La cacareada unidad priista que tanto se ha presumido en los últimos días y semanas es tan falsa como las encuestas que refieren que el PRI y su coalición casi alcanzó en las preferencias electorales por la gubernatura de Tlaxcala a la alianza conformada por Morena y sus aliados.

 

 

Los problemas al interior del ex partidazo y la desatención de los mismos que se registran en los distritos locales y en los municipios, en gran parte se deben a que Noé Rodríguez Roldán, dirigente del tricolor en la entidad, fracasó en su fantasiosa aspiración de convertirse en candidato a gobernador y porque hizo creer a varios militantes que tenían asegurada su designación como abanderados a legisladores y alcaldes.

 

La abanderada del PRI y de la coalición “Unidos por Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca y el gobernador, Marco Antonio Mena Rodríguez, son los que están enfrentando los problemas de deslealtad y la falta de disciplina porque sencillamente sus “instrucciones” no están siendo acatadas y respetadas.

 

Para muestra de lo anterior basta con ver los casos de Tlaxcala capital, donde el principal promotor de la contra campaña del PRI es el ex regidor priísta conocido como Héctor Martínez Zamora alias “El Panu”, hijo del actual síndico del tricolor, Héctor Martínez García y uno de los principales coordinadores de la hoy candidata a gobernadora Anabell Ávalos.

 

Independientemente de la forma arribista en que haya sido impuesta la hoy cuasi candidata del PRI a la alcaldía de la capital, Anabel Alvarado Varela, el aprendiz de político y mercenario, Héctor Martínez Zamora, se ha dedicado a llevar las contras a su ex aliada y al partido que le ha dado todo a su padre sin que nada ni nadie haga algo para llamarlo al orden y a la disciplina.

 

Lo mismo sucede en Apizaco en donde el ex diputado y ex presidente municipal por el PRI, Fernando León Nava, cuñado del hacendado gobernador Mariano González Zarur, es el principal promotor del candidato a edil del PRD para la ciudad rielera, Juan Bernardo López Alducin, quien también fue regidor del ex partidazo.

 

La deslealtad priista de ese personaje es muy famosa y añeja, pero sobre todo cuando se trata de hacer negocios. Sus pasos parece que son seguidos por un gris funcionario estatal que se sumó a la promoción de ese torpe candidato perredista.

 

Resulta que el aún secretario de Fomento Agropecuario, Arnulfo Arévalo Lara, quien por cierto es el cuasi candidato a diputado local por el distrito 11 y a quien al parecer no le preocupa volver a perder su elección como la última vez, tiene tiempo para promocionar a otro candidato y hasta facilitar al responsable de Comunicación de su dependencia de nombre Aarón Gaona para que se desempeñe como coordinador de prensa de ese aspirante del PRD- PAN, pues como es sabido es hijo del panista y director de Educación del ayuntamiento de Apizaco.

 

 

Lo anterior demuestra claramente la falta de institucionalidad hacia el PRI y la total ausencia de lealtad al primer priísta del estado Marco Mena. Incluso las conductas que se han registrado y documentado podrían cuadrar en un delito electoral al utilizar recursos humanos del gobierno estatal para llevar a cabo actividades político electorales.

 

Quizá los priistas perciban que Apizaco se encuentra perdido por culpa del bajo y pésimo perfil del cuasi candidato a la presidencia municipal de esa ciudad, Emilio Sánchez Rivera, quien por cierto dicen que no descarta traicionar a su partido como en su momento le enseñó su creador Marianito González Aguirre, quien por andar haciendo jugadas de ese tipo con los candidatos de su partido en los comicios del 2018 para él ganar la diputación federal hizo el ridículo de su vida.

 

Hay que tener presente que la coalición “Unidos por Tlaxcala» conformada por el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS no es total y ésta sólo es efectiva para la gubernatura, 6 distritos locales y 14 ayuntamientos que no se han dado a conocer oficialmente.

 

Sin embargo, se sabe que ni el ayuntamiento de Apizaco ni el distrito local con cabecera en Apizaco se incluirán en la coalición, de ahí que resulta totalmente nefasto que algunos priístas lejos de trabajar para sus candidatos y su partido estén apoyando otros proyectos o que incluso andan negociando con sus principales adversarios identificados con Morena.

 

Absurdo, no le parece.

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