso legislativo para nombrar a un nuevo integrante del pleno del TSJE.

 

Hace unos días, el Congreso de Tlaxcala nombró a Ernestina Carro Roldán como la magistrada suplente en la Sala Penal del Tribunal de Justicia del Estado de Tlaxcala (TSJE), cargo que dejó vacante Mario Antonio de Jesús Jiménez.

 

Pese a estos últimos movimientos, el ex hacendado gobernador Mariano González Zarur sigue teniendo fuerza e influencia en el Poder Judicial, pues aún le quedan tres posiciones que le son fieles como los magistrados Héctor Maldonado Bonilla, Mary Cruz Cortés Ornelas y Felipe Nava Lemus.

 

El magistrado presidente del TSJE, Fernando Bernal Salazar, es aliado de los marianistas, pero no goza de su total respaldo. Hace unos días él apoyaba la llegada de Yenisei Esperanza Flores Guzmán como magistrada suplente, sin embargo no pudo frenar la designación de Ernestina Carro que fue impulsada por una morenista con influencia entre los legisladores de ese partido y sus aliados.

 

La magistrada Ernestina Carro y el magistrado Pedro Sánchez fortalecerán al estorboso secretario de Gobierno, José Aarón Pérez y a su inseparable amigo José Antonio Aquiahuatl. No cabe duda que ese voraz funcionario está aprovechando los últimos meses que le quedan de poder, pues antes de que concluya la actual administración ya logró ubicar a su tía y a su lacayo en unas posiciones envidiables en el TSJE.

 

También espera dejar como miembro del Poder Judicial al abogado Leonel Ramírez Zamora, quien le gusta presumir sus dotes de galán. Ese lacayo quiere llegar al puesto que dejó la insoportable ex magistrada Rebeca Xicohténcatl.

 

Los abogados tlaxcaltecas están decepcionados y preocupados por las pésimas decisiones que se han tomado en torno al Poder Judicial de Tlaxcala.

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