En Morena están decididos a no entregar más posiciones a sus aliados que conformaron la coalición “Juntos Haremos en Tlaxcala” que insisten en replicar esa alianza en por lo menos 14 municipios.

Los dirigentes estatales del PT, PVEM, Nueva Alianza y el PEST no están conformes en ir aliados sólo en la gubernatura y en diez de los quince distritos locales, por lo que el pasado lunes plantearon la necesidad de ampliar la alianza a las presidencias municipales que resultan claves para ganar los comicios del próximo 6 de junio.

 

La propuesta fue puesta sobre la mesa por el líder del Partido del Trabajo, Silvano Garay Ulloa y respaldada por Jaime Piñón Valdivia, dirigente del Partido Verde Ecologista de México, así como por Sandra Corona Padilla, representante de Nueva Alianza y José Luis Garrido Cruz, responsable del Partido Encuentro Social de Tlaxcala, quienes percibieron que tal planteamiento no cayó nada bien a su candidata a la gubernatura Lorena Cuéllar Cisneros, la delegada del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, Martha Guerrero Sánchez y el Comisionado de la Cuarta Circunscripción Electoral del Morena, Armando Contreras Castillo.

 

Aunque públicamente los aliados de la coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” no han expresado su inconformidad por el poco valor y peso político que han recibido por parte de Morena y su candidata, la realidad es que no están a gusto con las candidaturas a diputados locales que les fueron asignadas y será el miércoles de la próxima semana cuando se defina si su alianza incluye 14 municipios.

 

La posibilidad de que prospere y crezca la coalición es nula, porque de entrada Lorena Cuéllar no quiere ceder a sus aliados políticos más posiciones y porque la dirigencia nacional de Morena se muestra soberbia y con una enorme ceguera que le está impidiendo ver la realidad de la competencia electoral en Tlaxcala.

 

El comisionado de PT, Silvano Garay, no tuvo ningún problema en recordar a Cuéllar Cisneros y a los dirigentes nacionales de Morena que el partido que fundó hace unos años el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no es un monstruo invencible en Tlaxcala.

 

Cuando López Obrador aparece en las boletas es una cosa, pero cuando sólo están los candidatos de Morena la realidad es otra. En las pasadas elecciones locales para diputados AMLO fue el factor que ayudó a ganar el Congreso del Estado al impulsar el triunfo de sus abanderados en 14 de los 15 distritos, pero en los comicios del 2016 el partido no ganó ninguna presidencia municipal, su votación para la gubernatura no superó los 37 mil votos y lo más que obtuvo fue un diputado plurinominal cuya representación recayó en Humberto Cuahutle Tecuapacho, quien hizo un gris trabajo como legislador.

 

Hoy hay malestar contra los diputados locales que representan la Cuarta Transformación y al interior de Morena no prevalece la unidad. Los procesos internos están provocando divisiones y enojos porque se perciben dados cargados para ciertos abanderados, tan es así que la dirigencia de ese partido dará a conocer los nombres de sus candidatos a alcaldes y diputados locales hasta marzo para evitar que algunos aspirantes brinquen a otras fuerzas políticas.

 

Los líderes de Morena están confiados en exceso y su actitud de cerrarse a la negociación para incluir a municipios en la coalición les puede salir contraproducente.

 

La coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” no pasa por su mejor momento porque no sólo hay desánimo entre los aliados de Morena, sino que también hay enojo por el trato que están recibiendo y que los hace suponer que no tendrán posiciones en el gobierno del estado en caso de que Lorena Cuéllar obtenga el triunfo el próximo 6 de junio.

 

El panorama no es alentador para esa coalición que sigue cometiendo errores.

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